Un cuarto de siglo de intentos (fallidos) de Portugal para lograr el tren de Alta Velocidad

João Galamba es el 14º ministro que asume este proyecto desde los 90 | España ya ha comenzado la conexión entre Galicia y Oporto con el estudio de la Salida Sur de Vigo

Un cuarto de siglo de intentos lusos para lograr el tren de Alta Velocidad

Un cuarto de siglo de intentos lusos para lograr el tren de Alta Velocidad / Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

20 de mayo de 1998. En las vísperas de la celebración de la Exposición Universal de Lisboa, Galicia queda unida definitivamente a todo el país luso mediante una autopista al inaugurarse el tramo entre Valença y Ponte da Lima. A la inauguración acuden José María Aznar, que regresa rápidamente a Madrid desde Peinador para ver al Real Madrid levantar su séptima Copa de Europa ante el Ajax, y su homólogo portugués Antonio Guterres.

El primer ministro aseguraría durante el acto que la Alta Velocidad entre Vigo y Oporto estaría concluida “en unos años”, continuando así la modernización que estaba viviendo el país gracias a infraestructuras y eventos –culminando con la Eurocopa de 2004– y que tendría en la Expo’ 98 su gran hito global. De hecho, confiaría la organización de la misma a su ministro de Asuntos Parlamentares, un joven y desconocido Antonio Costa.

Un cuarto de siglo después, el Real Madrid suma catorce Champions en su palmarés, Guterres es secretario general de la ONU y aquel abogado lisboeta, jefe del ejecutivo con una amplia mayoría absoluta. Pero del tren rápido entre las dos mayores ciudades de la Eurorregión, ni rastro.

La crisis desatada en el seno del Gobierno Costa después de la dimisión de Pedro Nuno Santos el pasado 29 de diciembre ha vuelto a hacer temer lo peor al norte del Miño, donde se han visto desfilar catorce ministros con competencias en infraestructuras y un sinfín de plazos e inversiones prometidas sin llegar a ejecutar ni una sola obra. De esta forma, el nombramiento de João Galamba (Lisboa, 1976) deberá ser definitivo para lograr el AVE entre Vigo y Oporto.

Secretario de Estado de Energía desde 2018, este economista doctorado en la London School of Economics ha sido el artífice mecanismos como la “excepción ibérica” en el tope al gas o el impulso al hidrógeno verde. Y aunque las cuestiones aeroportuarias deberán ser su principal diferencia respecto a su predecesor –desautorizado por la elección de los terrenos para el nuevo aeropuerto de Lisboa en junio y “dimitido” por las indemnizaciones de la TAP– el ferrocarril seguirá siendo su principal motor hacia el futuro.

Acusado de corrupción y prevaricación por parte de la oposición e integrante de la “guardia lisboeta” de diez miembros que ha formado el ex-alcalde de la capital en su gabinete, Galamba también cuenta con un carácter polémico en sus redes sociales e intervenciones.

En ellas aún se pueden leer numerosos comentarios a favor de la Alta Velocidad como elemento esencial para la transición ecológica y criticaba a los gobiernos que, hace una década, decidieron dar carpetazo a un proyecto que formó parte de la agenda de hasta media docena de Cumbres Ibéricas a comienzos de siglo.

Como número dos en este departamento tendrá a Frederico Francisco, que asumirá el puesto de Secretario de Estado de Infraestructuras, guardando algunas semejanzas con su homóloga española, Isabel Pardo de Vera. De carácter claramente técnico, es físico e ingeniero aeroespacial de formación.

Sin embargo, desde su entrada como asesor de Pedro Nuno Santos en 2019 ha asumido la elaboración de los Planes Nacionales Ferroviarios de 2030 y 2050 con los que el país pretende dejar atrás su atraso en la materia.

España comienza la carrera

Salvo nuevas sorpresas, Galamba será el encargado de inaugurar el primer tramo de Alta Velocidad del país vecino. Se trata de los 90 kilómetros entre Évora y Elvas y cuyas obras deberán estar finalizadas en diciembre de este año, dando servicio al puerto de Sines o la conexión entre Lisboa y Extremadura.

Esta línea compatibilizará servicios de pasajeros a 250 km/h con trenes de mercancías de hasta 750 metros y llega tras una inversión de 422 millones de euros.

Sin embargo, la verdadera carrera se dará en la frontera norte con Galicia. Pedro Nuno Santos instó a España a “dar corda aos sapatos” para que ambos gobiernos finalizaran a la vez las obras en 2030. La respuesta del Ministerio de Transportes llegaría ya en otoño después de que Costa presentara su cronograma de trabajo y cifras de inversión.

La Secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, aseguraba a FARO que “el AVE a Oporto en 2030 es perfectamente realista” y que “nosotros llegaremos igual o antes”. Mes y medio después, el Ministerio licitaba el estudio informativo de la Salida Sur ferroviaria de Vigo por 1,2 millones de euros y 18 meses de trabajos.

Los otros gobiernos que lo intentaron

  • Aznar y Guterres (1998)
UNA UNIDAD DEL EJERCITO PORTUGUES RINDE HONORES A LOS PRESIDENTES AZNAR Y GUTERRES en la inauguración de la autopista entre Lisboa y Valença

UNA UNIDAD DEL EJERCITO PORTUGUES RINDE HONORES A LOS PRESIDENTES AZNAR Y GUTERRES en la inauguración de la autopista entre Lisboa y Valença / Ricardo Grobas

La inauguración de la autopista entre Valença y Lisboa antes de la Expo espoleó la idea de la LAV entre Vigo y Oporto.

  • Zapatero y Sócrates (2009)
Un cuarto de siglo de intentos lusos para lograr el tren de Alta Velocidad

Un cuarto de siglo de intentos lusos para lograr el tren de Alta Velocidad / Víctor P. Currás

Los líderes socialistas fijaron en 2013 la puesta en servicio del tren rápido cuando ya estaban los estudios en marcha.

  • Rajoy y Pasos Coelho (2012)
Un cuarto de siglo de intentos lusos para lograr el tren de Alta Velocidad

Un cuarto de siglo de intentos lusos para lograr el tren de Alta Velocidad / Víctor P. Currás

La grave crisis económica y la Troika enterraron los proyectos a ambos lados del Miño, perdiendo una nueva década.

  • Sánchez y Costa (2022)
Un cuarto de siglo de intentos lusos para lograr el tren de Alta Velocidad

Los responsables de Transportes de España y Portugal, durante la Cumbre Ibérica de Viana en 2022 / Víctor P. Currás

Parecía que Viana do Castelo sería era el lugar para un anuncio histórico el pasado 4 de noviembre. Pero la última cumbre, en la que se reunieron los equipos de Transportes en privado, terminó de vacío y sin acuerdos.