La particular ‘Odisea’ de 800 estudiantes gallegos

Del canibalismo a las grandes bacanales, los alumnos llegaron “sanos y salvos” y sobre todo “más sabios” de la XII Edición del certamen de la Sociedad Española de Estudios Clásicos, que contó con la alimentación como hilo conductor 

50 centros gallegos participaron en el XII Concurso Odisea desde el lunes hasta el jueves. En la imagen, estudiantes del IES compostelano Eduardo Pondal durante el primer día del certamen.

50 centros gallegos participaron en el XII Concurso Odisea desde el lunes hasta el jueves. En la imagen, estudiantes del IES compostelano Eduardo Pondal durante el primer día del certamen. / Cedida

María Bueno

María Bueno

El canibalismo fue uno de los grandes temas de la mitología griega. Había quien, embargado por su sed de venganza, obligaba a sus enemigos a comerse a sus propios hijos sin saberlo; y quien, en su soberbia, buscaba desafiar la omnisciencia de los dioses ofreciéndoles carne humana.  

En fin, “cosas bastante extrañas”, resume Eva, alumna de 1º de Bachillerato y una de las 800 estudiantes gallegas participantes en el concurso escolar de Cultura Clásica ‘Odisea’, que ha elegido la alimentación en Grecia y Roma como temática principal para su travesía de 2024.

Creado por la sección gallega de la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC) en el año 2006 y con 12 ediciones a nivel nacional a sus espaldas, el certamen celebró la pasada semana su primera fase y pone ya la mirada en la gran final estatal, que tendrá lugar el próximo 31 de enero. 

50 centros gallegos participaron en el XII Concurso Odisea desde el lunes hasta el jueves.

50 centros gallegos participaron en el XII Concurso Odisea desde el lunes hasta el jueves. / SHUTTERSTOCK

Una iniciativa que “está bastante guay” porque “aparte de que aprendes de forma diferente” — “no es lo mismo que dar clase”— , “te motivas más para ganar”, dice Eva; y también los profes entran en la dinámica de los incentivos de la competición, preparando a su alumnado con anterioridad para que obtenga el mejor resultado, tal y como nos confiesa la maestra de Griego y Latín Susana Losada, que añade sobre lo interesante de esta edición: “La alimentación es muy importante: nos hace reflexionar sobre la vida cotidiana en la antigüedad; pero también nos habla de ese momento de encuentro y ocio en torno al que surgen algunas de las obras más importantes de la historia de la humanidad”. 

¡Y tanto! De ello daba buena muestra una de las preguntas del certamen. ¿ Sabrías decir de qué hablamos cuando decimos…: “Aunque actualmente consiste en tratar cuestiones académicas, en este acto los griegos preferían comer, beber y divertirse”. En efecto, a lo que se refiere es al sympósion (“simposio”, “banquete” o, literalmente, “reunión de bebedores”), en el que se enmarcan obras esenciales de la literatura Universal como ‘El Banquete’ de Platón. 

Y es que, aunque vistos entre las líneas del libro de texto, pudiera parecer lo contrario, griegos y romanos eran en algunas cosas tan disfrutones o más que cualquier ciudadano occidental del SXXI. Que se lo pregunten al dios Baco; y también a los más de 800 estudiantes de la comunidad participantes en este increíble concurso. Una Odisea en la que navegaron a través de preguntas cada vez más complejas desde el lunes y hasta el jueves para llegar a su isla “sanos y salvos”, pero sobre todo “más sabios”, listos para arrasar en la gran final.

El nacimiento de la Vía Láctea. Óleo sobre lienzo 
(1636 - 1638).

El nacimiento de la Vía Láctea. Óleo sobre lienzo 
(1636 - 1638). / Rubens, Pedro Pablo - MUSEO DEL PRADO

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“Una esposa muy celosa lo derramó por todo el cielo al despertarse…” Esta otra pregunta del certamen Odisea nos demuestra que muy pocos contaban mejores historias que los griegos y es que ya le valía al bueno de Zeus... No solo engañaba a Hera con otras diosas, sino también con mortales. De una de esas infidelidades, nació Heracles (más conocido por el nombre latino de Hércules), que debía ser amamantado con leche divina para alcanzar los honores celestes. Por eso, Hermes, heraldo de los dioses, colocó al niño recién nacido bajo el seno de Hera mientras ella dormía; por eso ella, cuando se despertó, lo apartó bruscamente de su pecho, pero la leche siguió manando y esparciéndose entre las estrellas del cielo y así fue como nació, según el mito, la Vía Láctea.