“Superyate” en oferta: 16 millones

El “Flying Manta” recala en Vigo mientras busca comprador

El yate “Flying Manta”, ayer en Marina Davila.

El yate “Flying Manta”, ayer en Marina Davila. / MARTA G. BREA

Lara Graña

Lara Graña

En la azarosa vida de los multimillonarios también hay hueco para las rebajas, que no es lo mismo gastarse 18 millones de euros en un yate de exploración que ahorrarse un par de ellos para otras cosas de lujo. Y así se presenta el Flying Manta, un buque construido en 2004 en Australia –con el nombre de Ophelia– y completamente reformado el año pasado para modernizar su interior, ganar tamaño e instalarle un helipuerto.

En octubre rebajó su precio hasta los 15.950.000 euros a los que se publicita en la compañía especializada de brokers Fraser. Este martes recaló en las instalaciones de Marina Davila, procedente de Gibraltar, previsiblemente a causa del mal tiempo.

Otra perspectiva del Flying Manta

Otra perspectiva del Flying Manta / Marta G. Brea

El Flying Manta navega bajo pabellón de las Islas Marshall. Está habilitado para acoger 12 pasajeros en seis estancias, además de a ocho miembros de la tripulación. Con 43 metros de eslora, la futura propiedad podrá disponer incluso de una oficina privada de 50 metros cuadrados, además de un camarote presidencial con profusa decoración en tonos tierra. Nunca ha sido arrendado, que es un factor que aprecian los bolsillos capaces de asumir un capricho de esta magnitud. El helicóptero, eso sí, no viene en el paquete.

Aunque para antojos, si este se queda pequeño, hay infinidad de opciones: como el Silver Edge, comercializado por la misma casa por 75 millones de dólares y que todavía está en construcción; el Amaryllis (2011), que se vende por 89 millones; o el más modesto velero Borkumriff IV, que solo cuesta 10,9 millones.

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