Balaídos opta a ser uno de los estadios que acojan la Copa del Mundo en 2030. La candidatura ibérica incluirá once campos españoles y tres portugueses. El alcalde olívico, Abel Caballero, aseguró ayer: “Vigo está en la carrera”. Caballero sustenta con documentos su afirmación. Federación Española (RFEF), Xunta y Celta confirman su relato. Una representación viguesa asistirá a la reunión técnica que la RFEF ha convocado este jueves en Las Rozas.
Administraciones y agentes habitualmente enemistados se alinean. Persisten fricciones. El vicepresidente de la Xunta, Diego Calvo, remitió al Concello de Vigo los requisitos de la RFEF el 7 de julio. El plazo para manifestar interés había concluido el 4 de julio. No debería contar. La Xunta ya había oficializado la propuesta de Balaídos y Riazor. El Celta se integrará en la comitiva que viaje a Las Rozas. Pero sin que eso modifique su valoración negativa de cómo se está acometiendo la remodelación de Balaídos.
España y Portugal se han asociado en la conocida como candidatura ibérica al Mundial 2030. Compiten con un conglomerado sudamericano (Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile) y con Marruecos. España y Portugal se sienten favoritas. Pero ya han sufrido recientes decepciones. El proceso de elección se inicia este año y culminará en 2024.
El ministro de Deportes, Miquel Iceta, remitió a las comunidades autónomas el documento base de requisitos el 14 de junio. Fijaba la fecha límite en el 4 de julio. La Secretaría de la Vicepresidencia Segunda de la Xunta remitía esta documento al Concello de Vigo el 7 de julio. Y el propio vicepresidente segundo de la Xunta, Diego Calvo, enviaba ese mismo día al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, otra misiva. Le recordaba que Vigo y A Coruña habían participado en el Mundial en 1982 y que Riazor hubiera acogido el Mundial de Clubes de 2001 si se hubiera celebrado. Con este y otros argumentos le pedía a Rubiales que flexibilizase las especificaciones. Sin mencionarlo, preocupa el aforo de 40.000 espectadores, que ni Balaídos ni Riazor cumplen. Rubiales contestó el 8 de julio. No puede modificar los requisitos, que fija directamente la FIFA. Anima a realizar las reformas necesarias. Y pedía a la Xunta que concretase estadios. Como prueba de que la Xunta incluyó a Balaídos, Rubiales convocaba a Abel Caballero el 11 de julio a la reunión en Las Rozas del jueves 14, donde se explicará el proyecto a todos los aspirantes. A la reunión debe acudir un miembro del club inquilino. El Concello contactó con el Celta ayer por la mañana.
Abel Caballero ha detallado esta secuencia de hechos al hilo de una información dominical del diario Marca, que toda la prensa española replicó. En ella figuraban como demandantes Camp Nou, Cornellá, Santiago Bernabéu, Metropolitano, La Cartuja, La Nueva Condomina, el Estadio Gran Canaria, La Rosaleda, Mestalla, San Mamés, Anoeta, La Romareda, El Molinón y Riazor.
Los demás actores respaldan la versión de Caballero. “La RFEF no ha confirmado públicamente ninguna sede candidata”, aseguran fuentes federativas, que añaden: “Vigo sí está en el proceso como una de esas posibles sedes”. La Xunta concuerda. Desde el Celta afirman. “Todo lo que es bueno para Vigo es bueno para el Celta. Estaremos en la reunión de la RFEF del día 14. Mantenemos nuestras reservas sobre las obras del estadio”.
Abel Caballero, que revela gestiones con el ministro del ramo y con el presidente del Consejo Superior de Deportes, añade: “Queremos tratar los requisitos de la FIFA y cómo se puede hacer para adaptarnos. El presidente de la RFEF quiere que Galicia tenga una sede. Nosotros queremos ser la sede que se designe”.
Lo cierto es que ni Riazor (32.500) ni Balaídos (30.500, cuando concluya la reforma) alcanzan los 40.000 espectadores. Sucede con otros estadios pretendientes; algunos de ellos, en peores condiciones que los campos gallegos. El interés en realizar inversiones económicas en las obras, entre otros factores políticos y sociales, dictará la selección definitiva, que tardará alrededor de tres meses
Aparcamiento, servicios, hoteles...
Las exigencias de la FIFA sobre los estadios incluyen aforo mínimo de 40.000 espectadores en la fase de grupos, de 60.000 en semifinales y de 80.000 en la final; servicios que supongan valorar la instalación como de cuatro estrellas; disponibilidad completa del estadio como mínimo un mes antes del torneo. La infraestructura debe incluir además una zona exterior que permita la instalación de los servicios de televisión y seguridad; 5.000 plazas de aparcamiento próximas al estadio en los días de partido; tres o cuatro hoteles de cinco estrellas a una distancia de la sede menor de 40 kilómetros; aeropuerto y centro ferroviario; al menos cuatro subsedes o centros de entrenamiento a menos de 40 kilómetros; centros médicos y hospitalarios. Vigo y Balaídos cumplen algunas de estas condiciones. Podrían superar otras con cierta flexibilidad o contando con la colaboración de Zona Franca. La del aforo se antoja imposible por la modificación que supondría de la remodelación en curso. Los requisitos para que Afouteza ejerza como subsede o centro de entrenamiento son más asequibles: dos campos con las mismas dimensiones y hierba que la sede principal; instalación cerrada al público; salas y servicios de cuatro estrellas; iluminación mínima de 800 lux.
