El verano agrava el desabastecimiento en las farmacias gallegas: faltan 900 medicamentos

Escasean casi el doble de fármacos que hace cuatro años

“No recuerdo un agosto igual”, dicen desde las boticas

Agotadas medicinas para casos de autolesiones o para TDAH

Una famarcéutica busca un medicamento

Una famarcéutica busca un medicamento / M. Á. Montero (Europa Press)

Susana López Carbia

Está siendo un verano complicado en las farmacias gallegas. Al desabastecimiento de medicamentos con el que las autoridades sanitarias, los facultativos y los boticarios han tenido que aprender a lidiar en los últimos años, se suman los problemas de suministro propios de la temporada estival y, en particular, del mes de agosto. El resultado es que cada vez hay más clientes que salen de las farmacias sin el fármaco que habían ido a buscar.

“Es cierto que todos los años en agosto hay algún medicamento importante que escasea. Pero lo de este año no había pasado nunca. No recuerdo un agosto igual”, sostiene Ignacio Labella, miembro de la junta directiva del Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, sobre un quebradero de cabeza que afecta de manera homogénea a oficinas de farmacia de toda España.

En estos momentos, el sistema de información online de la Agencia Española del Medicamento (Aemps), recoge 911 presentaciones de fármacos que escasean en las farmacias gallegas. Se habla de presentaciones, porque cada medicamento se vende en diferentes formas (sobres, jarabe, comprimidos...) y el desabastecimiento puede afectar solo a una de ellas. Supone el 2,7% del total de 33.080 presentaciones disponibles en España. Una cifra que, apunta Labella, “es muy alta” y que prácticamente duplica la que se registraba en el verano de 2019, cuando la Agencia Española del Medicamento notificaba problemas de suministro con unos 500 fármacos.

El antidiabético Ozempic, muy eficaz para perder peso, disparó su demanda en las farmacias. |  // JESÚS PRIETO

El antidiabético Ozempic, muy eficaz para perder peso, disparó su demanda en las farmacias. | // JESÚS PRIETO / FDV

Entre los medicamentos que escasean se encuentra el antidiabético Ozempic, que funciona muy bien en dietas de adelgazamiento, lo que ha disparado su demanda. En la farmarcia de Ignacio Labella, situada en Santiago, quedaban hoy una caja por cada una de las tres presentaciones bajo las que se comercializa. “Este es un ejemplo en el que la demanda supera con mucho lo que el laboratorio es capaz de fabricar cada mes”, indica. “Llega a cuentagotas y, en cuanto tenemos una caja, se vende”, asegura.

TDAH

En todo caso, Labella recuerda que el Ozempic se vende bajo prescripción médica y justifica que se recete para casos de obesidad, que, recuerda, pueden ser tan peligrosos para la salud como la propia diabetes mellitus de tipo II. “La pena es que el laboratorio no sea capaz de fabricar más”, añade.

Faltan también medicamentos como el Strattera, que se usa para el tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), o el Depakine Crono, indicado en casos e epilepsia.

Otro ejemplo es Catapresan, un medicamento que se utiliza mucho en pacientes que se autolesionan y que ahora mismo está agotado. “Es muy frustrante que tengas que decirle a un paciente que empieza a tomar este fármaco y nota una gran mejoría que no lo hay”, explica Labella. En este como en otros muchos casos es posible recurrir al Sergas para que compre el medicamento a algún país de Europa. “Es una de las soluciones de urgencia de las que podemos echar mano”, señala.

No es la única alternativa. Ni siquiera la más habitual. Por lo general, o bien se busca otro principio activo o bien el paciente debe volver a pedir cita con su médico para que le recete un fármaco alternativo. Más “excepcional”, aunque también se da el caso, es que sea la propia botica la que, a través de la formulación magistral, prepare el medicamento en cuestión.

Problemas a diario

En todo caso, el desabastecimiento es “un engorro”, en palabras de Labella, para pacientes y farmacéuticos. “Hace unos años no era habitual que todos los días tuvieras que decirle a un paciente que no podíamos conseguir un medicamento. Ahora mismo ocurre varias veces todos los días”, lamenta.

Como explican desde el Colegio de Farmacéuticos de A Coruña, las razones de este desabastecimiento, que se prevé va a continuar, son varias. Por un lado, está la mala planificación de los propios laboratorios, que a veces “no son capaces de producir” la cantidad suficiente de un determinado medicamento para dar dar respuesta a la demanda existente.

Pero ocurre también que los propios fabricantes “pueden priorizar” otros mercados con fármacos más caros que en España. A todo esto se suman las modas como la que ha protagonizado el Ozempic y que disparan las ventas de un producto en particular. Incluso la guerra de Ucrania tiene consecuencias en la fabricación de fármacos, porque está complicando el suministro de cartón para embalar los medicamentos y del aluminio que se utiliza en los blísteres y en el interior de los sobres de muchas presentaciones.