Una viguesa atrapada en Perú: “Es agobiante”

El golpe de Estado frustra el plan turístico de la joven de 22 años Candela Álvarez y tres amigas, alojadas en un hostal de Cuzco

Elisa Valles, Claudia Sala y 
Candela Álvarez (a la dcha.),
en Cuzco, cerca del hostal.

Elisa Valles, Claudia Sala y Candela Álvarez (a la dcha.), en Cuzco, cerca del hostal. / Borja melchor

Acabó su semestre de intercambio en la Universidad Diego Portales de Santiago de Chile y puso rumbo a Perú, adonde llegó el pasado sábado, con la intención de descubrir los encantos del país andino antes de visitar México y cruzar el charco para regresar a España, pero el plan se truncó tras el autogolpe de Estado promovido por el presidente peruano electo hace solo un año y medio, Pedro Castillo, en prisión desde hace más de una semana. Es la historia de Candela Álvarez, una viguesa de 22 años que está atrapada en Cuzco junto a un grupo de estudiantes. El estado de emergencia declarado el miércoles por el Gobierno de Perú ante el aumento de las protestas derivó en el cierre del aeropuerto de la ciudad en la que se encuentra. “Estoy casi todo el día metida en el hostal con tres amigas de Navarra, Bilbao y Toledo”, reconocía ayer.

La joven, estudiante de cuarto de Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid, aseguraba que casi no les había dado tiempo a hacer turismo en Perú. “Nos cancelaron la visita al Machu Picchu debido a las revueltas por el encarcelamiento del expresidente ya el primer día y decidimos ir a la Montaña de los Siete Colores. Fue el único lugar al que fuimos. Solo salimos a la calle a comprar comida y bebida y a comer. Estaba abierta una cafetería cerca, pero hubo una revuelta en la calle y la precintaron”, indicaba antes de apuntar que hay unos 60 estudiantes españoles en la misma situación. “Seguramente, nos mudemos de hostal para estar con más gente de España. Hay otra persona más de Vigo, somos dos. Estamos tranquilas porque sabemos que estamos seguras dentro del hostal, pero es agobiante la incertidumbre, no saber si podremos retomar el plan o volver a casa”, anotaba.

Explica que pasan el tiempo dentro del alojamiento “jugando a las cartas y charlando a la espera de que se solucione la situación” en un patio abierto al que dan las habitaciones. No tienen cocina, pero se arreglan con los negocios cercanos. Esperan noticias en un grupo de WhatsApp creado por el consulado de España en Cuzco. “El lunes, al ser conscientes de la gravedad de la situación, fuimos a pedir ayuda y nos dijeron que rellenásemos un formulario con nuestros datos. Nos metieron algo de miedo, nos explicaron que teníamos que irnos cuanto antes, pero es imposible, el aeropuerto está cerrado”, indicaba Candela. Señalaba que el objetivo es llegar a la capital peruana, Lima.

Destacaba que se informan de lo que sucede en el país a través de noticias que leen en internet, pero lamenta la existencia de bulos. “Llegamos a leer que el aeropuerto abriría al día siguiente y era mentira. Hay muchas noticias falsas. Cada día, dicen una cosa distinta. Hay mucha desinformación”, comentaba tras indicar que se comunica con sus padres por WhatsApp cuando tienen acceso a una red wifi: “La del hotel, por ejemplo, pero va muy mal, no es buena la conexión”.

El vuelo a México está programado para el día 19, pero no sabe si lo podrá coger. Viajará al país azteca con una de las compañeras con las que se aloja en el hostal. “Espero poder subirme. Hace unos días, lo tenía claro; ahora, tengo mis dudas”, reconocía. El avión para regresar a España sale el 27 de este mes. “Nos da mucha pena no haber podido conocer más el país”, aseveraba horas antes de salir a hacer compra en el supermercado. Más problema tienen sus otras dos amigas, que tienen el vuelo para volver a España el día 20 con salida desde Santiago de Chile. “Hemos intentado contactar con compañías aéreas para buscar soluciones, pero no nos dan porque nadie sabe cuándo se restablecerá la situación”, apostilla.

La ayuda de los padres

Sus padres ayudan desde Vigo para que la situación se aclare cuanto antes. La madre de la joven, Chus Castrillo, aseguraba ayer a FARO que la familia estaba muy tranquila hasta antes de ayer, cuando conocieron la entrada del país en estado de emergencia. “Pensábamos que la situación se iba a resolver más rápido, pero parece que cada día va a peor”, lamentaba. Llamaron a varios consulados de España, pero no les cogieron el teléfono. Sí les echó una mano el Ministerio de Asuntos Exteriores: “Nos dijeron que no nos preocupásemos y que hay muchos estudiantes en la misma situación. Fueron superamables”.

La familia de la joven viguesa espera que permitan salir a los extranjeros para regresar a sus casas. “Por lo que nos dice nuestra hija, Cuzco está muy tranquila, pero ya le hemos dicho que salga en cuanto pueda al país que sea para poder regresar a España, ya se verá después de qué manera”, apuntaba.

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