El Concello ya autorizó la reconversión en 24 viviendas de bajos por 1,3 millones de euros

La Xunta aprobó el jueves la flexibilización de normas para darles un nuevo uso y los alquileres

La reforma integral de un edificio en Sanjurjo Badía suma el 53% del presupuesto

El área suma 1.928 pisos turísticos

Aspecto del antiguo estaurante Atlántico enFátima, reconvertido enviviendas.

Aspecto del antiguo estaurante Atlántico enFátima, reconvertido enviviendas. / R. Grobas

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Un parche, una medida provisional o una nueva oportunidad; pero una medida realizable e inmediata al fin y al cabo. La difícil situación del mercado inmobiliario en Vigo ha encontrado en la flexibilización de normas para la conversión de bajos comerciales en viviendas un balón de oxígeno después de que el precio medio del alquiler por metro cuadrado se incrementara un 38,8% en ocho años.

La medida aprobada por la el Consello da Xunta de este jueves permitirá la reconversión “inmediata” de 2.000 locales en Galicia, sumándose a una tendencia acrecentada desde el estallido de la pandemia en Vigo. Según los datos de la Xerencia de Urbanismo, durante los dos últimos años se han concedido una quincena de licencias para obras y reformas, cambios de usos o primeras ocupaciones que se traducirán en 24 viviendas y una inversión de 1,31 millones de euros. Estos permisos han sido solicitados mayoritariamente por particulares y se distribuyen por todo el casco urbano, demostrando que no es un fenómeno de gentrificación concreto en ningún barrio.

Oficinas, almacenes y bajos inutilizados durante un lustro centran estas obras

A los ubicados en Martínez Garrido, Salgueira, Baixada a Mestre Chané, Alfonso X el Sabio, Bolivia, Camiño Sobreira (Alcabre), Tomás A. Alonso, Policarpo Sanz, Caleira y Fotógrafos Irmáns Sarabia que FARO avanzó el pasado mes de noviembre se suman ahora otros en las calles Zaragoza (71.142,200 euros para la adaptación y cambio de uso de 215 m² construidos entre dos plantas), Florida (70.000 euros para convertir oficinas en tres viviendas), Palencia (66.000 euros para 66,1 metros cuadrados) o Elio Antonio de Nebrija (junto a Torrecedeira, 22.000 euros para 63,50 m²). A ellos también se suma en el comienzo de Rosalía de Castro una inversión de 46.272,40 euros para la redistribución de espacios interiores y los nuevos acabados, instalaciones y saneamientos de los 96,2 metros cuadrados de una oficina.

Sin embargo, algo más de la mitad de esta inversión se concentra en el número 105 de Sanjurjo Badía, que vivirá una reforma integral en su envolvente exterior, escaleras hacia el garaje y ascensor, que incrementará sus dimensiones. El bajo comercial que una perfumería dejó sin uso hace un lustro acogerá dos viviendas, sumándose otras dos en la entreplanta que sirvió como almacén. Además, las diez viviendas existentes renovarán su interior.

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Este proceso de metamorfosis urbana afecta por igual a comercios, librerías, sucursales bancarias o incluso restaurantes. Y es que a pesar de que la hostelería ha superado a la industria en la recaudación total del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), la rentabilidad de las viviendas turísticas parece aún mayor.

Es el caso del antiguo Restaurante Atlántico, ubicado en el número 2 de la calle Fátima y a escasos metros de Vialia. Después de cerrar durante la anterior crisis económica y mantenerse durante la pandemia ha dado paso a ocho apartamentos recién reformados que se comercializan en AirBnB. Todos ellos están en el bajo y la capacidad de alojamiento oscila de 2 a 16 personas según disponibilidad, siendo la tarifa por noche es de 95 euros.

Salida a viviendas turísticas

Según los nuevos requisitos por parte de la Xunta, estos bajos deberán tener al menos 40 metros cuadrados de superficie. La altura de las ventanas será de 1,8 metros respecto a la vía pública, aunque se podría autorizar casos de menos distancia con un visto bueno de la administración autonómica. El sector inmobiliario estima que Galicia cuenta en estos momentos con 7.000 bajos vacíos, de los que 2.000 ya cumplen los nuevos requisitos aprobados.

Pese a que ya existen ejemplos de que una vivienda así puede contar con todas las comodidades de un piso normal, esta opción es aún vista con recelo por muchos ciudadanos. Es por ello que probablemente muchos de estos locales estrenen su nueva condición residencial como viviendas de uso turístico, algo que en otras ciudades gallegas como Santiago ya se ha extendido en los últimos años. La intención de la Xunta es que estas nuevas viviendas formen parte de la oferta de alquiler residencial, pero la posibilidad de que sean destinados a pisos turísticos quedará en manos de cada ayuntamiento, que establece una normativa propia

Fuentes del sector fijan en unas 1.300 las viviendas de este tipo actualmente en la ciudad, cifra que supera a la bolsa de alquiler disponible normalmente para todo el año. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, en el mes de febrero la cifra era de 953 viviendas y 3.914 plazas que se concentraban en los distritos del centro (1 y 3) además de Samil y otras playas en la parte occidental (el noveno).

Si a esa cifra sumamos los que se ofrecen en otros municipios turísticos del área metropolitana como Cangas, Moaña, Redondela y los del Val Miñor, la cifra asciende a 1.928 pisos y algo más de 9.000 plazas. Estos representan alrededor del 13% del total gallego.

Los objetivos de la reforma

  • Recuperar los bajos en desuso

    El sector inmobiliario fija en 7.000 los bajos comerciales en Galicia vacíos por el comercio electrónico, fusiones bancarias y otras causas.

  • Frenar la escalada en los precios

    La falta de oferta de alquiler ha provocado una escalada en los precios que podría moderarse con estas reconversiones.

  • El turismo como motor económico

    La utilización de estos pequeños pisos como vivienda de uso turístico ofrece más rendimiento económico a sus dueños.

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