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La Navidad trae a Vigo... más pisos turísticos

Suma unas nueve a la semana - El sector destaca la mayor rentabilidad y seguridad jurídica frente al alquiler tradicional

Ambiente en el centro el pasado fin de semana. Marta G. Brea

Que el músculo turístico de la ciudad gana tamaño es una realidad que se percibe con poner un pie en la calle, sobre todo, en fechas concretas. Se pudo ver el sábado pasado, con las calles repletas de viandantes en plena ebullición del alumbrado y el Black Friday… y sin lluvia. También lo notan los hoteles, con porcentajes de ocupación que les sacan una sonrisa de oreja a oreja –un 94% de media el pasado fin de semana–, o las cafeterías y restaurantes, con acentos diversos entre sus clientes y sin hueco en las mesas. Se suman a este tirón las viviendas turísticas. Ya hay 904 en Vigo: es la urbe gallega con el número más alto. Y se espera que se alcance el millar en las próximas semanas gracias, en parte, al bum de visitantes por las fiestas navideñas, un fenómeno que se retoma con fuerza este año tras dos ediciones descafeinadas debido al COVID.

La cantidad de residencias turísticas no para de crecer. En abril, según el Registro de Empresas y Actividades Turísticas de Galicia (REAT), había más de 710 viviendas turísticas, y, en base a la información aportada por Fegein (Federación Galega de Empresas Inmobiliarias) y Asemi (Asociación de Empresas Inmobiliarias de Vigo), unas 650 en arrendamiento tradicional. En agosto, el número se situaba en 775, casi 200 más que en el circuito tradicional. Ahora, son 904 y 680, respectivamente. Se prevé que la conversión de pisos y casas al mercado vacacional se acelere en lo que queda de año y el comienzo del siguiente, aprovechando la campaña navideña. El alcalde olívico, Abel Caballero, avanzó que llegarán a la urbe más de 3 millones de personas en estas fiestas, guarismo que podría incluso alcanzar los 4 millones, según el regidor. Su previsión es que el retorno económico de las luces de Navidad se sitúe entre 500 y 1.000 millones de euros.

Las 904 viviendas vacacionales mantienen a Vigo como el segundo municipio de Galicia con la cifra más alta. Sanxenxo, con 2.423, lidera la tabla a nivel autonómico. El presidente de Fegein y Asemi relaciona la constante escalada de la oferta en el circuito turístico con la “inseguridad jurídica y la desconfianza de muchos propietarios de viviendas desocupadas ante la actual legislación”, que “provoca que cada vez más decidan derivarlas a la vivienda vacacional”. “La desconfianza absoluta de los dueños hacia una ley estatal de vivienda que las deja en una situación de inseguridad jurídica provoca una derivación de viviendas de alquiler tradicional hacia el alquiler de viviendas vacacionales por rentabilidad y seguridad”, explica, a la vez que enumera la necesidad de limpiar la propiedad varias veces al mes o de gestionar la entrega y devolución de las llaves como los contratiempos más destacados de este mercado turístico.

Benito Iglesias insiste en que el alza de los pisos turísticos no supone, por ahora, un problema para la ciudad olívica: “No copan zonas ni calles enteras y hay muchas viviendas vacías en Vigo y de segunda mano en venta”. Son las administraciones locales las que tienen la protestad de limitar los pisos turísticos a bajos y primeras plantas, pero se trata de un procedimiento legal farragoso: siempre tendrían que contar con la autorización de la administración autonómica, indica el representante de la patronal inmobiliaria antes de poner el acento en la explosión turística de Vigo en los últimos años, capaz de situarse en el mapa tanto en verano como en Navidad e incluso de consolidar las bases de la desestacionalización, la rentabilidad de los pisos turísticos, mayor que en el caso de las propiedades en el circuito tradicional, aunque “se estrecha” poco a poco por la subida del precio del alquiler habitual: el 88% de las viviendas se alquilan a más de 600 euros al mes.

Miedo a impagos y desperfectos en pisos

El presidente de Fegein y Asemi anota que, a la inseguridad jurídica, se suma el miedo de los propietarios a sufrir impagos o desperfectos en el alquiler tradicional. “Es llamativo que muchos dueños prefieren tener la propiedad vacía o pasarla al circuito vacacional. Es una tendencia al alza claramente. Más del 50% de las viviendas del mercado de alquiler tradicional se arrendan con seguros de impagos y desperfectos. Lo habitual es que el porcentaje se sitúe entre el 25 y el 30%”, argumenta.

También pone el acento en la “falta de incentivos y bonificaciones fiscales a los propietarios de viviendas habituales”, factor que se suma a la “inseguridad jurídica, la prohibición transitoria de repercusión del IPC en la renovación de contratos de alquiler, una ley de vivienda intervencionista, el aviso de penalización a las viviendas vacías o la limitación de precios”. “El pequeño propietario busca una alternativa al alquiler tradicional y la encuentra en la seguridad jurídica y rentabilidad de la vivienda vacacional. Con el tirón turístico del pulmón económico e industrial de Galicia, Vigo se convertirá en la primera ciudad de Galicia en superar las 1.000 viviendas vacacionales próximamente”, concluye.

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