Las empresas invierten en viviendas de uso turístico un 45% más en dos años

Estas compañías gestionan uno de cada diez alojamientos de este tipo en Galicia | La mayoría son gallegas, pero sociedades foráneas se encargan de más de 500 pisos

Edificio residencial.

Edificio residencial. / EUROPA PRESS

Carmen Villar

Carmen Villar

En Pontevedra, las viviendas de uso turístico ya duplican a las disponibles para alquiler convencional, mientras incluso en entornos menos urbanos, como la comarca del Deza, la oferta se ha triplicado después de la pandemia. El fenómeno no deja de crecer y no solo los pequeños propietarios han encontrado un destino para sus ahorros o para sus inmuebles, a veces en detrimento de familias que buscan un piso para residir, sino que las empresas contemplan cada vez más la posibilidad como una inversión. Solo en los dos últimos años, las viviendas de uso turístico propiedad de empresas se han incrementado un 45 por ciento. Si en diciembre de 2020 superaban por poco las 1.300 en manos de sociedades, en la actualidad, con los últimos datos publicados por la Xunta, han rebasado el listón de las 1.900.

En la actualidad, son compañías las que controlan el 11,6 por ciento de este tipo de pisos y el crecimiento en el ámbito societario va a mayor ritmo que el de propietarios individuales, aunque estos también se animan cada vez más: los apartamentos que conforman la red en manos privadas se incrementaron desde 2020 un 40 por ciento.

En lo relativo a la apuesta empresarial por el boom turístico, la oportunidad de negocio la detectan no solo compañías gallegas, sino también de fuera de la comunidad. Según el documento “Análise dos aloxamentos de Galicia”, aunque el grueso de la oferta de este tipo de pisos sigue en manos de personas individuales, como las denomina la Administración autonómica, más de medio millar de viviendas que funcionan como alojamiento para turistas en Galicia las gestionan ya firmas de fuera, es decir, una de cada cuatro, una cifra, señala el informe, “considerable”.

El cómputo recogido en el informe refleja cómo firmas originarias de Pontevedra administran la mayoría de estos pisos, un total de 477. Las siguen compañías con sede en A Coruña –que se ocupan de 431 viviendas– y Lugo –con 375–. No obstante, a partir de ahí se cuelan empresas madrileñas –con 163 pisos en su haber– y de Zaragoza –con 112– antes de seguir el listado con Ourense, con 95. Destacan también firmas de Salamanca (85), para saltar ya a las 34 de Barcelona o 27 de Gerona. El orden es casi calcado al de hace dos años, solo que entonces en el top 5 se colaba Salamanca.

Con todo, no solo las empresas aparecen asociadas a estos bienes inmuebles en el Rexistro. También hay muchos particulares que explotan varios pisos. Por ejemplo, hay 27 compañías que controlan, cada una de ellas, más de una decena de pisos, pero en esa misma situación están diez personas. La multipropiedad no es la regla, pero, aun así, afecta a más de seis mil viviendas.

Según el Rexistro de Empresas e Actividades Turísticas de Galicia (REAT), la comunidad cuenta con 240.953 plazas si se contabilizan todos los tipos de residencias puestos a disposición de los visitantes, un 13 por ciento más que hace dos años. La cifra se traduce en casi 9 plazas por cada cien habitantes, cuando dos años atrás no llegaban a 8. Se reparten entre casi 21.000 alojamientos, desde campings y hoteles y pensiones hasta albergues, apartamentos turísticos o establecimientos de turismo rural. En ese abanico, lo que manda por número son las viviendas de uso turístico: son ocho de cada diez hospedajes y suponen, con 80.000, el 37,4 por ciento de las plazas, un 24 por ciento más que en 2020. La Xunta destaca precisamente ese crecimiento “extraordinario” de ese tipo de perfil.

Pontevedra es el principal foco de esta oferta y solo Santiago se interpone en el top. En concreto, los seis concellos que concentran más viviendas de uso turístico son Sanxenxo, con 12.643 plazas; Vigo, con 3.903; Santiago de Compostela, con 3.671; O Grove, con 2.975, y Cangas, con 2.492.

Si las cifras se analizan desde un lustro atrás, la evolución hasta principios de este verano es de vértigo: un informe de la Xunta destaca cómo otros alojamientos, como los apartamentos turísticos o los albergues, aumentaron sus cifras en un 169 por ciento y en un 138 por ciento, respectivamente, mientras las viviendas de uso turístico lo hacían un 2.839,67 %.

El mercado de las VUT no hace más que engordar y desde la entidad que reúne a sus dueños, Aviturga, prevén que la tendencia, que defienden como “complementaria” a los alojamientos tradicionales, irá más.

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