Los ingresos hospitalarios por autolesiones e intentos de suicidio se duplican en tres años

Provocan ya un millar de hospitalizaciones en Galicia

Los casos de jóvenes de menos de 20 años atendidos por hacerse daño se multiplican por cinco tras la pandemia

Un joven con depresión.

Un joven con depresión. / FdV

Paula Pérez

Paula Pérez

La salud mental se ha convertido en un problema sanitario de primer orden. Su impacto es cada vez mayor. Casi un millar de gallegos fueron hospitalizados en 2022 por intentos de suicidio y autolesiones. Es la consecuencia, en muchas ocasiones, de trastornos mentales que no han sido abordados debidamente a su tiempo. Los psicólogos abogan, de hecho, por reforzar la prevención para evitar que se llegue a estos extremos.

Los casos no dejan de crecer. Solo en tres años los ingresos hospitalarios por lesiones autoinfligidas o tentativas por quitarse la vida se han duplicado pasando de 512 antes de la pandemia a un total de 986, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad. Y los más castigados son los jóvenes. Entre los menores de 20 años las hospitalizaciones se han multiplicado por cinco.

De los 986 ingresos en el hospital por intentos de suicidio y autolesiones, el grupo más numeroso se concentra en el tramo de edad que abarca de los 15 a 19 años. Son 148, a los que se suman otros 87 niños que menos de 14 años.

Y el incremento de casos entre esta población más joven ha sido exponencial. Si antes de la pandemia solo se contabilizaban 46 hospitalizaciones de menores de 20 años, ahora ya suman 235, es decir, cinco veces más.

ingresos hospitalarios

Ingresos hospitalarios por suicidios y autolesiones / H. B.

Medidas

La propia Xunta ha mostrado su preocupación por el incremento de problemas de salud mental entre los adolescentes y tiene en marcha varias medidas. Así lanzó una guía de ayuda para que los médicos de familia sepan identificar con rapidez casos de autolesiones que pueden ser el preludio de conductas suicidas, y su derivación “preferente” a las unidades de salud mental. Además, junto a la Consellería de Educación activó un protocolo conjunto para reducir los riesgos de suicidio. Y, por otro lado, el Gobierno gallego testa la ideación suicida en 4.500 alumnos a través del programa YAM con el que se pretende enseñar a adolescentes de 3º de ESO a identificar situaciones críticas y a buscar ayuda.

El otro tramo de edad con mayor concentración de intentos de suicidio y autolesiones se sitúa entre los 45 y los 49 años. En 2022 hubo 111 ingresos en el hospital en adultos comprendidos en estas edades, un 56 por ciento más que antes de la pandemia.

Y la incidencia, en todos los tramos de edad, es muy superior en mujeres: representan el 66 por ciento de todos los casos atendidos en el hospital de lesiones autoinfligidas o tentativas para quitarse la vida.


José Manuel Olivares
Jefe del servicio de Psquiatría del CHUVI

“Vemos como varias niñas de la misma clase se autolesionan: son como microepidemias”

José Manuel Olivares, jefe de Psiquiatría del CHUVI. 2023. Marta G. Brea

José Manuel Olivares, jefe de Psiquiatría del CHUVI. / Marta G. Brea

–¿Por qué crecen las hospitalizaciones por intentos de suicidio y autolesiones?   

–Es difícil de saber porque el suicidio es multicausal. Lo que hay es una asociación clara entre suicidio y depresión. Pero en lo que puede coincidir todo el mundo es en que hay una menor capacidad de afrontar situaciones cotidianas y los modelos de identificación han cambiado debido a los móviles y las redes sociales. Cuando yo era joven el modelo eran los compañeros de clase, los primos... En cambio ahora, tienes a un montón de influencers, que además se matan mucho, que es algo que me llama la atención. Todos los días leo en el periódico que se ha suicidado una influencer guapa, rica... Eso no ayuda mucho ni tampoco ver esas vidas inalcanzables para la mayoría de los mortales. Es decir, las nuevas tecnologías son un factor a tener en cuenta.

–¿Y la pandemia de COVID en 2020 con el confinamiento ha agravado estos problemas de salud mental?   

–En ese momento se cerró el mundo y la gente quedó conectada a una pantalla. Yo creo que algo tendrá que ver. No es que antes no existiesen problemas, pero la pandemia actuó como un acelerador. El incremento, a partir de ahí, fue exponencial.

–Hablaba usted de casos de influencers que se suicidan. ¿Hay un efecto imitación en los suicidios?   

–Hay un efecto llamada.

–Y también crecen las autolesiones...   

–Entre jóvenes hay muchas autolesiones, que no son intentos de suicidio. Lo que antes era poco frecuente, ahora es bastante frecuente, sobre todo en chicas que se cortan donde no se vea. A veces vemos varias niñas de la misma clase. Es algo muy localizado. Y luego hay foros donde hablan de como cortarse. Vemos así como pequeñas microepidemias. Y va cambiando según la época.

–¿Pero por qué lo hacen?  

–Pueden se personas que están desanimadas, disgustadas y encontrarse en una época, como la adolescencia, de cambio, de irritabilidad y encuentran una vía. Sienten que si se cortan se encuentran mejor o pasan a ser el centro de atención. Pero es difícil generalizar porque cada persona es distinta.

–¿Y los intentos de suicidio que atienden son por una intención real de matarse o es una llamada de ayuda?

–Hay intentos de suicidio que son gestos autolíticos en los que no hay una intención real de matarse, sino una búsqueda de ayuda, más o menos consciente. Es frecuente en casos de trastornos de personalidad o situaciones relacionadas con el alcohol. Luego están los intentos reales de matarse, en los que casi siempre hay una patología asociada como un diagnóstico de depresión.

–¿Y se pueden prevenir los suicidios?

–Los casos de depresión son tratables. Nosotros tenemos una unidad de prevención del suicidio donde atendemos casos graves, reincidentes y el éxito es bueno. La gente que entra en ese programa, la mayoría, no tienen que retornar y se pueden mantener incluso sin tratamiento.

Pide ayuda hoy mismo

Las personas con conductas suicidas y sus familiares pueden llamar al 024, una línea de atención del Ministerio de Sanidad, un servicio gratuito, confidencial y disponible las 24 horas del día, los 365 días del año. También pueden dirigirse al Teléfono de la Esperanza (717 003 717), dedicado a la prevención de este problema. En casos que afecten a menores, la Fundación Anar dispone del teléfono 900 20 20 10 y del chat de la página https://www.anar.org/ de Ayuda a Niños/as y Adolescentes.

Suscríbete para seguir leyendo