Experiencias docentes

Profesores viajeros: "¡Esto es un mundo!"

Los docentes salen de su “zona de confort” para impartir clase en el extranjero con los programas de Acción Educativa Exterior : “La experiencia de mi vida”

Eugenia, elegida por nuestra embajada como Mejor profesora de español en Estados Unidos.

Eugenia, elegida por nuestra embajada como Mejor profesora de español en Estados Unidos. / Faro

María Bueno

María Bueno

‘‘Esfero’ es bolígrafo; ‘parque’: recreo; ‘salón’, el aula; y el destino: Colombia. Allí, en su capital, impartió clase como tutor de Primaria el gallego Óscar Martínez durante el curso 2021-2022, que ya piensa en repetir en “Portugal, Francia, Italia” con toda su familia y que nos habla de las numerosas posibilidades con las que cuenta el profesorado español en el exterior: De Canadá a Australia, pasando por Europa, América, África e incluso Asia. 

“Esto”, resume, “es un mundo”. Y no solo en lo que a destinos se refiere, sino también a los programas disponibles con hasta siete opciones ofertadas por el Ministerio de Educación a través de su unidad de @AcciónEducativaExterior: desde los Centros de Titularidad Española en el Extranjero (CTDE) hasta el plan de ‘Profesorado visitante’, gracias al que más de 15.000 docentes de nuestro país se han integrado ya en centros escolares locales de destinos como Australia, Irlanda o Alemania, entre muchos otros, para dar clases de Español Lengua Extranjera (ELE) u otras materias en este idioma.

¡La mejor profe en EEUU!

Y así, como profesora visitante, empezó precisamente la luguesa Eugenia Fernández su periplo por el país del Tío Sam, donde acabó viviendo 5 años, a donde no descarta volver y donde fue premiada como Mejor Profesora de Español en EEUU por el proyecto pedagógico ‘Mini chefs’, que desarrolló en Portland, Maine. 

Pero todo eso ocurrió después. 

Antes, en 2015, Fernández tenía 45 años y empezaba a pensar que su día a día se estaba convirtiendo “un poco en rutina”, necesitaba nuevas experiencias y decidió dar el paso; se fue a Utah, a donde le siguió su marido. 

¿Lo recomiendas?: “Sin dudarlo, por supuesto, a todos aquellos que puedan, les digo que se lancen y que lo vivan. Lo que tienes en España ya lo conoces así que ¿por qué no?”, responde Eugenia, que este curso ha vuelto al CEIP Couceiro Freijomil de Pontedeume y que recuerda una experiencia indescriptible tanto a nivel personal como profesional, de la que se lleva amistades “para toda la vida” y un aprendizaje que, por descontado, fue mucho más allá de la lengua: “Me abrió la mente a otras formas de enseñar”, dice y así las cosas parece claro que el poso que dejó en ella el sistema americano irá mucho, muchísimo más allá de un bonito recuerdo para pasar a concretarse en un proyecto real: “Me llenó tanto la educación en Estados Unidos, la forma en la que se logra que el alumnado aprenda de forma tan natural y tan bonita; que el próximo curso voy a abrir aquí una escuela de inglés con ese sistema. Yo creo que es posible que los niños le cojan cariño a la lengua, en lugar de manía. Charlando, dialogando… Yo creo en eso”. ¿Y volver? Quién sabe. No lo descarta. 

Óscar Martínez, durante su estancia en Colombia.

Óscar Martínez, durante su estancia en Colombia. / Faro

“Estoy deseando volver y llevarme a toda la familia”

“Es una oportunidad super chula que te permite salir de tu zona de confort”, nos sigue narrando por su parte Óscar, cuya experiencia tuvo lugar en los llamados Centros de Titularidad Española en el Extranjero (CDTE), colegios dependientes del MEC en los que se imparten las enseñanzas regladas del sistema educativo español. Dicho de otro modo: “Colegios exactamente iguales a los nuestros, con las particularidades de cada país, pero ubicados fuera de España”. 

Cada curso, unos 650 profesores atienden a más de 8000 alumnos en estos centros, en la que supone otra gran alternativa para aquellos docentes que quieran vivir una experiencia laboral en países como Marruecos, Francia, Italia, Reino Unido... También en Colombia, donde se emplaza el CTDE Reyes Católicos de Bogotá y al que Óscar llegó tras la friolera de 15 meses sin clase por la pandemia en el país de destino: “Fue un año muy especial y supuso un gran reto acompañarles en esa vuelta a las aulas”, describe Óscar, que confiesa estar deseando volver; esta vez y si puede ser con su mujer y sus dos hijos acompañándole en la aventura: “A Lisboa, París, Roma…”, comenta, aunque sabe que el proceso para conseguir una plaza no es tan fácil y es que acreditar el conocimiento del idioma de destino (B1,B2 o C1 dependiendo del país) representa sólo el primer paso para lograrlo

Socorro Santos, desde Brasil.

Socorro Santos, desde Brasil. / FARO

“Los mejores años de mi vida... ¡De momento!”

“Depende un poco de cada programa. La convocatoria sale en noviembre y sobre abril empiezan los exámenes. Tienes que pasar una prueba técnica de legislación, que es donde se cae la mayor parte de la gente, y luego llega el desarrollo de un supuesto práctico, con defensa ante tribunal. Piensa que venimos como profesores, pero que también estamos aquí como delegaciones, hay una parte de representación”. 

¿Que por qué nos dice Socorro Santos (Porto do Son) que los años que pasó en el CTDE de Lisboa (y en lo que se enamoró y se casó) fueron los mejores de su vida, pero solo “¡de momento!”? Pues porque ahora imparte clases en el Centro de Titularidad Mixta de Sao Paulo, Brasil, y todo puede mejorar: “Tengo 61 años y quiero disparar este último cartucho”, sonríe la maestra, que habla de una gran oportunidad, también en términos de salario, aunque, matiza, “si alguien se va fuera solo por los beneficios económicos, se va a amargar. El horizonte tiene que ser otro”. 

¿Cuál? “Pues querer conocer la cultura e integrarte en el país de verdad”, responde lo que parece parecerle obvio en una entrevista en la que, en apenas quince minutos, la llamada se corta cinco veces por las caídas de la red y en la que nos explica que su primera experiencia fue como voluntaria de una organización en Perú a los…: “Pues no se muy bien, ¿cuarenta y pico?”. Después, ya no paró hasta llegar a este centro brasiñeño fundado por emigrantes españoles en el año 78, en el que cierra además un “ciclo personal”, y es que sus propios familiares se fueron al país americano en “épocas difíciles”.

Tomás Madrid,  en Suiza.

Tomás Madrid, en Suiza. / FARO

Cuestión de raíces

“Los niños también, pero son sobre todo sus padres y abuelos quienes no quieren que pierdan sus raíces”. Tomás se apellida Madrid y es de Murcia, pero el 80% de su alumnado en Suiza estaba conformado por segundas y terceras generaciones de emigrantes gallegos. 

A través del testimonio sobre la que califica como la “mejor etapa de su vida educativa” — qué se dice pronto tras 45 años dedicados a la enseñanza—, primero en Ginebra (2005 a 2011) y después en Berna (2016 - 2017), nos presenta otro programa muy interesante para impartir clase fuera de España. Son los llamados ALCEs o Agrupaciones de Lengua y Cultura Españolas, con más de 300 aulas en doce países — Hay uno hasta en Australia— y en los que, como su propio nombre indica, se imparte lengua y cultura española a los hijos y nietos de españoles en horario extraescolar. 

Sandra Dovale, en China.

Sandra Dovale, en China. / Faro

... De “otro planeta”

“Cuando llegué a clase y vi a 100 alumnos, pensé: ‘¡Qué detalle que haya venido todo el colegio a recibirme!’, pero no, enseguida me di cuenta de que era solo mi clase y que los ratios por aula son así en China”, se ríe Sandra Dovale, actualmente profesora de inglés en el IES Castelao, recordando su experiencia en el destino asiático, al que se fue con 27 años y donde permaneció hasta cuatro años: “La disciplina de los alumnos no tiene nada que ver”. 

Además de los programas de Profesorado Visitante, los Centros de Titularidad Extranjera y Mixta o los ALCE, el MEC cuenta con otras opciones como Secciones bilingües, Secciones españolas, Escuelas europeas o Auxiliares de conversación y, si no, siempre te puedes ir por tu cuenta, como hizo Sandra en el año 2014, antes de haberse sacado la oposición: “Me fui a la aventura, te tienes que buscar bastante la vida, es vivir en otro planeta; pero fue la experiencia de mi vida”, apunta Dovale, que acaba de volver de un Erasmus+ de una semana en Atenas y que nos confirma que va a presentarse a las pruebas del MEC para irse a Estados Unidos o Canadá. 

—“Sí que te gusta viajar, ¿eh?”

—“Muchísimo, es mi vicio (se ríe). Para mí, viajar es aprender; si vas abierta a todo, a la cultura, a integrarte en la ciudad, vas haciendo conexiones y de cada una de ellas te llevas un aprendizaje que archivar para siempre, para ti, para tu futuro”.