Bastó poco menos de una semana para que Sergas y Povisa llegaran al acuerdo sobre uno de los puntos en los que el complejo concertado se siente más perjudicado con la aplicación del concierto de la Xunta: la adquisición de los fármacos hospitalarios de pacientes ambulatorios (no ingresados). Pero este acuerdo no bastaría. La gerente del hospital de la calle Salamanca instó a trabajar junto al organismo público en otras medidas complementarias al considerar que este primer acuerdo "podría llegar a no ser suficiente" para salir de forma sostenible y a medio plazo, de los resultados globales negativos.

Así lo plasmó María Luisa Brandt en una carta que remitió ayer a la plantilla del centro, justo cuando se cumplía una semana del comunicado público de la solicitud del preconcurso ante del Juzgado de lo Mercantil 3 de Pontevedra, con sede en Vigo.

La gerente del centro del Grupo Nosa Terra XXI sí considera que se está avanzando para lograr atajar la compleja situación económica que atraviesa, pero "no en la medida necesaria" para poder garantizar que a medio plazo "no nos tuviésemos que ver de nuevo en esta situación". En concreto, Brandt se refiere a las pérdidas generadas por el concierto con el Sergas, que cifra en 42 millones de euros y que habría lastrado sus últimas tres cuentas globales.

Tras las dos reuniones mantenidas con Sanidade -una tercera solo versó sobre cuestiones técnicas e informáticas para homogeneizar sistemas- María Luis Brandt destaca que la vía de solución "más significativa" que se trató es la "posibilidad" de la asunción directa por parte de la EOXI de Vigo de la medicación hospitalario a pacientes externos. Si bien podría oxigenar las cuentas de Povisa lo cierto es que el Sergas reduciría la parte de la cápita correspondiente a dicha medicación y que se cifra en 540 euros por paciente. "En este momento se ha empezado ya a trabajar por parte de Farmacia, en la implantación del sistema Silicon (aplicación informática que gestiona la dispensa de fármacos hospitalarios) en Povisa", recalca la gerente.

La medida acordada por el Sergas forma parte del listado de propuestas redactadas por Povisa para compensar las pérdidas y que fue entregada tanto al Conselleiro de Sanidado, Jesús Vázquez Almuiña, como al propio juzgado mercantil.

Periodo de adscripciones

Otra propuesta de gran calado tanto para Povisa como para el Chuvi y la totalidad de los pacientes del área sanitaria viguesa se centra en el cambio del centro de referencia para ser atendidos. El Sergas propuso que los pacientes que no puedan acceder a Povisa debido a la superación del cupo asignado -fijado en un máximo de 139.000 cartillas- puedan permanecer en una lista de espera e incorporarse al centro que elijan durante todo el año (en vez del periodo acotado a noviembre) a medida que se vayan produciendo bajas.

Aquí entra también el temor de muchos trabajadores de Povisa. Y es que auguran una fuga de pacientes alertados por la situación de preconcurso y que esta pérdida de cartillas revierta en despidos o EREs. De igual modo, y para facilitar los cambios de Povisa al Chuvi y viceversa, la administración sanitaria propuso instalar ya este año una aplicación electrónica para que no sea necesario desplazarse al centro en cuestión para reiterar la petición, tal y como avanzó ayer FARO. Su implantación puede implicar que el plazo de apertura para que los usuarios soliciten el cambio se aplace del tradicional 1 de noviembre al "10 o 15" del mismo mes.

Otro aspecto que también indicó la gerente sobre esta adscripciones afecta de sobremanera a cientos de usuarios. Y es que a partir de este año y con el fin de contribuir los cambios a Povisa, cualquier cartilla puede cambiarse independientemente de cual sea su centro de salud siempre y cuando haya un mínimo de 40 o 50 pacientes interesados. Esto no implica necesariamente un cambio de centro de salud, sino la asignación de un mismo médico del cupo de Povisa y la posibilidad de ser tratados en este hospital.