Adiós a Jesús Betanzos, un referente en el mundo de la náutica: “Era un trabajador incansable”

Bouzas despide al legendario empresario de efectos navales

Arriba, Jesús Betanzos navegando tras una inundación frente a su negocio en Bouzas. A la izda., en una de sus últimas apariciones.   | // FOTOS: ARCHIVO

Arriba, Jesús Betanzos navegando tras una inundación frente a su negocio en Bouzas. A la izda., en una de sus últimas apariciones. | // FOTOS: ARCHIVO / L.Cochón

Cientos de personas despiden hoy a “Suso” Betanzos, todo un referente empresarial en el mundo de los efectos navales. A sus 91 años se fue rodeado de su familia y dejando un gran vacío en el barrio de Bouzas, donde tenía su famosa tienda “Efectos Navales Jesús Betanzos”. Un negocio pionero que descubrió él mismo con una aguda mirada para vislumbrar las oportunidades empresariales. Los comienzos fueron duros. Forjado primero como marinero en Coruxo –como muchos hombres de su época– pronto empezó a moverse en la compra- venta de chatarra y aparejos de barcos. “O seu coñecemento do mundo mar valeulle para recolectar material de barcos que ían desguazar, arranxábaos e logo os revendía nun pequeno local que rexentaba coa súa muller. Despois veu a tenda a mediados dos anos 50 e soubo convertela en referente tanto en Galicia como no norte de Portugal en pesca e náutica deportiva”, explica Víctor Fernández, amigo personal de la familia.

“Era un trabajador incansable”

“Era un trabajador incansable” / L.Cochón

En aquel entonces su sistema de trabajo ya fue revolucionario. Mientras otros establecimientos trabajaban sobre pedido, Betanzos se dedicaba a buscar fábricas y tiendas en liquidación para comprarles todo su material y revenderlo. “Había que ter un gran almacén e el tíñao. Non hai peza que non tivera ou aparello que non estivera entre o amplo mostrario que colgan das súas vitrinas”, destaca.

Los años 80 fueron especialmente duros por el padecimiento de las continuas inundaciones que sufría Bouzas cuando subía la marea. FARO llegó a recoger su testimonio, así como una instantánea en la que con una gamela recorría la calle de su negocio para poder acceder a él. “Tiene esa foto enmarcada en la tienda. Directamente, en aquella época, cuando se inundaba, aquellas calles parecían los canales de Venecia. Un trabajador incansable. Siempre tenía una sonrisa en la cara. Es como todos lo recordamos aquí en Bouzas. Todos se acuerdan aquí cuando Jesús, junto a otros compañeros rescató con sus redes al submarino alemán hundido y siempre decía que había sido su pesca más grande”, señala Pepe Castro, patrón del Puerto de Vigo.

Otra faceta de Betanzos era su compromiso con los concursos de pesca y regatas de vela ligera que nunca dejó de patrocinar, igual que al equipo de fútbol de su Coruxo natal, del que todavía era socio. También era de sobra conocida su afición por las competiciones de falucho donde se rumorea que llegó a ser campeón del mundo. “Era “retranqueiro”, muy tranquilo y paciente. Fue un hombre hecho a sí mismo gracias al trabajo duro. Fundó una empresa desde abajo y su legado continúa hoy en día con su tercera generación trabajando en sus instalaciones. Eso no lo puede decir cualquiera, pero Jesús Betanzos sí”, subraya Manuel Veiga, vicepresidente del Liceo de Vigo y amigo próximo a la familia.

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