Repunte en la venta de test de antígenos en las farmacias viguesas

Esperanza González, titular de la farmacia Traviesas, ayer mostrando test de antígenos.

Esperanza González, titular de la farmacia Traviesas, ayer mostrando test de antígenos. / Marta G. Brea

Los registros oficiales de la Consellería de Sanidade hace unas semanas que no reflejan con fidelidad el número total de personas que están contagiadas. Especialmente porque muchos de los ciudadanos que dan positivo ya no avisan al Sergas y también por el hecho de que los autotest de antígenos que se hacen en casa ya no cuentan para esas cifras oficiales. Pero solo es necesario fijarse en los entornos personales y laborales de cada uno para certificar un creciente repunte de COVID en la última semana.

Hay personas infectadas que no guardan cuarentena al no tener síntomas (si los tienen sí que deben autoconfinarse), es decir, pueden moverse libremente, también trabajar, aunque usando mascarilla. Ese fin de las cuarentenas y también el adiós de la obligatoriedad de la mascarilla en interiores es lo que ha provocado el aumento de casos positivos.

Y fe de ello dan precisamente las farmacias viguesas. En esta última semana por ejemplo han notado un “importante” incremento en la venta de test de antígenos, tanto los de saliva como los nasales. En las diferentes boticas consultadas por FARO, están vendiendo una media de setenta pruebas autodiagnósticas al día. “Hay muchas personas que han dado positivo que compran varias unidades para repetirlo en los días siguientes y certificar que han pasado la enfermedad”, explica Esperanza González, titular de la farmacia Traviesas.

En Farmateis, ubicada en Sanjurjo Badía y que es una de las boticas con un mayor volumen de clientes de la ciudad, también están vendiendo de media unos setenta test diarios. “La gente se está llevando muchos, especialmente comparado con hace algunas semanas. Y todo tipo de perfiles: desde jóvenes hasta personas mayores”, explica Marta Comesaña, trabajadora de Farmateis.

Por lo general, el precio de la unidad de una prueba diagnóstica se comercializa a 2,94 euros, el precio máximo fijado por el Gobierno a principios de año.

Hay que recordar que en las farmacias, al igual que en los hospitales y en las residencias, el uso de mascarilla es obligatorio. Y salvo “algún despistado”, las boticas de la ciudad aseguran que la gente está cumpliendo esta norma y llevan el cubrebocas puesto para entrar en el establecimiento.

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