Galicia podría convertir 2.000 bajos comerciales en vivienda de forma inmediata

La Xunta aprueba la flexibilización de normas para facilitar darse un nuevo uso a locales sin actividad y bajar el precio de los alquileres Daniel Domínguez

Alfonso Rueda en la comparecencia del Consello de la Xunta.

Alfonso Rueda en la comparecencia del Consello de la Xunta. / Xoán Álvarez

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

La Xunta acomete la flexibilización de requisitos para permitir la reconversión de bajos comerciales en vivienda, una norma que comenzó a tramitar en febrero y que permitiría darle ese nuevo uso de forma inmediata a 2.000 locales vacíos.

El Consello de la Xunta aprobó esta mañana un decreto para actualizar las normas de habitabilidad para que bajos comerciales tengan más fácil ser destinados a vivienda, pues en la actualidad los requisitos eran difícilmente alcanzables, según alegó el presidente del Ejecutivo Alfonso Rueda, que vinculó la nueva norma con el intento de paliar la “degradación del entorno” en zonas con muchos locales de este tipo vacíos.

Estos bajos deberán tener al menos 40 metros cuadrados de superficie y una altura de las ventanas de 1,8 metros respecto a la vía pública, aunque se podría autorizar casos de menos distancia con un visto bueno de la administración autonómica.

También se rebaja de 3,2 a 2,5 la altura mínima de los bajos, mientras que la de los entresuelos pasa de 2,5 a 2,4, al tiempo que se permite instalar sistemas de ventilación autónomos, ajenos a la salida de humos del edificio.

Además, se establece que la obligatoria vista exterior que deben tener dos estancias pueda comprender acceso a huertas, patios de luces u otros, sin necesidad de aprobar un cambio en el plan de ordenación municipal. Será suficiente un anexo de habitabilidad que luego autorice la Xunta. En los conjuntos históricos, una de las estancias con vistas al exterior podrá ser la cocina, y no obligatoriamente dormitorio y salón, como ahora.

7.000 bajos vacíos

El sector inmobiliario estima que Galicia cuenta en estos momentos con 7.000 bajos vacíos, de los que 2.000 ya cumplen los nuevos requisitos aprobados por la Xunta. A esas cifras se añaden los de propietarios que no anuncian sus propiedades a través de inmobiliarias.

“Se pretende facilitar el mayor número de viviendas posibles, para lograr alquileres más bajos y garantizar la calidad de vida de los gallegos a través de viviendas dignas”, expuso la vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, sobre la escalada de precios de los arrendamientos. En Vigo, por ejemplo, los alquileres se encarecieron más que en Madrid, Bilbao o Sevilla en los últimos ocho años y el precio medio del metro cuadrado está a 9,3 euros frente a los 6,7 que se exigían en 2015.

La intención de la Xunta es que estas nuevas viviendas formen parte de la oferta de alquiler residencial, pero la posibilidad de que sean destinados a pisos turísticos quedará en manos de cada ayuntamiento, que establece una normativa propia. “La limitación de uso turístico dependerá del ayuntamiento”, apuntan fuentes del Ejecutivo.

El decreto de la Xunta fija unas medidas que los concellos podrán variar para autorizar usos que no se ajusten a estos requisitos. En estos casos, deberán solicitar luz verde a la Xunta, que dispondrá de tres mese para analizarlos.