La carrera para acoger algún partido del Mundial de fútbol de 2030 continúa en Vigo. Apenas 24 horas después de la reunión en Las Rozas con la RFEF y el Consejo Superior de Deportes, el Concello ha iniciado las conversaciones con el arquitecto Pedro de la Puente para "ver las posibilidades de ampliación del aforo" en el estadio de Balaídos.

El responsable de la reforma del estadio municipal, junto a los "ingenieros de la casa", será el encargado de buscar encaje a los 9.000 asientos extra exigidos por la FIFA para poder celebrar partidos de la primera fase de la cita en caso de que España y Portugal sean designadas como sede.

El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, señalaba que se están viendo todos los ámbitos técnicos y que "no descartamos nada por ahora" después de recibir toda la información de plazos y necesidades para que, más de 40 años después, la ribera del Lagares vuelvan a tener a las mejores selecciones del mundo.

De esta forma, el gobierno municipal valora positivamente la reunión mantenida ayer en la que participaron también representantes del Concello de A Coruña o el RC Celta. A la misma acudió un técnico de nivel A que ya estuvo presente en la candidatura ibérica del Mundial 2018 que finalmente no fue concedida.

Consciente de los cambios que supondrá sobre la actual reforma de Balaídos, el regidor señaló que "estamos viendo los proyectos, los costes y el conjunto de opciones para poder optar" a ese aforo mínimo de 40.000 asientos.

El objetivo de la federación es que las once sedes españolas definitivas se den a conocer a finales de septiembre y no se descartan nuevas interesadas. La otra alternativa gallega, Riazor, presentó ayer de la mano del Concello un proyecto de reforma que elevaría su aforo hasta los 40.200 espectadores respecto a los casi 33.000 actuales.

En él se rebajaría la cota del césped para ganar cinco filas de asientos en todas las gradas, se recolocarían los videomarcadores de los fondos y se reformaría la grada de Marathon, además de habilitar nuevas áreas VIP y de aparcamiento. Por el momento, se desconoce quién asumiría el importe de esta reforma.

En el país luso están confirmados los dos estadios de Lisboa (da Luz y Jose Alvalade) y el de Oporto (do Dragao) para evitar nuevas inversiones después de la Eurocopa de 2004.

Necesidades de aparcamiento

Además del aforo, la FIFA establece unos exigentes requisitos mínimos para lograr la catalogación de estadio cuatro estrellas que abarcan desde la capacidad hotelera a las plazas de aparcamiento. En ese sentido, se deben garantizar un total de 5.000 en las inmediaciones del recinto.

Esta ausencia de espacio para vehículos es una de las principales carencias del campo y el club la ha utilizado en múltiples ocasiones como excusa para justificar las bajas asistencias al mismo.

El último proyecto del Concello contempla la creación de un parking de 500 plazas bajo la Avenida de Citroën en colaboración con Zona Franca, mientras que Vegalsa y Alvariño levantarán uno de 2.000 en las proximidades de Castrelos.

En cualquier caso, Caballero señaló que no tiene por qué ser un impedimento ya que "hay grandes estadios de fútbol que no tienen ningún aparcamiento subterráneo", por lo que podrían buscarse soluciones provisionales durante esos cuatro partidos.