Eduardo Pena | ENDOCRINÓLOGO

Fiebre en Galicia por un fármaco contra la diabetes que también sirve para adelgazar

La Agencia del Medicamento alerta del déficit de stock. Médicos lo recetan contra la obesidad, sin cobertura pública, porque facilita la pérdida de kilos y la falta de apetito

Una farmacia en una imagen de archivo.

Una farmacia en una imagen de archivo. / L. O.

Elena Ocampo

Elena Ocampo

Hay una clase de medicamentos para la diabetes tipo 2 que no solo mejoran el control de la glucosa en la sangre, sino que también pueden ayudar a bajar de peso, porque además de estimular una mayor producción de insulina, parecen reducir el apetito. Pues bien, tres fármacos inyectables de este tipo (Ozempic, Trulicity y Bydureon), se encuentran con problemas de suministro en estos momentos y escasean también en Galicia, debido a la gran demanda que se ha registrado en los últimos meses. Además de para tratar la diabetes, uno de ellos –concretamente el Ozempic– está siendo usado para perder peso, aunque en España aún no esté oficialmente indicado para ese uso. Esta situación ha llevado a una falta de stock, de la que alerta la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), que pide que se priorice el uso de estos tratamientos para la diabetes, además de no iniciar nuevas prescripciones hasta que se restablezca la demanda.

Endocrinos gallegos consultados confirman que ya se usa para tratar la obesidad grave, “a veces para evitar a los pacientes una cirugía bariátrica” (operación para disminuir el volumen de la cavidad gástrica), según explica el endocrinólogo Eduardo Pena, y dado que permite bajar hasta 7 kilos en poco tiempo. Eso sí, la cobertura pública solo financia la indicación para la que está aceptado: “diabéticos mal controlados con el sistema habitual y con obesidad”. Para combatir la obesidad, también es precisa una receta para obtenerlo en farmacia, pero el fármaco tiene un coste en el caso de Ozempic de unos 132 euros, que se administra por medio de una inyección semanal. Otro similar y que tampoco cubre el Sergas, llamado Saxenda, requiere una inyección diaria y su coste asciende al doble: unos 280 euros. Desde el Colegio oficial de farmacéuticos de Pontevedra confirman que existe un “suministro irregular” solo del Ozempic 1 mg, “ya que el laboratorio envía a la distribución farmacéutica menos unidades de las que solicitan las farmacias”.

“Ha sido un boom en el último año”, explica la nutricionista gallega Amil Viéitez, que coincide en que “son un atajo a las dietas convencionales, porque regulan el metabolismo de la insulina y favorecen la pérdida de peso, además de reducir el apetito”. Además, la profesional explica que en España todavía no aparece esta indicación en ficha técnica, “pero es cuestión de tiempo” y, aún así, los médicos pueden recetarlos. Ese aumento de la demanda está detrás de la falta de stock, y ya están viendo desabastecimiento, confirman, en diversas farmacias.

El Sergas realiza una monitorización y avisa “hay medicamentos alernativos”

Desde el Sergas, llaman a la calma: “Estamos haciendo una monitorización semanal para conocer la situación y hemos trasladado a los facultativos la nota de la AEMPS que les invita a no iniciar tratamientos nuevos”, explican. También, defienden que hay medicamentos alternativos, en caso de quedar afectados los enfermos diabéticos.

En octubre, la AEMPS tuvo conocimiento de un aumento en la demanda de algunos medicamentos del grupo de los análogos del GLP-1 –que incluye esos tres fármacos autorizados para mejorar el control glucémico en el tratamiento de adultos con diabetes mellitus tipo 2– y, por lo tanto, de posibles problemas en su suministro “si no se ajustan sus prescripciones”. Novo Nordisk Pharma, representante de los medicamentos “Ozempic” informó del aumento en la demanda, que provoca una disponibilidad intermitente que se podría mantener durante el 2023.

Por otro lado, la responsable de comercialización de los medicamentos “Trulicity” comunicó la imposibilidad de hacer frente al aumento continuado de la demanda de ambos medicamentos. “Actualmente dispone de unidades suficientes para cubrir la demanda habitual del medicamento, pero presenta problemas de suministro debido al aumento de consumo”, explican. Asimismo, Astrazeneca farmacéutica, representante de comercialización del medicamento Bydureon informó de que dejará de comercializar este medicamento a finales de año.

El problema no es exclusivo de España. En EE UU, donde las prescripciones parecen ser más laxas y este tratamiento ha sido ‘publicitado’ para adelgazar por celebrities como las Kardashian o incluso el magnate tecnológico y CEO de Tesla, Elon Musk, –que lo mencionó como su secreto para estar en forma junto al ayuno– ya tiene consecuencias. Los diabéticos y prediabéticos en el país norteamericano , están teniendo dificultades para acceder al medicamento que controla el azúcar en la sangre. La inyección allí sí obtuvo la aprobación de la FDA (la agencia de Alimentación y Medicamentos del gobierno de EE UU) para el “control de peso crónico” y eso disparó su demanda.

“Ya no lo prescribimos contra la obesidad desde que falla el suministro

“Van muy bien para la diabetes y también para perder peso a los que no son diabéticos, así que estos fármacos tienen mucho éxito y se están vendiendo muchísimo”, explica en relación a Saxenda y Ozempic, el endocrinólogo Eduardo Pena. “En algunos países de Europa el principio activo que usan –la semaglutida– ya está autorizada para el tratamiento de la obesidad y aquí también lo estará en breve, y esperamos disponer de él para la obesidad. Como no lo hay, ahora hay muchos profesionales que están usando el Ozempic para esa función y el problema es que el laboratorio no estaba preparado para tal demanda”, reflexiona el profesional. “El problema es que hay mucha obesidad y, cada vez, más”, contextualiza el profesional.

En farmacias, ya se está viendo que falta y también problemas de distribución, ilustra el experto. Así, “por si pudiera haber desasbatecimiento desde que se conoce esta situación, ya no lo estamos prescribiendo para la obesidad y priorizamos que se use para diabetes”, añade. “A fin de cuentas, es un problema de que la producción no es capaz de cubrir la demanda”, explica. Lejos de caer en alarmismos, el profesional explica: “De todos modos, habría otras alternativas farmacológicas para los diabéticos... y también para los obesos, aunque haya faltas puntuales de algunos medicamentos”. De todos modos, Eduardo Pena insiste: “no se trata de un problema trivial de aldelgazar 5 kilos para ponerse el bañador o bikini; son personas obesas, que tienen una enfermedad que se llama obesidad”. Otra cosa son los casos en los que se pretende recurrir a esos fármacos para reducir el exceso de grasa o unos kilos de más. Aunque la forma inyectable empieza a estar escasa, ejemplifica, se dispondría de su administración en pastillas. ”

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