Reigosa pide al talento de la UVigo que construya una sociedad “abierta, igualitaria y próspera”

La Universidad distinguió a 160 alumnos y titulados de excelencia en el tradicional acto de Santo Tomás

El rector les animó a “sentirse orgullosos y ser embajadores”

Sandra Penelas

Sandra Penelas

La UVigo premió ayer a una nueva generación de excelencia a cuyos integrantes el rector animó a “jugar un papel muy relevante” construyendo “una sociedad del conocimiento abierta, igualitaria y próspera”. Reigosa también les exhortó a “sentirse orgullosos y ser embajadores” de la “magnífica” institución en la que se han formado.

“Vamos a seguir mejorando y queremos tener más influencia en la sociedad”, añadió en referencia a la aportación que los premios extraordinarios pueden realizar en la industria, las empresas y las instituciones. Y les pidió que se “queden en Galicia para crear una sociedad mejor” o que regresen tras experimentar una etapa en el exterior.

El salón de actos de Económicas acogió un año más el tradicional acto de Santo Tomás durante el que un total de 160 alumnos recibieron los premios de grado y doctorado, los Egeria a la inclusión de la perspectiva de género en los trabajos finales de grado y máster, y los de excelencia a los mejores expedientes de nuevo ingreso en el actual curso 23/24.

Entre los invitados se encontraba el exrector Luis Espada, el subdelegado del Gobierno, Abel Losada, la diputada provincial y vicepresidenta del comité ejecutivo de Zona Franca, Ana Mejías, la delegada de la Xunta, Ana Ortiz, la exsenadora popular Elena Muñoz, la concejala y diputada del PP Irene Garrido, la concejala viguesa de Educación, Olga Alonso, el concejal del BNG, Xabier P. Igrexas, y el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuiña.

También acudieron el presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, Jorge Cebreiros, la fiscal jefe del área de Vigo, Susana García-Baquero, y varios representantes de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Un año más, la excelencia universitaria vuelve a ser mayoritariamente femenina y 52 de los 74 premios de grado y doctorado correspondientes al curso 22/23 recayeron en mujeres. Incluso en titulaciones con muy pocas alumnas como Ingeniería Informática, el mejor expediente fue de una titulada.

Los alumnos distinguidos acudieron acompañados por familiares y amigos y, en el caso de Mónica Rial, también por su hija Lía, de tan solo un año, que la aplaudía con entusiasmo mientras subía al escenario para recoger su medalla. “Me apetecía mucho compartir este día con ella”, comentaba la orgullosa mamá e investigadora, que fue premiada por una tesis sobre el teatro breve del dramaturgo Juan Mayorga.

No todos los galardonados pudieron desplazarse al campus y tuvieron que echar mano de un sustituto. Álvaro Vélez Peinado, alumno del Centro Universitario de la Defensa de la Escuela Militar de Marín, recogió el premio en nombre de su hermano Francisco Javier, que se graduó como oficial el curso pasado y al que sigue sus pasos en la carrera militar.

“Somos de Puerto de Santa María. Yo estoy en primero y, como él no podía, he venido a recoger el premio”, comentaba Álvaro, al que acompañó la subdirectora del CUD de Marín, Belén Barragáns. “Francisco Javier se encuentra desplegado y qué mejor embajador que su propio hermano”, añadía.

Otra de las anécdotas del acto la protagonizó la secretaria de la UVigo, María José Bravo Bosch, encargada de llamar a los premiados. Una de las convocadas era María Elisabet Barreira, cuya tesis dirigió y a la que besó sobre el escenario para felicitarla de nuevo.

  • "Estoy en primero y he venido a recoger el premio por mi hermano"

    Álvaro Vélez Peinado, alumno del CUD de la Escuela de Marín

Para su discurso, el rector recurrió a sus habituales diapositivas, que le sirvieron de apoyo para mostrar a los presentes “los hilos que construyeron la UVigo” y los que siguen tejiendo una universidad “muy especial” y que puede “mirar de tú a tú” a cualquier otra institución europea.

Manuel Reigosa recordó los centros sobre los que sustentó la creación de la UVigo: la Facultad de Comercio y la antigua Peritos de Torrecedeira, y el CUVI. Destacó su preocupación por mantenerse cercanos a la sociedad y la empleabilidad de sus alumnos. “Si Vigo es la ciudad de la industria y la economía de Galicia es, en parte, gracias a sus egresados”, destacó.

También se refirió al potencial investigador, canalizado a través de sus centros, tres de ellos reconocidos de excelencia por la Xunta, y varios institutos. Y todos ellos en ámbitos en los que la UVigo es “sobresaliente” como las ciencias marinas, la biomedicina, las telecomunicaciones o las ciencias de los alimentos.

Recordó el máximo histórico logrado en 2023 al conseguir 39 proyectos europeos y el récord de ingresos por transferir el conocimiento desde los laboratorios al tejido económico e industrial, más de 6,6 millones de euros.

  • "Me apetecía mucho compartir este día con mi hija Lía"

    Mónica Rial Molanes, Premio Extraordinario de Doctorado

Reigosa apuntó asimismo que la “cercanía” de la plantilla docente e investigadora de la UVigo la “diferencia” en el panorama europeo y animó a los premiados a regresar a su universidad para formarse –”El conocimiento va a seguir creciendo”, apuntó– e incluso a intentar hacer carrera en ella.

En este sentido, señaló las “oportunidades” que suponen las jubilaciones masivas que vivirán todas las universidades españolas en los próximos años, más aún teniendo en cuenta que Vigo es la séptima más envejecida de todo el país y Santiago, la primera.

El acto contó con el acompañamiento musical de Mauro Maiño, al violín, Margarida Mariño, al violonchelo, y la soprano Mila Ut.