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“Temíamos por los niños, y por ella también”

Familiares de Beatriz Lijó aseguran que su exmarido “le hacía la vida imposible” y que los pequeños “siempre lloraban cuando iban con él | “Él ahora tenía mucha rabia porque estaba pendiente de si las visitas iban a seguir o no”

La comunidad educativa concentrada ayer frente al concello de Redondela.

La comunidad educativa concentrada ayer frente al concello de Redondela. / RICARDO GROBAS

N.P.

Nunca lo denunció ante las fuerzas de seguridad, pero el calvario al que Ángel Rodríguez da Costa sometió presuntamente a Beatriz Lijó Gesteira durante años hasta acabar con su vida la noche del domingo era conocido por su familia y amigos. Tanto, que a su entorno más cercano le inquietaba que algo les pudiera suceder. “Yo temía por los niños, y por ella también, pero nunca te imaginas que pase algo así”, explicaba ayer ante las cámaras de RTVE Domingo Castro, un primo de ella, a tan solo unos metros de la casa donde tuvo lugar la tragedia, en el barrio baionés de A Percibilleira.

Allegados de la víctima se acercaron ayer a la vivienda a media mañana poco después de que llegase un equipo del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil. Los investigadores regresaron para tomar huellas y muestras en toda la finca con el fin de reconstruir cada detalle del crimen, en busca de pruebas que permitan incriminar al presunto homicida antes de su puesta a disposición judicial, prevista hoy.

Muy afectados, los familiares trataban de explicarse lo ocurrido. “Él le tenía mucha rabia a ella, y desde que le quitaron la custodia más aún. Le hacía la vida imposible”, señalaban. Creen incluso que últimamente tenía “todavía más rabia” ante la posibilidad de que el juzgado le limitase el régimen de visitas a sus hijos. “Estaba pendiente de si iba a seguir con las visitas o ya nada”, comentaban los parientes. Y es que el tribunal de Familia seguía el caso y había decretado hace dos meses retirarle a Ángel la custodia de los pequeños. Hasta entonces la habían compartido ambos progenitores, pero modificó las medidas tras detectar el colegio señales de alarma en uno de los niños cada vez que volvía de pasar la semana con el padre.

En casa, los pequeños también se mostraban reacios a marcharse con él. “Siempre lloraban cuanto iban con el padre. Cuando estábamos reunidos la familia y se tenían que marchar lloraban”, apuntaban. Los allegados argumentaban incluso que era tan frecuente el malestar de los niños cuando se encontraban o despedían de su progenitor que “algún vecino oyó los lloros el domingo y lo asoció a eso”, sin alarmarse por lo que podía haber sucedido.

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Agencia ATLAS

El vecindario continuaba ayer en estado de shock por la trágica muerte de una vecina de toda la vida y recién llegada a la vez. Beatriz nació y se crió con sus padres y sus tres hermanos a unos cien metros, pero había permanecido fuera durante sus años de juventud, trabajando en Barcelona y Madrid. En cuanto pudo regresar, se construyó una vivienda unifamiliar y allí se trasladó con sus pequeños este verano. “¡Qué poco pudo disfrutar de la casa!”, lamentaban en el entorno algunos vecinos que coincidían en calificarla como “una buena chica”. Como abogada y funcionaria de Hacienda, Beatriz no dudaba en ofrecer ayuda a los que la rodeaban. “Si tenía que arreglar algún papel ella siempre me decía que se ocupaba”, señalaban.

La consternación se palpaba en el ambiente. Casas cerradas y pocas palabras. “A xente está triste porque isto é tremendo. Aquí nunca pasou nada de nada. Nin un roubo, nada. Esto é Baiona, pero é como unha aldea pequena”, señalaba Laureano Rodríguez, otro de los apesadumbrados residentes en el entorno.

Apenas los furgones de reparto y los coches patrulla interrumpen el silencio en el barrio desde la noche del domingo. Eso sí, han sido varios los curiosos del municipio que se han pasado por allí para “ver dónde pasó una cosa tan terrible”, comentaba uno de ellos ayer ante la casa. Otros acudieron para presentar sus respetos a la víctima de alguna manera. Alguno incluso se acercó para dejar dos rosas blancas en recuerdo a Beatriz junto a la puerta de la que fue su casa.

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R. V.

Concentración en A Ramallosa

Hoy está prevista otra concentración de repulsa ante el asesinato machista de Beatriz Lijó. Será a las 20.00 horas en la alameda de A Ramallosa y la convocan dos colectivos feministas del Val Miñor: la Asociación de Mulleres Area Loura y el Comando Ghichas.

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