Continúan las reacciones políticas a la decisión del Ministerio de Ciencia de no trasladar a Vigo alguna de las sedes del Instituto Español de Oceanografía. Igual que hizo el miércoles con la conexión de Muy Alta Tensión (MAT) para la factoría de Stellantis, el alcalde volvió a mostrar su disconformidad con la decisión adoptada por el Gobierno central en uno de los principales objetivos de la ciudad para la próxima década.
Abel Caballero reforzó su apoyo “firme, total e incondicional” para que el IEO trasladara a Vigo parte de sus instalaciones, un proceso en el que Santander y Murcia le han tomado la delantera por el momento. Pero, en lugar de optar a las áreas de Pesquerías y Acuicultura, el regidor aspira a captar la coordinación general de toda la red.
Para lograrlo reivindica el millar de investigadores en oceanografía que hay entre la Universidade de Vigo, el Instituto de Investigacións Mariñas, Anfaco, el Marítimo-Pesquero o la Agencia Europa de Control de Pesca.
“Cuando se toma una decisión así hay que ver muchos índices, el conjunto”, apuntó ante el método empleado por la cartera de Diana Morant. “El Ministerio no lo quiere reconocer pero lo debe hacer, seguiremos luchando” sentenció sobre este “derecho” que la ciudad se ha ganado.
Es por ello que en el pleno del miércoles presentará una moción para solicitar al Ministerio la sede de coordinación. Ésta se debatirá junto a otra del PP en apoyo al IEO que insta al Gobierno a fijar la sede “central, administrativa y operativa”
Caballero también recuerda que este mismo Ministerio nombró recientemente a Vigo “ciudad de la Ciencia” y que la corporación le entregó las condecoraciones de Vigués Distinguido (2007) y la Medalla de Oro (2017) al IEO.
Medio Marino y coordinación
Aunque la batalla por las áreas de Pesquería y Acuicultura con un presupuesto anual de diez millones parece perdida, las miradas se centran ahora en las “joyas de la corona”. Cuando el ejecutivo anunció su intención de descentralizar las sedes de algunos organismos estatales, la del Instituto Oceanográfico parecía una de las más obvias en lo que a salir de Madrid se refería.
Sin embargo, los criterios impuestos por el equipo de Diana Morant cierran la puerta a que sus dos últimos departamentos salgan del distrito de Chamartín.
Se trata del área de Medio Marino, en el que los buques Ángeles Alvariño y Ramón Margalef son de referencia. Sin embargo, actualmente está dirigida por María Gómez-Ballesteros, quien tiene su plaza en la capital y dispone de un presupuesto de 2,56 millones.
La dirección ahora solicitada es ocupada desde junio del 2020 por el gaditano Javier Tomás Ruiz Segura, antes director del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía. Según el ministerio, solo si ellos mismos solicitan el traslado o se modifica el sistema de dirección llegarían a Vigo.
La Xunta tilda de “disparate y despropósito” el reparto
La respuesta institucional no se ciñe solamente al ámbito local. La Xunta de Galicia califica de “disparate y despropósito” el reparto de sedes propuesto por el Gobierno. El gobierno autonómico pide que se revele “cuales fueron exactamente los criterios científico-técnicos” y que es “incomprensible” que Galicia como principal potencia en el sector no haya tenido presencia en la decisión.
Al mismo tiempo, lamenta que se haya sido “totalmente arbitrario y nada serio” en este reparto ya que “no hubo un proceso selectivo como tal en el que pudiese participar”. Hay que recordar que el anuncio del traslado de Pesquerías a Santander se produjo el 13 de abril, fecha en la que Morant se reunió con el presidente cántabro Miguel Ángel Revilla.
Desde la Consellería do Mar recuerdan que en diciembre de 2020 trasladaron al ejecutivo central una proposición no de ley surgida del parlamento gallego en la que reclamaban un traspaso de competencias, “con previo saneamiento y rearticulación organizativa del IEO” de los centros en Galicia para que se integraran en la estructura de la Xunta.
Esta petición no tuvo respuesta y desde el departamento dirigido por Rosa Quintana apuntan a que seguirán insistiendo por un organismo “estratégico para la defensa de los intereses de la flota ante las instituciones europeas”. Pese a los “bandazos”, reiteran su colaboración para reflotarlo ya que tiene más de cien años de historia y es “vital” para el sector.
Además, desde la administración autonómica señalan que varios representantes, incluido Feijóo, urgieron a adoptar medidas para evitar el desmantelamiento de una institución que según algunos investigadores “se ha hundido”; además de mostrar su descontento con su integración dentro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
