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Los menores cazados por beber alcohol caen un 17% por el miedo a las sanciones

La Policía autonómica denuncia cada mes a 20 jóvenes -Los establecimientos sancionados por vender bebidas alcohólicas a chavales de menos de 18 años se desploman a la mitad -

Botellón en Pontevedra. // Gustavo Santos

Cada mes la Policía autonómica denuncia a veinte menores a los que pilla bebiendo alcohol. Pero cada vez son menos. El miedo a las sanciones y una mayor concienciación social han permitido reducir en el último año un 17 por ciento las infracciones por consumo de alcohol entre jóvenes de menos de 18 años. De 278 se ha pasado a 231. Pero también se han desplomado las denuncias a locales por vender alcohol a menores. En 2019 solo se multó a 98 establecimientos, la mitad que en 2018.

Con la Ley de Prevención de Consumo de Bebidas Alcohólicas en Menores de Edad se intensificó la vigilancia sobre el consumo y venta de alcohol a menores, pero además en los últimos años la Policía autonómica ha redoblado los controles. En 2017 y 2018 se superaron las 6.000 inspecciones anuales. Esta mayor presión policial ha contribuido a que progresivamente el número de denuncias se haya ido reduciendo.

Durante el pasado año los controles se redujeron a 4.746. Aún así, la mayor vigilancia ejercida en años anteriores ha contribuido a que continuara reduciéndose el número de menores sancionados. De las 406 infracciones por beber alcohol en 2017 se bajó a 278 en 2018 y a 231 el pasado año.

Pero más espectacular ha sido el descenso en las denuncias por vender alcohol a menores. El año con más infracciones fue 2012: casi 576 locales fueron sancionados. En 2019 fueron algo menos de un centenar.

Vicepresidencia atribuye la bajada de las sanciones "a una mayor concienciación social y al conocimiento de estas sanciones".

Los jóvenes de menos de 18 años que han sido pillados bebiendo alcohol se enfrentan a multas de 600 euros, aunque podrán sustituirse estas sanciones por su participación en "programas preventivos de carácter formativo, informativo o de tratamiento", siempre que sean compatibles con las actividades escolares.

Mientras, los locales que venden alcohol a menores pueden ser sancionados con hasta 3.000 euros, castigo que también podrá sustituirse por trabajos o actividades en beneficio de la comunidad.

Los dispositivos para vigilar el consumo de alcohol en menores incluyen también controles a establecimientos para comprobar si incumplen la ley antitabaco. Las denuncias a bares o restaurantes por permitir fumar en su interior, sin embargo, son cada vez menos. Si en 2018 se detectaron 38 infracciones, el pasado año solo se sancionó a 11 locales.

En 2019 además la Policía autonómica realizó inspecciones específicas relacionadas con los menores y el juego "al tratarse de un problema socialmente relevante".

Casi uno de cada cuatro menores admite haber apostado dinero en algún juego de azar, según consta en un estudio del profesor Antonio Rial Boubeta. El propio Sergas ha alertado de un incremento de las conductas de riesgo relacionadas con el juego entre la población gallega.

De ahí, que la Policía autonómica pusiera especial atención el pasado año en vigilar el cumplimiento de la legislación en materia de juego. En 2019 se hicieron 895 inspecciones, un 11 por ciento más que el año anterior.

Según los datos ofrecidos por la Vicepresidencia de la Xunta, un total de 21 locales han sido denunciados en 2019 por permitir jugar o apostar a menores. Aunque son pocas infracciones, suponen el doble de las registradas en los dos años anteriores juntos.

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