Un crimen resuelto por “los pelos”

Para descubrir a un asesino, para identificar a las víctimas de un fenómeno meteorológico o incluso para predecir las enfermedades. Para todo eso y mucho más sirve el estudio del ADN. 

Así pudo descubrirlo el alumnado de ESO del colegio Nuestra Señora de la Esperanza durante la visita del conocido genetista gallego Ángel Carracedo, que acudió al centro acompañado de la escritora Loli Veloso. 

Una jornada en la que hubo tiempo para el arte y para la ciencia y que contó como hilo conductor con la labor de la Fundación de Medicina Xenómica de Galicia, que Carracedo preside y de la que Veloso es colaboradora. 

“Algo estamos haciendo bien”

Así las cosas, el conocido científico atrapó a los estudiantes con una charla “amena”, en la que relató los últimos avances en su estudio del impacto del ADN en la prevención del cáncer de mama o sus decisivas colaboraciones con investigaciones policiales en la resolución de crímenes, en las que un solo pelo puede ser determinante. 

“Fue tan emocionante ver como le aplaudieron todos... Creo que algo estamos haciendo bien cuando tantos adolescentes se levantan para aplaudir a un científico”, describen los docentes de la ESO del colegio una charla que, se muestran convencidos, “no van a olvidar”: “Primero por lo que les contó; pero también y sobre todo por el lado humano: su humildad les impactó mucho”. 

Arte y ciencia unidos por una buena causa

“El ADN es como un libro abierto”, dijo el Doctor Carracedo y qué mejor metáfora para dar paso a la escritora Loli Veloso, quien aprovechó su intervención para hacer un repaso de la vida del importante intelectual gallego Isaac Díaz Pardo, fundador de Sargadelos y amigo común de ambos. 

La ciencia, aunque sea “un poco”, con otros ojos

“Ha sido muy interesante ver como dos temas que no parece que tienen mucho que ver se unen en torno a la bondad de las personas”, valoraba al término de la jornada Laura Castro, alumna de 2º de la ESO, que si bien reconocía que personalmente nunca le había gustado la ciencia, ahora empezaba a verla ya, aunque fuese “un poco”, con otros ojos. 

“Nos ha permitido avanzar tanto en la ciencia como en el arte, dos ámbitos que pueden ser diferentes, pero igual de importantes y, además, a través de dos personas que han hecho mucho por Galicia”, concluyó su compañera Noa Garrido sobre una jornada que les permitió “acercarse y entender mejor el día a día del trabajo en un laboratorio”.