El mesocosmos de Toralla, un complejo único en Europa para replicar el medio natural

El CIM-UVigo cuenta con una infraestructura de referencia internacional para anticipar los efectos del cambio climático o estudiar técnicas de biorremediación frente a mareas rojas

Sandra Penelas

Sandra Penelas

En la Estación de Ciencias Marinas de Toralla (Ecimat) ya funciona a pleno rendimiento una de sus “instalaciones estrella”, un mesocosmos que permite replicar las condiciones del medio natural para hacer estudios sobre los efectos del cambio climático o los contaminantes, el funcionamiento de las comunidades marinas o la efectividad de la biorremediación. No hay ningún otro complejo similar en toda la Península y además es el único de Europa, y de los pocos en todo el mundo, situado en una zona de afloramiento costero, el fenómeno que explica la alta productividad de la ría viguesa, de la que capta el agua que abastece los experimentos a unos diez metros de profundidad.

El director del Centro de Investigación Mariña (CIM) de la UVigo, Daniel Rey, destacó ayer que esta infraestructura de “referencia internacional” no solo permitirá hacer investigación, sino también transferir resultados a la industria. También subrayó que la inversión de medio millón de euros ya ha sido superada por los recursos captados en proyectos, además de atraer talento y permitir colaboraciones internacionales.

El mesocosmos de Toralla, un complejo único en Europa para replicar el medio natural

La instalación de Toralla con los tanques exteriores / Ricardo Grobas

Rey presentó el complejo acompañado por el director de la Ecimat, José Manuel García, y el responsable de su Unidad de Oceanografía, José González. Ambos pusieron en valor la ventaja que supone para los investigadores, frente al trabajo de campo o en el laboratorio, poder manipular un gran número de variables –temperatura, salinidad, PH o nutrientes– de forma “casi ilimitada” y en grandes volúmenes de agua, lo que les permite reproducir de manera realista lo que ya está ocurriendo o anticipar el futuro.

“En el medio natural puedes hacer solo una medida, aquí al menos obtienes tres. Y esto le da mayor robustez a los datos”

José González

— Responsable de Unidad de Oceanografía

La instalación forma parte además de la red europea Aguacosm-plus, lo que facilita reproducir los mismos experimentos en estaciones marinas de otras regiones, como el Mediterráneo o el Báltico, siguiendo los mismos protocolos y técnicas estandarizadas.

Los expertos de la Ecimat apuntaron asimismo que la puesta en marcha del mesocosmos ha sido posible gracias a la elevada especialización del personal del CIM, que ya trabaja desde hace dos décadas con plataformas flotantes y otras estructuras temporales para el desarrollo de estos estudios.

La instalación se terminó de construir en 2020y, tras los primeros experimentos de prueba, está “plenamente operativa” desde el año pasado. Funciona con cuatro líneas de agua –natural y filtrada a temperatura ambiente y filtrada a 25 ºC y a 12 ºC– y su grado de monitorización, que recoge datos en tiempo real cada pocos minutos y lanza alarmas de forma automática, la sitúa entre las instalaciones más punteras en el mundo.

Los tanques están monitorizados en tiempo real y pueden reproducir mareas

En su gran tanque exterior de 67 m3 se realizan estudios en la columna de agua y en otros doce de menor tamaño (0,7m3) se estudian los organismos de los fondos marinos variando las condiciones de salinidad, temperatura y radiación solar o incluso simulando las mareas, posibilidad de la que disponen muy pocos centros.

El complejo tiene más tanques, tanto en el exterior como en el interior, así como un pequeño laboratorio y cámaras de congelación y refrigeración para realizar los primeros estudios antes de continuar el trabajo en el edificio principal de la Ecimat.

El mesocosmos de Toralla, un complejo único en Europa para replicar el medio natural

El mesocosmos de Toralla, un complejo único en Europa para replicar el medio natural / s. penelas

Experimento para combatir las algas tóxicas

Desde su puesta en marcha, el mesocosmos de la Ecimat ha acogido estudios sobre el impacto del aumento de la temperatura en la comunidad planctónica y la efectividad de la alcalinización como técnica para combatir la acidificación oceánica que están provocando las emisiones de CO2.

Y en cuanto las condiciones oceanográficas de la Ría lo permitan, los investigadores iniciarán un nuevo experimento relacionado con las mareas rojas.

“La elevada temperatura no favorece la proliferación de las microalgas tóxicas que las producen, pero en los últimos días ha entrado viento del norte y las aguas están más frías. Vamos a estudiar técnicas de biorremediación para combatir las mareas rojas”

José González

“Con esta infraestructura podemos estudiar varios tratamientos a la vez y contar con un mesocosmos control, sin manipular, para comparar resultados. La instalación se adapta a las necesidades de los investigadores y, al estar al lado del mar, las condiciones de luz y temperatura son las mismas”, añade.

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