Comenzó a detectarse a principios de año, y con el paso de los meses no parece que se encuentre solución. Es el “caos logístico” que ha provocado la pandemia en el transporte portuario de contenedores. Factores como su desinfección exhaustiva han derivado en la escasez de grandes unidades para transportar las mercancías por el mundo y las tarifas también se han disparado. Como era de esperar, el Puerto de Vigo ha acabado golpeado por esta crisis y el pasado febrero concluyó con el menor número de teus de los últimos diez meses, tan solo 15.154. Hay que remontarse a abril de 2020, en pleno estado de alarma y confinamiento para encontrar una cifra peor: 13.728, según los datos oficiales de Puertos del Estado.
El febrero pasado, FARO ya se hacía eco de este problema y recodaba que hace un año el envío de un container lleno de calamar a Qingdao (China) costaba, desde Vigo, 2.400 dólares (unos 1.960 euros); ahora la factura alcanza los 4.000 dólares (3.270 euros). Y a este caos se han unido en las últimas semanas dos “incertidumbres” más, como las ha denominado el presidente de la Autoridad Portuaria, Jesús Vázquez Almuiña: el nulo suministro de microchips para la automoción, que ya ha derivado en un Erte en Stellantis, y el cierre del Canal de Suez a causa del accidente de un carguero. Mientras el segundo “apenas ha tenido efectos en Vigo” y todo apunta a que el canal estará operativo pronto, la “crisis de los microchips” si tendrá efectos negativos en el balance de la terminal de Bouzas a la conclusión del ejercicio. Por de pronto, febrero concluyó con una reducción del 5,4% en el número de automóviles, si bien no se atribuye a la citada escasez, que sí se notará con fuerza a partir de los datos de marzo. Solo con las paradas de este mes se estima que dejaron de producirse 10.000 coches en la planta de Balaídos.
Vehículos y contenedores son los que sufren esta “inseguridad” y son los dos puntos fuertes del Puerto de Vigo. Vázquez Almuiña no ocultaba en el consejo de administración del pasado viernes su preocupación al respecto, después de constatar una caída global del tráfico en febrero de un 6,55%.
El descenso fue especialmente marcado en el embarque de chatarra y la descarga de productos laminados y aluminio, así como en pesca congelada y granito bruto. El presidente portuario admitía en aquella reunión que se “ha roto la tendencia” de los últimos meses”, que él situaba en julio, pero que en realidad se remonta a abril, hace casi un año. Aquel mes no se pasó de 13.738 teus (unidades) y desde entonces no dejó de crecer hasta el récord de diciembre con 22.923. Ahora baja de nuevo a 15.154, un 34% menos. Es el número de teus el que muestra con más claridad la escasez de contenedores, si bien las toneladas totales también ponen de manifiesto el bajón. En febrero fueron 223.194 toneladas, el peor balance desde agosto, con 212.014.
China recibe más de la mitad de todos los alimentos que exporta Vigo
Carne de cerdo, productos lácteos y conservas. Constituyen buena parte de la exportación de los alimentos que salen del Puerto de Vigo hacia otros países. Y más de la mitad de todo ello, en concreto el 51%, se dirige a terminales chinas. El cierre del Canal de Suez desde hace una semana (a la espera de que se solvente) ha generado “pocos efectos” en este tráfico, pese a que es una ruta obligada hacia aquellos puertos del Lejano Oriente. Oriente Medio y Libia son otros destinos de los alimentos vigueses, que hasta el momento se comportan de forma muy positiva, con un aumento del 60% en el acumulado de los dos meses de este año. También se registra un buen comportamiento en la fruta (un 97% más que en enero y febrero de 2020) y en las piezas de automóvil, que crecieron casi un 30%. Costa Rica, Brasil y Colombia son los principales proveedores de fruta, en especial de bananas, piñas y melones, mientras que las piezas de coches proceden en un 80% de Francia. De este modo, Francia y China son los principales socios del Puerto de Vigo, por delante de Estados Unidos y Brasil. En cuanto a la exportación de automóviles, en Bélgica el principal receptor, como punto de distribución para Europa, y se mantiene Reino Unido pese al Brexit. También destacan Italia y Turquía, en esta caso a pesar de la fuerte devaluación de su moneda.
Otro yate de lujo, el “Wayfinder”, se aprovisiona esta semana
No hay tres sin cuatro. Tras el A, el Azzam y las pruebas de mar del Sea Cloud, Vigo recibe esta semana a otro yate de lujo, aunque algo más modesto. Se trata del Wayfinder, de 70 metros de eslora y que acude el jueves a los muelles comerciales a aprovisionarse. En concreto, recogerá pertrechos para el helicóptero que lleva a bordo. Algunas fuentes indican que es un yate auxiliar de otro más grande, donde se almacenan los “juguetes” del propietario: motos de agua.
