Formación profesional para ‘el que quiere y el que vale’

Con las novedades en cotización y la FP dual, los ciclos medios y superiores superan a la Universidad en inserción laboral y afiliación a la Seguridad Social

La FP gana adeptos entre los jóvenes.

La FP gana adeptos entre los jóvenes. / E. Elements

C. M.

"No se trata de que los alumnos de Formación Profesional sean más o menos brillantes que los que continúan por la vía académica al uso”.

Así comienza a explicar Ana Freire, secretaria y profesora en el Centro de Formación Profesional Colegio Vivas.

El mito de que los estudiantes que aterrizan en un ciclo de formación profesional son menos válidos que sus compañeros está prácticamente desterrado. Y solo hay que ver la demanda que tienen los cursos prácticos: “En nuestro caso, muchos llegan a tener lista de espera para matricularse”.

Y es que, destaca, estudiar ciclos formativos es una opción que además está muy extendida entre alumnos que ya tienen estudios superiores previos: “Una gran parte de los matriculados ya tienen formación universitaria, pero no les ofrece tantas oportunidades”.

A ello le sumamos la novedad de este curso: todos los alumnos de Formación Profesional que sean mayores de 16 años y realicen prácticas en empresas cotizarán a la Seguridad Social, especificando que se trata de una cotización solo de contingencias comunes (pensiones e incapacidad temporal), por lo que deja fuera la prestación por desempleo.

Estas ventajas y las actuales cifras de inserción laboral y de satisfacción estudiantil parecen dejar atrás los tiempos en los que la FP se tenía en muy baja consideración. “Antes se oía mucho el típico “el que no vale para estudiar, pues una FP”, pero creo que es una idea ya desterrada", apunta Freire.

Puntualiza, eso sí, que especialmente en los cursos sanitarios sí se encuentran más estudiantes que, por nota, no pudieron acceder a las carreras que deseaban.

“Pero igualmente se encuentran con un estilo de enseñanza basado en el aprendizaje práctico, y se dan cuenta de que, para algunos empleos, es un proceso mucho más rápido. Al fin y al cabo y como su nombre indica, se trata de una formación de profesionales, directa al mercado laboral”.

Sobre esta incursión, la profesora destaca que “de forma muy generalizada, los alumnos que hacen prácticas en una empresa terminan empleados allí”. Por lo que la noticia de la cotización a la seguridad social no hace más que formalizar una realidad de forma muy beneficiosa para los estudiantes.

Las ventajas hablan por si mismas y los mitos ya están superados. Ahora solo queda convencer a los padres: “Son los que necesitan más información. Hay un gran desconocimiento de las muchas posibilidades que ofrece la FP”.