El frío golpea a 330.000 hogares en invierno mientras 221.000 sufren calor en verano

La diferencia de la pobreza energética en Galicia es del 50% en función de la estación del año

Es la segunda mayor brecha de España, tan solo por detrás de Aragón

Dos personas y un niño en A Coruña.

Dos personas y un niño en A Coruña. / V. E.

Daniel Domínguez

Daniel Domínguez

La llegada de una borrasca desplomará los termómetros en Galicia durante los próximos días e incluso situará la cota de nieve en los 800 metros. La caída de las temperaturas será especialmente molesta para María, que a sus 61 años contaba a FARO el pasado diciembre su experiencia al sufrir pobreza energética. “Paso el invierno tapándome con mantas porque no tengo para la calefacción ni para el agua caliente”, relataba.

El frío golpea cada invierno a 330.000 familias gallegas, incapaces de calentar su hogar por sus estrecheces económicas, mientras que en verano son 221.000 los que carecen de medios para refrigerarlo y sufren demasiado calor. Las diferencias entre estaciones representan un 50%, una brecha que solo es superada por Aragón, donde el diferencial es del 70% (36,3% de hogares sin una temperatura adecuada en verano y 21,4% durante los meses fríos), según el módulo de Condiciones de la vivienda y eficiencia energética de la Encuesta de Condiciones de Vida elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Estos datos desglosan por primera vez un baremo empleado para medir la pobreza energética, que cada año estima el porcentaje de hogares que carecen de recursos económicos suficientes para disponer de una vivienda a una temperatura adecuada, sin diferenciar entre frío y calor. Este módulo sí lo hace.

El único precedente en los registros del INE data del 2007, el momento de bonanza previo a la crisis financiera desatada por la quiebra del banco de inversión estadounidense de Lehman Brothers, que arrastró al sistema mundial. Entonces, el porcentaje de familias que no podían mantener un hogar caliente durante los meses fríos era en Galicia del 19,2%, un 50% menos que en la actualidad, si bien no aporta una estimación sobre la pobreza energética durante los meses calurosos, que en lugares del sur de Galicia, especialmente en el interior de Ourense resulta sofocante.

Las entidades sociales alertan de este fenómeno y de su impacto sobre los más pequeños, especialmente en un contexto de subida de precios en la cesta de la compra y del precio del alquiler, lo que golpea a las familias en situación más precaria. Ana Pardo, presidenta de la Rede Galega contra a Pobreza (EAPN Galicia) y la organización Provivienda, ya advertía el pasado diciembre de que los niños de esas familias sufrían enfermedades con mayor regularidad, algo que vinculaba al frío y las malas condiciones de sus pisos.

De hecho, las olas de calor y bajas temperaturas constituyen un peligro para las personas más frágiles, como las de avanzada edad. Y la bajada del mercurio resulta hasta cuatro veces más letal que un período sofocante, según las cifras del sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III. Durante el año pasado, fallecieron en la comunidad gallega 1.500 personas por causas atribuibles al frío frente a las 396 defunciones vinculadas al calor extremo.

LAS CLAVES

  1. Dos mil muertos por eventos extremos

    Las olas de frío causaron la muerte a 1.500 gallegos el año pasado y las de calor, a 396, según la red de control del Instituto Carlos III.

  2. Murcia, el lugar con los peores datos

    En Murcia, la pobreza energética durante los meses fríos es del 40,1% de los hogares y del 46,6% en los más calurosos.

  3. El dato gallego empeora en 14 años

    En 2007, el INE cifraba en el 19% el porcentaje de hogares gallegos que pasaba frío en los meses de invierno. Ahora, es un 50% más: el 29,4%.

Por comunidades, es Murcia la comunidad que lidera el porcentaje de familias que no pueden calentar su casa adecuadamente en invierno con un 40%, seguida de Andalucía y Extremadura, con un 34% en cada caso. Los porcentajes más bajos se registran en Navarra, con un 16,8%, y en Castilla y León, con un 18,5%.

En verano, Murcia, Andalucía y Extremadura registran de nuevo las cifras más elevadas, con un 46,6%, en el primer caso, y un 37% en los dos siguiente. Los datos más bajos se registran en Asturias, con un 16,7%, Cantabria (19,6) y Galicia (19,7%).

La encuesta del INE muestra también el impacto sobre el bolsillo de las familias para afrontar los gastos vinculados a la vivienda, concepto que engloba la cuota hipotecaria o el alquiler, pero también los gastos de luz, gas o comunidad, por ejemplo.

En este terreno, un tercio de las familias gallegas (33,9%) reconoce que esa carga económica les resulta “pesada”, un dato ligeramente por encima de la media estatal del 36,2%. Destacan, de nuevo, los datos de Murcia, con el 42,7%, y Andalucía, con el 40,5%, aunque también Cataluña alcanza el 40%.

En el caso gallego, otro 60,1% considera “razonable” esa carga económica, dos puntos por encima de la media, mientras que el 5,9% no tiene cargas y el resto no consta, según el INE.

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