Vitrasa persevera en su sangría: supera los 24 millones de pérdidas desde la pandemia

La concesionaria transporta 13.400 viajeros menos al día que en 2019 E Empresa y comité, citados el lunes para otra mediación

El convenio colectivo lleva más de tres años vencido

Usuarios de Vitrasa, subiendo al autobús.

Usuarios de Vitrasa, subiendo al autobús. / Marta G. Brea

Lara Graña

Lara Graña

Viguesa de Transportes (Vitrasa), concesionaria de los servicios de transporte urbano de Vigo, era optimista a cierre de 2019. “Las expectativas de la dirección de la sociedad son favorables atendiendo principalmente al contexto macroeconómico a corto y medio plazo en el que se desarrolla el negocio [...] Se ha previsto un aumento moderado de la actividad”, rezaba la memoria anual. Pero el rumbo cambió de forma abrupta al año siguiente, el de la pandemia: la cifra de viajeros se despeñó a la mitad, por las restricciones a la movilidad y el temor consiguiente a los contagios por usuarios, y 2020 terminó con números rojos por 7,57 millones de euros. Y el COVID quedó atrás, pero no la sangría de Vitrasa. Según los datos a los que ha tenido acceso FARO, con las cifras provisionales trasladadas al comité de empresa, las pérdidas de la concesionaria suman un acumulado (en el periodo 2020-2023) de más de 24 millones de euros.

Lo que exhiben las cuentas, amén de una viabilidad comprometida –estas cantidades incluyen ya las aportaciones desembolsadas por el Gobierno central y el Concello en compensación por el impacto del coronavirus–, es que la compañía no ha sido capaz de recuperar no ya solo los ingresos preCOVID, sino la demanda de viajeros. En el año 2019, por ejemplo, los autobuses de Vitrasa transportaron a 20,6 millones de viajeros –son el total de tickets computados–, frente a los 15,74 millones del año pasado. De modo que ha dejado de realizar el equivalente a 13.400 viajes cada día, según estos mismos registros. Si se suman todos los transportes que los buses dejaron de realizar en este mismo periodo de cuatro años, la cifra es sideral: 26,5 millones de viajeros perdidos. O lo que es lo mismo, 18.150 pasajeros menos diarios respecto a 2019.

Con la plantilla en huelga indefinida y un conflicto más que enconado con la dirección, que Vitrasa logre reconducir su precaria situación dependerá en buena medida de lo que suceda este lunes. Será una nueva intentona para negociar un convenio colectivo nuevo –el actual está caducado–, esta vez con la presencia de una mediadora del AGA (Acuerdo Interprofesional Gallego sobre procedimientos extrajudiciales de solución de conflictos de trabajo). El pasado noviembre ya se celebró un encuentro similar, entonces a petición de la empresa, sin ningún éxito. La plantilla reivindica la renovación del convenio con salarios actualizados, así como mejoras en la prestación de servicios. A mediados de enero la plantilla tumbó el preacuerdo alcanzado entre la concesionaria y el comité de empresa –el pacto posponía algunos aspectos laborales para una negociación posterior– por abrumadora mayoría: 173 votos a favor de continuar con la huelga indefinida, frente a 33 a favor del acuerdo y 12 abstenciones.

  • Pérdidas de 4,1 millones en 2023

    Son cifras provisionales, a falta de que pasen la revisión de auditoría. La concesionaria transportó 15,7 millones de viajeros. Los números rojos acumulados (2020-2023) superan por poco los 24 millones de euros.

  • Descenso de viajes sin mejorías

    Pese a que la pandemia quedó atrás, Vitrasa en ningún momento ha sido capaz de revertir la caída de pasajeros. El año pasado perdió el equivalente a 13.400 viajeros diarios en comparación con 2019.

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