"Somos capaces de cumplir los requisitos": Las claves de la candidatura de Vigo al Mundial 2030

Parecía una carreraperdida y en la que los requisitos de la FIFA parecían inalcanzables, pero Vigo peleará finalmente por ser sede al Mundial de fútbol de 2030. Así lo confirmaba el alcalde, Abel Caballero, tras estudiar los aspectos de la candidatura de la ciudad y el Estadio de Balaídos para la cita que España y Portugal aspiran a organizar.

Una semana después de que la RFEF la incluyera dentro de la quincena de estadios que pasaban el primer corte tras recibir las propuestas de las comunidades autónomas, el Concello va más allá y asegura que tras realizar los estudios pertinentes que en este momento "creemos que somos capaces de cumplir todos los requisitos" para poder ser sede.

Se inicia así un período de tres meses en los que el gobierno municipal, el arquitecto Pedro de la Puente y los técnicos municipales deberán trasladar a la federación presidida por Luis Rubiales y al CSD su propuesta definitiva para adecuarse a las exigencias de la cita.

En esta pugna por entrar en la terna de once sedes asignadas a España estará también A Coruña, quien ha visto en la postulación de Riazor una oportunidad perfecta para reformar todo el entorno de su estadio municipal y acometer otras obras de envergadura.

¿Cuáles son las próximas fechas clave?

El Concello y la Xunta tienen hasta el 30 de septiembre para revisar los requisitos y firmar los documentos requeridos para formar parte de la candidatura. Algunas sedes que no los cumplen actualmente, como A Coruña y Las Palmas; ya han avanzado en qué consistirán sus proyectos.

El mes de octubre será clave para que la Real Federación Española de Fútbol compruebe dichos documentos (entre los días 3 y 14) y se puedan subsanar los posibles errores entre el 17 y 28 del mismo mes.

De esta forma, el 11 de noviembre se producirá la evaluación final de las sedes para la candidatura de España y Portugal; último paso antes de configurarse el dossier definitivo que se enviará a la FIFA.

No se descarta que en los meses previos se produzcan visitas de la propia RFEF a Balaídos para comprobar in situ cómo serían esas obras.

La elección final por parte de la organización presidida por Gianni Infantino tendrá lugar en su 74º congreso en el segundo trimestre de 2024.

¿Qué requisitos le reclaman?

Las exigencias de la FIFA sobre los estadios incluyen aforo mínimo de 40.000 espectadores netos en la fase de grupos, debiendo sumar otras 3.000 localidades para los compromisos con autoridades y patrocinadores. Además, se requieren servicios que supongan valorar la instalación como de cuatro estrellas y la disponibilidad completa del estadio como mínimo un mes antes del torneo.

La infraestructura debe incluir además una zona exterior que permita la instalación de los servicios de televisión y seguridad; 5.000 plazas de aparcamiento próximas al estadio en los días de partido; tres o cuatro hoteles de cinco estrellas a una distancia de la sede menor de 40 kilómetros; aeropuerto y centro ferroviario de primer nivel y al menos cuatro subsedes o centros de entrenamiento a menos de 40 kilómetros; centros médicos y hospitalarios.

Es por ello que Vigo y Balaídos cumplen algunas de estas condiciones, por lo que podría establecerse como cuartel general de alguna selección al igual que hizo Italia en 1982 antes de proclamarse campeona del mundo.

¿Cómo se alcanzará ese aforo?

Es la gran incógnita que deberá resolver Pedro de la Puente en las próximas semanas. La reforma del estadio de Balaídos que están ejecutando Concello y Deputación contempla un máximo de 32.000 espectadores en el nuevo coliseo celeste. Y es que ni las administraciones, ni el club, ni la propia afición habían valorado hasta la fecha un número mayor de localidades teniendo en cuenta la asistencia habitual a los partidos del Celta o el futuro del aficionado.

El arquitecto de la reforma y los técnicos municipales deberán "encontrar" la forma de introducir casi 10.000 localidades en la nueva grada de Gol, cuyo proyecto aún no está definido pero que iba a ser similar al de Marcador, actualmente en su recta final.

Actualmente podría instalarse una segunda fila de palcos de prensa y VIP en Tribuna o incluso aprovechar para instalar algún tipo de grada en voladizo. Sin embargo, cualquier actuación de gran calibre obligaría a redefinir un proyecto que suma varios años de retraso.

En el caso de Riazor se ha optado por rebajar el nivel del terreno de juego para ganar cinco filas en todo el perímetro del mismo, aunque esta solución parece descartable en Vigo ante la presencia del cauce del río Lagares y los distintos colectores de aguas pluviales que tratan de evitar nuevas inundaciones.

¿Cuáles son los rivales de España y Portugal?

Tras la retirada de Inglaterra -que se centrará en la organización de la Eurocopa del 2028 con Reino Unido e Irlanda- la candidatura ibérica se ha garantizado el apoyo de todas las federaciones de la UEFA al ser la única representante europea.

Por el momento, solamente se ha lanzado de forma oficial la propuesta sudamericana de Argentina, Paraguay, Uruguay y Chile. Con el centenario del primer mundial organizado en Uruguay en 1930 como principal baza emocional, la propuesta requerirá una importante . Además, las deficientes comunicaciones entre los países, la seguridad o la propia economía de la región actúan en su contra.

Aún así, se especula con una posible candidatura de China que permitiría demostrar al gigante asiático su poderío una vez superada la crisis del coronavirus que se originó en Wuhan.

También Marruecos, quien en un primer momento iba a organizar esta misma cita con los dos países de la Península Ibérica, ha mostrado su interés en postularse para volver a llevar el Mundial a África a pesar de no contar con las infraestructuras requeridas.

¿Podría jugar en contra la cercanía a Oporto y A Coruña?

Un argumento esgrimido en contra de esta candidatura sería además la cercanía a una de las tres únicas sedes portuguesas o la elección de A Coruña en Galicia.

Lo cierto es que Riazor y Balaídos compartieron condición de sedes en el Mundial del 82 -acogiendo los partidos del grupo E en la primera fase- y fueron juntas en la candidatura fallida para el del 2018.

Y al sur del Miño, a pesar de que do Dragao se encuentre a hora y media de Vigo, será la única opción para los más de 4 millones de personas que viven en la mitad norte del país.

En el resto de España se dan por seguras las sedes de Bilbao y San Sebastián ya que el Nuevo San Mamés y Anoeta son de los estadios más modernos del país, a pesar de que están solamente a 100 kilómetros de distancia.

¿Qué otros intereses hay en juego?

Concello, aficionados, RFEF, Ministerio de Deportes y la propia Xunta han incidido en la importancia de que Vigo y Galicia sean sede de un evento como este dada su relación económica, histórica y social con Portugal. Descartada cualquier tipo de candidatura en Extremadura -el Nuevo Vivero de Badajoz contemplaba una ampliación hasta las 48.000 localidades para el 2018-- y con Sevilla como única sede andaluza a más de dos horas de cualquier ciudad relevante al otro lado de la frontera; la ciudad olívica se confirma como la mejor posicionada para escenificar esta hermandad.

Otro de estos aspectos clave serían las infraestructuras que se verían impulsadas con la celebración del evento, especialmente en el ámbito de la movilidad. El Ministerio de Transportes lleva trabajando varios meses para que las líneas de Alta Velocidad entre Madrid y Lisboa o Vigo y Oporto estén ya en desarrollo cuando la FIFA designe a la sede final.

La línea entre ambas capitales se encuentra bloqueada entre Toledo y Extremadura y ha sido caballo de batalla entre ambos gobiernos; mientras que la que prolongará el actual Eje Atlántico es la prioridad número uno del gobierno luso. El objetivo del ministro de Infraestructuras, Pedro Nuno Santos, es que en el año 2030 esté en servicio el nuevo trazado entre Braga y Valença que permita reducir a una hora el viaje entre las dos mayores ciudades del noroeste peninsular.

Tanto él como el embajador luso en España han reconocido que el Mundial sería un importante revulsivo para estas obras, aunque por el momento no se conoce su alcance.

Después de los últimos tres mundiales, la idea es transmitir un mundial en un territorio "cohesionado" y atractivo en términos ecológicos. Atrás quedarían los de Rusia 2018 y Estados Unidos, México y Canadá en 2026 con varios miles de kilómetros entre sedes. En el extremo contrario, la cita que se desarrollará en Qatar este otoño y que ha obligado a construir estadios con sistemas de aire acondicionado y condiciones laborales más que discutibles.

Es por ello que otras sedes, como la de Las Palmas, podrían perder opciones a pesar de su mayor oferta hotelera al obligar a desplazar a varios miles de aficionados, periodistas y directivos en avión hasta las Canarias.