"Quieres lo mejor, pero a veces no sabes qué es"

Faro Educa acompaña a las familias viguesas en la complicada decisión de escoger centro escolar: “Es normal que seáis exigentes, pero podéis estar tranquilos y confiados: elijáis el cole que elijáis, van a estar bien” 

María Bueno

María Bueno

Ni el viento, ni la lluvia, ni la proximidad del Carnaval detuvieron el pasado jueves, 8 de febero, a las alrededor de asistentes a las jornadas de puertas abiertas del CEIP Escultor Acuña de Coia. 

El reloj marcaba las cinco de la tarde cuando papás, mamás, tíos y sobre todo ellos: los protagonistas que el curso que viene empezarán el “cole de mayores” fueron ocupando las sillas de colores de la biblioteca del centro repletos de curiosidad, ilusión, nervios; y también miedos, claro, porque es natural que aparezcan ante los cambios: lo importante es no dejar que nos venzan. 

El 1 de marzo empieza el plazo para cursar las solicitudes de admisión para 4º de Educación Infantil (3 años) en Galicia así que son muchas las familias que ya se están poniendo manos a la obra con una, dos y hasta tres visitas agendadas para conocer de primera mano ese “segundo hogar” en el que sus ‘peques’ pasarán una gran parte de su tiempo a partir de ahora. 

Más que en los niños, la inquietud se dejaba sentir en los mayores, conscientes del gran paso que supone “un lugar más grande que demanda un mayor nivel de socialización y autonomía”, pero durante el que, al final, “todo sale bien”, tal y como quiso transmitirles el director del centro, Juan Antonio Graña: “Es normal que seáis exigentes, pero podéis estar tranquilos: elijáis el cole que elijáis, van a estar bien. Podéis confiar en las personas que trabajan cada día en las escuelas”. 

Los coles han cambiado mucho y con tanta novedad, la curiosidad brota entre las familias, que estos días tienen la suerte de ver un poco más el mundo a través de los ojos de sus hijos y hacen preguntas de todo tipo, desde algunas más anecdóticas como la edad del profesorado hasta otras fundamentales como la política del centro con el control de esfínteres.  

Fátima y Alberto, papás
de Breogán.

Fátima y Alberto, papás
de Breogán. / M.B

Un lugar al que Breo vaya feliz

Con todo, para muchas de ellas la gran prioridad es la misma: “Le vemos tan pequeño y es un cambio tan grande que queremos que esté bien atendido, que tengan en cuenta sus necesidades. Queremos elegir un lugar al que vaya a venir feliz”, nos cuentan Fátima y Alberto, familia de Breogán, durante la que es su tercera jornada de puertas abiertas. 

Un proceso que no viven con miedo, aunque sí con “un poco de vértigo” y es que intuyen que el septiembre que viene, cuando llegue ese primer día en el que haya que dejar a Breo en las puertas del cole, la despedida será dura: — “¿Quién lo va a pasar peor de los tres?” — “¡Los tres!”, sonríen al unísono Alberto y Fátima, que han dejado a Breo con los abuelos para poder tomar buena nota de todo. “Nos lo estamos tomando en serio”, se ríen.  

Jorge, papá de Adela.

Jorge, papá de Adela. / M.B

“Adela tiene que vivirlo y nosotros también”

Jorge, al que nos encontramos leyendo un cuento a Adela, dice que él y su pareja se lo están pasando bien con esto de buscar centro escolar, una “nueva experiencia entretenida e interesante”. “Me gusta ir por los coles, ver cómo trabajan con los niños”, responde y se nota que es sincero cuando habla de “ilusión”. 

Y eso que sabe que el primer día de cole será difícil para Adela, que “le va a costar el cambio”, pero, relativiza, “es un proceso que ella tiene que vivir y nosotros también; entonces tenemos que hacerlo bien y animarla para que tire para adelante. No le va a quedar otra”. 

Preguntado por las prioridades en la elección, quiere que Adela este a gusto, cómoda y cerca; y confiesa “que a nivel pedagógico no entiende mucho”: “Esta es mi primera vez y todo el mundo habla de que su método es el mejor, pero no creo que haya ninguno mágico y que, al final, todo depende mucho de cómo se desarrolle el niño o la niña y de lo que le motiven los profesores”. 

Juan A. Graña, director del centro, durante la charla.

Juan A. Graña, director del centro, durante la charla. / M.B

“Abril es muy tranquila, ¿y si se agobia?”

Wendy acompaña a Abril mientras busca un cuento. 

— “¿Nervios?”, “sí”. — “¿Miedo?”, “un poco también” porque “ella es muy tranquila” y “que pase a un cole más grande, con muchos más niños…”: “No sé, la posibilidad de que ella se agobie me agobia a mí”, se ríe y nos cuenta que han visto ya varios coles y que tienen muy claro lo que buscan: “Un centro familiar, acogedor… que no sea muy grande. Lo que queremos es que ella esté cómoda, tranquila. Que ellos me puedan llamar en cualquier momento y yo preguntarles lo que necesite”, explica. —“ ¿Y las profes?” — “No, la verdad es que a mí eso no me preocupa, por esa parte estoy super tranquila. Sé que lo harán bien”.

“La experiencia es un grado”

“Abrumador”. Así es cómo define Patricia, mamá de Roque y Xulia, la búsqueda de centro escolar. “Quieres lo mejor para ellos, pero a veces ni siquiera sabes que es ese ‘lo mejor’”, rememora y describe entre risas como el primer día de cole de Roque lo pasaron peor el padre y ella que él: “Es un cambio muy grande, pasan de bebés a niños, ya van teniendo su propia personalidad, te preguntas de todo”. 

Fue hace dos años cuando vivieron este proceso por primera vez. Ahora, le toca a la pequeña, pero ya “es otra cosa” porque “la experiencia es un grado” y además les pilla con el trabajo bien hecho. “Recorrimos un montón de coles hasta tres días antes de la solicitud. Veo a los padres a los que les toca ahora y pienso: madre, que marrón tienen”, sonríe y señala a las redes sociales como un elemento de estrés añadido. “El grupo de ‘Mamis y papis de Vigo’ arde todos los días. Creo que, a veces, lo mejor es abstraerse, pensar en lo que tú buscas e irte a las puertas abiertas para verlo por ti mismo, pero con la mente abierta porque una cosa son las expectativas que tú tienes y otra la realidad”.

El más “chiquitín” de la clase

Biel nació un 31 de diciembre. El año que viene será el “más chiquitín de la clase” en una etapa en la que los meses son años en cuestiones de desarrollo como el habla, el control de esfínteres o el sueño. 

Sara, su madre, explica que están tranquilos porque ha ido a la ‘guarde’ y cree que la transición será gradual. Para ellos, las jornadas de puertas abiertas han sido una experiencia “muy guay”. “Las profesoras de Infantil nos lo explicaron todo muy bien, resolvieron nuestras dudas y, además, pudimos llevar a Biel y ver como interactuaban con é”, resume y añade que están siendo muy concienzudos a la hora de encontrar el lugar idóneo en el que Biel “va a pasar tantos años de su vida” y es que, explican, buscan un colegio que oferte al menos hasta 4º de la ESO.

 “No quiero que se tenga que cambiar al llegar a 6º de Primaria porque ese sí que me parece un cambio más preocupante…”, sonríe y argumenta: “No sé, creo que sí está en un centro familiar, con su grupo de amigos de siempre, podrá conservar más la inocencia”.