Cine con miradas de mujer

Cinco cineastas gallegas, directoras, productoras, guionistas y editoras, nos ofrecen sus testimonios y sus visiones sobre cómo han logrado abrirse paso y triunfar en profesiones altamente masculinizadas. “Hemos salido de la invisibilidad y no hay punto de retorno”, dicen

Desde la izda., Chelo Loureiro, Ángeles Huerta, Andrea Vázquez, Diana Toucedo y Nati Juncal.

“Que una película en gallego dirigida por una mujer y con un núcleo importante de actores no profesionales haya ganado la Concha de Oro en San Sebastián no es casualidad. El éxito se debe a que anteriormente hubo otras películas que abrieron camino, a años de apuesta por un cine de autor y a un trabajo de promoción y diseño muy importante para estar ahí”. Así se expresa Andrea Vázquez, productora de “O Corno”, la cinta dirigida por Jaione Camborda que triunfó en Donosti, se pasea por los festivales internacionales de primer nivel y en España lleva cerca de 70.000 espectadores en salas.

La cifra de taquilla es mayor de la esperada. “Nuestro objetivo era llegar a los 50.000 espectadores, lo cual estaría muy bien para la época postpandemia, en que los hábitos de consumo han cambiado y la gente se ha ido en masa a ver el cine en casa, en plataformas (“O que arde” tuvo 100.000 espectadores en salas)”, manifiesta Andrea Vázquez. Tras agotar su circuito en salas de cine – aún le quedan unas semanas en cartelera – y, posteriormente, en instituciones no comerciales, “O Corno” se podrá ver en televisiones (la han comprado TVG y TVE) y en plataformas como Movistar y HBO.

Andrea Vázquez

Madre de una niña de cinco meses a la que se lleva a los rodajes – “Es lo que tienen los cuarenta: estás en el pico laboral y cogiendo el último tranvía a la maternidad”, dice – esta cineasta formada en la Escola de Imaxe e Son de Vigo, su ciudad natal, lleva trabajando en el audiovisual desde 2006, año en que fundó su productora, Miramemira, que comenzó a trabajar en el ámbito cultural para museos e instituciones hasta que Oliver Laxe la llamó para que produjera “O que arde” y “ahí empezamos de cero, con ensayo error, y con el apoyo de la red de productores y cineastas gallegos que están siempre ahí para resolverte cualquier duda”.

"Tenemos más sensibilidad hacia temáticas que nos atañen a las mujeres e interesan también al público masculino, como es el caso de 'O Corno'"

Andrea Vázquez - Productora

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En el ámbito cinematográfico, la profesión de producción ejecutiva, al igual que la de dirección, ha estado siempre altamente masculinizada. “Son puestos de toma de decisiones en los que tienes que buscar financiaciones para levantar un proyecto, había más hombres, pero ahora si ves las producción ejecutiva de películas que están triunfando en un porcentaje alto son mujeres”. No ocurría lo mismo con la dirección de producción, donde la presencia femenina ha sido tradicionalmente mayor porque requiere cualidades de organización y cuidado del equipo que responden a un estereotipo femenino.

Si bien no se puede hablar de una única “mirada de mujer”, para Andrea Vázquez el hecho de que haya más productoras ejecutivas se traduce, por una parte, “en una mayor sensibilidad hacia temáticas que nos atañen a las mujeres e interesan al público en general, como es el caso de ‘O Corno’ (trata sobre el aborto en la década de los 70)” y, por otra, en que el equipo esté equilibrado: “Prestamos más atención a que haya mujeres construyendo la película y a que también haya protagonistas femeninas, en lugar de ser personajes relegados a situaciones secundarias”.

Aún con la miel en los labios por haber obtenido la Concha de Oro, Andrea Vázquez ya está inmersa en su próximo proyecto, la producción de una película sobre el campo de concentración que hubo en la Illa de San Simón en la guerra civil española. Se rodará entre febrero y marzo y estará dirigida por el manchego afincado en Galicia Miguel Ángel Delgado. “Es una película de memoria democrática, algo que viene muy al caso para el momento en que estamos viviendo”, comenta Andrea Vázquez. Será en gallego, como sus otras producciones, en una apuesta por hacer un cine naturalista y realista. “Los presos en esa época hablaban en gallego, como también lo hablaba la protagonista de ‘O Corno’, una mujer en la Illa de Arousa en los años 70”.

Diana Toucedo

Editora de más de una veintena de películas, entre las que se encuentran largometrajes y cortos laureados en certámenes de primer nivel así como la serie “Hierro” de Jorge Coira, y directora del documental nominado a nueve Goyas “Trinta Lumes”, la redondelana afincada en Barcelona Diana Toucedo considera que la visibilidad y el reconocimiento que tienen ahora las mujeres en puestos de mando en la industria cinematográfica se debe, en gran medida, al trabajo en la sombra de generaciones anteriores.

“Estamos en un punto de no retorno, ya no queremos estar en la invisibilidad, se nos puede reconocer como a cualquier otro. Que festivales como el de San Sebastián apuesten por otro tipo de narrativas y de visiones distintas a las que han imperado en los lugares de mayor visibilidad es una muestra de que los tiempos están cambiando y de que como público necesitamos nutrirnos de otras maneras de entender el mundo complejo que nos rodea, que tiene muchas capas”, comenta.

"Nos une la lucha por desbancar esa mirada imperante, patriarcal y masculina"

Diana Toucedo - Editora y directora

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La etiqueta de “cine de mujeres”, si bien es reduccionista porque aglutina sensibilidades individuales múltiples, sirve para aunar un impulso de fondo, que es “esa lucha por desbancar o reestructurar esa mirada y esos códigos imperantes, patriarcales y masculinos en los que muchas mujeres no se sienten identificadas”, según señala Diana Toucedo, quien como docente en la Universidad Pompeu Fabre de Barcelona tiene contacto directo y diario con jóvenes estudiantes y aprecia que “las chicas de las nuevas generaciones tienen absolutamente integrada esa autoridad para andar por espacios sin necesidad de ser legitimadas por nadie, y ese es un cambio que veremos a partir de ahora de manera más generalizada”.

En su faceta de montadora, oficio vinculado a tejer o coser una película, Toucedo observa que la huella femenina se ha manifestado tradicionalmente con el uso de elementos más sensoriales, de miradas y gestos, de la parte más emocional de los personajes. “La edición es el último paso en el proceso de escritura de una película y ahí se puede ver si la montadora es una mujer por trazos sutiles, no los masculinos imperantes, sino más sugeridos”.

Formada en la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESAC) y en la Universidad Pompeu Fabre, Diana Toucedo ha desarrollado su carrera fuera de Galicia, tanto a nivel español como internacional, algo que le ha servido para nutrirse y modelarse como cineasta. Si embargo, los dos proyectos que ha desarrollado como directora han sido financiados mayoritariamente en Galicia. “La línea de ayudas de AGADIC me ha permitido financiar mis películas de una manera independiente y autoral, factores que pongo mucho en valor del cine que se financia en Galicia y nos sirve de refuerzo a los autores que queremos producir al margen de la industria”.

El recorrido de “Trinta lumes” ha rematado cuatro años y medio después de su estreno y le ha permitido llevar una historia de O Courel a un público universal, desde Chile a Japón pasando por Berlín. Ahora está pendiente de poder montar su segunda película documental, “Puerto Deseado”, rodada entre Argentina y Galicia siguiendo la estela de su familia paterna, dedicada a la mar desde hace cinco generaciones. Puerto Deseado es, además del título de su cinta, el nombre de un municipio de la Patagonia argentina bautizado así por Francis Drake, refundado a finales del siglo XIX por gallegos, asturianos y leoneses, y actual sede de varias industrias pesqueras, entre las que se encuentra una para la que trabaja su padre. Además, Diana Toucedo acaba de debutar como productora de “Auto das ánimas”, una cinta dirigida por Pablo Dantas que se estrena este mes en el Festival de Cine de Gijón.

Chelo Loureiro

La última película que ha producido Chelo Loureiro, “El sueño de la sultana”, se ha convertido este año en la primera cinta europea de animación que ha entrado en competición oficial del Festival de Cine de San Sebastián, un hito mucho más complicado que los tres Goyas que atesora esta productora gallega, uno de ellos por una cinta dirigida por ella misma, “Valentina”. Y es que en los premios que concede la Academia Española de Cine “compites solo con películas españolas, que suman un máximo de trescientas”, mientras que en Donosti “se presentan unas siete mil de todo el mundo”, según explica Chelo Loureiro.

"Hemos demostrado que el talento sale a la luz si hay igualdad de condiciones"

Chelo Loureiro - Productora y directora

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Triunfar haciendo cine de animación desde Galicia, y siendo mujer, sonaba hace décadas a misión imposible, pero Chelo Loureiro lo tenía (y lo tiene) claro. “En Galicia tenemos mucho talento, grandes contadores de historias, grandes artistas plásticos y grandes músicos, con lo cual si mezclas todos esos ingredientes te sale un buen cine de animación”, asegura. A sus 65 años y pensando en jubilarse para dejar paso a nuevos artistas a los que ha ayudado a encarrilar sus carreras, recuerda aquellos tiempos en que ese género cinematográfico era casi una anécdota. “Había años en que solo llegaba a los Goya una película de animación; este año hay ocho en competición, incluso tenemos a dos directores de imagen real, Fernando Trueba y Pablo Berger, y hay muchos proyectos dirigidos por mujeres”.

Para Chelo Loureiro, el éxito cosechado tanto por Jaione Camborda como por “El sueño de la sultana”, dirigida por otra mujer, Isabel Herguera, evidencia el trabajo que llevan 17 años haciendo desde CIMA (Asociación de Mujeres Cineastas de España) y, hace siete años, desde MIA (Asociación de Mujeres de la Industria de la Animación). “Nos costó muchísimo, nos decían que si no salía talento femenino era porque no existía; hemos demostrado que eso no era así, que el talento solo podía salir a la luz si había igualdad”.

De las dos líneas de ayudas que concede el Instituto de la Cinematografía y las Artes Visuales, las generales, que se otorgan a películas más comerciales, solo contaban entre sus destinatarios con una mujer directora, Isabel Coixet, mientras que las selectivas, reservadas a proyectos más pequeños, sí contemplaban cintas de directoras. “El 50% de los proyectos seleccionados eran de mujeres, pero si sumábamos el importe total de sus presupuestos eran la mitad de la cantidad de lo que sumaban las películas dirigidas por hombres”, relata Loureiro. “Les resultaba más difícil ser visibles, porque una parte importante del presupuesto de una película es para marketing; si no lo haces, nadie sabe que la película existe, no se puede enviar a festivales ni estrenar en igualdad de condiciones”, relata. Esta situación se solventó hace cuatro años, “en el momento en que exigimos una cuota para películas hechas por mujeres, ahí aparecieron un montón que empezaron a recibir financiación pública desde presupuestos más generosos y son las que ahora están ganando todos los premios; existe talento”.

Teniendo en cuenta que la calidad no tiene que ver con el género de la persona que dirija el proyecto, Chelo Loureiro destaca que la existencia de mujeres en puestos de dirección y realización de películas introduce nuevos puntos de vista y enriquece el mundo de la cultura al involucrar en la creación de contenidos al otros 50% de la población. “Durante muchos años, como espectadora, me costaba mucho identificarme con los personajes femeninos de las películas, algo que ahora no me sucede”, sostiene.

En cuanto a los proyectos que elige para producir, comenta que “tiene que subyacer un discurso de lo que para mí es importante en la vida: la igualdad desde el minuto uno, el punto de vista ecologista, sobre todo teniendo en cuenta dónde estamos, y en general el contenido que a mí me parezca que puede mejorar la sociedad”.  Ejemplos de ello son sus últimas producciones: “El sueño de la sultana”, en cines a partir del 17 de noviembre, ofrece una mirada feminista y antibelicista a partir de la recreación de un cuento hindú, que “muestra a los occidentales, que nos creemos el obligo del mundo, que en lugares que consideramos subdesarrollados están más concienciados que nosotros”; “Justicia Artificial”, rodada el año pasado en imagen real y en cines a principios de 2024, aborda el tema de la digitalización de la justicia por la irrupción de la inteligencia artificial e invita a reflexionar sobre un problema de la sociedad; el cortometraje “To bird or no to bird”, de Martín Romero, ofrece una mirada sobre nuestra manera de alimentarnos; el corto de Beatriz Lema “O corpo de Cristo” aborda la salud mental y el abuso; el corto de animación para niños “Yo voy conmigo”, dirigida por la propia Chelo Loureiro, reflexiona sobre la igualdad y la necesidad de cambiar para gustar a los demás; y su siguiente película, “Decorado” es una comedia mordaz de Alberto Vázquez sobre la sociedad de consumo.

El aumento de cineastas con talento que se está produciendo en los últimos años se encuentra con el obstáculo de encontrar un espacio para llegar al público. “Los que estamos aún no nos hemos jubilado, entran más producciones y la financiación para el cine no aumenta – recuerdo años en Galicia con presupuestos mayores que los actuales – , y también encontramos un gran atasco en la exhibición: no hay suficientes pantallas porque no hay una cuota para el cine español, con lo cual tenemos una durísima pugna con el cine norteamericano, que impone sus propias normas, es decir, ofrecen títulos como “Avatar” con la condición de que en esas fechas y a esas horas no se programe ninguna película de una lista que dan a las salas”.

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Chelo Loureiro y diana Toucedo, con 20 años de diferencia, carecieron de un modelo femenino en sus carreras. Hoy las jóvenes se fijan en ellas

 “La primera vez que una chica joven se acercó a mí para decirme que yo era un referente para ella me quedé sobrecogida, es algo que no pienso cuando trabajo, me siento más una hormiga; ahora que lo he escuchado muchas veces me llena de satisfacción, por eso con 60 años me lancé a dirigir mi primera película, “Valentina”, para demostrar a todas las jóvenes que es posible llegar a hacer lo que sueñas, que hay que ser persuasiva y constante”. Así se explica la productora y directora de cine de animación Chelo Loureiro, quien forma parte de las primeras generaciones de mujeres que salieron a trabajar fuera de casa y “con un sentimiento de culpabilidad enorme porque tuve hijos muy joven y me daba la impresión de que estaba fallándoles” al no poder ser madre “a dedicación completa” como lo fue la suya con ella.

Es esa sensación de responsabilidad la que ha hecho sentir a muchas mujeres el llamado síndrome de la impostora. “Se nos examina de manera más dura que a los hombres, y eso me persiguió. Sabía que cuando alguien examinaba mi trabajo en realidad estaba intentado responder a la pregunta: ¿una mujer sirve para hacer esto?. Esa mochila pesa, sabía que me tenía que esforzar mucho más que cualquier hombre porque tenía que demostrar que las mujeres éramos capaces, no solo yo”, relata.

Para la editora y directora Diana Toucedo, de 41 años, la idea de los referentes es algo esencial porque “son la fuerza para continuar”, según dice. “Cuando estaba estudiando en la ESCAD y empecé a sentir que el montaje podía ser mi forma de vida tenía un montón de hombres como referentes, hasta que vi que había cineastas mujeres en otros países”, explica. Ahora sirve de ejemplo a chicas que estudian cine, la más cercana una alumna de O Courel que conoció en el rodaje de “Trinta lumes”. “Seguro que va a ser una de las nuevas cineastas gallegas muy inmediatas; y yo fui alguien que la abrí el camino”, dice.

Ángeles Huerta

Precisamente una víctima de “Avatar” ha sido la última película de la directora gallegoasturiana afincada en A Coruña Ángeles Huerta, pues “O corpo aberto” salió a las salas de cine la misma semana que la superproducción de James Cameron, en diciembre del año pasado. La cinta, un relato gótico basado en “Arraianos” de Méndez Ferrín y con Tamar Novas en el papel protagonista, se encuentra casi un año después de su estreno en un circuito por pequeñas villas y pueblos de Galicia de la mano de la Academia Galega del Audiovisual (AGADIC), se acaba de estrenar en cines comerciales de Portugal y está disponible en la plataforma de cine online Filmin.

Nacida en Gijón y doctora en Literatura Comparada por la Universidad de Oviedo, Ángeles Huerta lleva 22 años viviendo en Galicia, a donde se trasladó para trabajar en la universidad. “Soy gallega de Gijón, las identidades son algo mucho más líquido de lo que pensamos”, manifiesta esta directora y guionista que se introdujo en el mundo audiovisual a sus cuarenta años. “De no haber hecho mi vida aquí, nunca me hubiera dedicado al cine porque en Asturias las posibilidades son mínimas y que te abran la puerta a hacer cine en un sitio como Madrid o Barcelona es mucho más complicado; con todo lo difícil que es hacer cine en gallego, Galicia es un lugar mucho más amable, sobre todo sin empiezas a una edad tardía como es mi caso”.

"Intento introducir una mirada queer que se salga de lo hegemónico, de ese lugar de privilegio y poder"

Ángeles Huertas - Directora

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Defensora de la controvertida política de cuotas que ha hecho que en la última década las películas dirigidas por mujeres hayan pasado de un 8% a cerca de un 20% – de un 3% a un 11% en dirección de fotografía –, aún muy lejos de la paridad, Ángeles Huerta señala que “lo importante no es tanto el número de mujeres como la ampliación del imaginario, que la mitad de la población no se quede fuera en una cultura audiovisual como ésta a la hora de narrar historias desde otro estilo, contando qué relaciones son legítimas y cuáles no, qué comportamientos son lícitos o no, etc.”.

Aunque hay “miradas de mujer” masculinizadas y “miradas de hombre” feminizadas, Huerta señala que “ser mujer y desde pequeña atravesar una serie de experiencias nos modela no solo por las expectativas que se viertan en nosotras o el lugar donde te coloca la sociedad y que te hace ver las cosas de una determinada manera, sino que además del género hay otros ejes que vertebran la mirada, como si vives en el centro o en la periferia o cuestiones de clase; la mirada de una mujer blanca, heterosexual, metropolitana, europea y de clase media o alta tendrá un grado de diversidad, al igual que otras mujeres sobre las que pesan otras marginalidades”.

Esta reflexión marca la visión que la directora ofrece en las películas que dirige. “Intento ofrecer una mirada en que me salgo de lo hegemónico, de ese lugar de privilegio y de poder, intentando introducir una cierta mirada de esa diversidad queer, expresa. Hablar de lo ominoso, de lo subterráneo, de aquello que, estando ahí, evitamos nombrar y cuando sale a la superficie se convierte en problemático supone, desde el punto de vista de la mujer, meterse en cuestiones que tienen que ver con la familia y con las relaciones, según argumenta Huertas. “Tiene también que ver con la falta de límites y con desdibujar esos límites identitarios ilusorios que nos vienen impuestos, y eso está presente en ‘O corpo Aberto’”, producción que ha contado con la participación de TVE, ente que en los últimos años lleva una política de apoyo a proyectos en lenguas cooficiales y hechos por mujeres. “Hacer cine es un acto político no solo para los cineastas, también para el público”, afirma Huertas.

Televisión Española también está presente en la primera película por encargo que dirigirá Huertas, un producción de Zara Ceballos con guión de Pepe Coira, con quien ya trabajó en “Corpo aberto”, sobre la figura de Castelao, que encarna el actor Tamar Novas, y que recrea dos momentos de su vida – cuando retoma su actividad como médico a causa del brote de gripe española en Rianxo en 1919 y una década después, cuando viaja con su mujer a Bretaña tras la muerte de su único hijo –, que se corresponden también con dos momentos históricos: la creación de las Irmandades da Fala y la fundación del Partido Galeguista. Otro proyecto que la ocupa, en este caso cien por cien suyo, es una película de vampiros, “Lamprea”, que transcurre en la zona de Salvaterra do Miño. 

Nati Juncal, Delegada de CIMA en Galicia: “O Talento agora ten espazo”

Productora en Cósmica Produccións, xunto coa súa socia Sonia Méndez, directora coa que actualmente está traballando co proxecto dunha película, “As Neves”, Nati Juncal asumiu esta semana o cargo de delegada en Galicia da asociación CIMA de mulleres cineastas e do audiovisual, que representa na nosa comunidade autónoma a máis de medio centenar de profesionais do sector e que pelexa pola igualdade de oportunidades e condicións das mulleres nesta industria.

“Grazas a medidas como o sistema de puntos para determinados postos ou a reserva de crédito para proxectos dirixidos por mulleres, as directoras gañan premios”

Nati Juncal - Delegada de CIMA en Galicia

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– Como valora o feito de que unha película en galego dirixida por unha muller gañara a Concha de Ouro en San Sebastían?

– CIMA leva moitos anos, primeiro, facendo pedagoxía dunha inxustiza, do feito de que non houbera mulleres nalgunhos postos do cine, a dirección segue estando ampliamente masculinizada, e, segundo, pelexando para poñer medios para que esta situación se revirta. Grazas a medidas que propuxemos, como o sistema de puntos para determinados postos e a reserva de crédito nas axudas para proxectos dirixidos por mulleres, ao longo dos últimos anos vemos que hai directoras que gañan premios á mellor dirección novel, casualmente. Por que son todas noveles si teñen 40 anos? Non empezaron todas de repente, e que se xenerou un espazo para elas, o talento e o bo facer estaba ahí, non había a oportunidade que agora si teñen.

– Aínda queda moito camiño por percorrer?

– Non está todo feito. Estes sistemas e medidas que se tomaron son para proxectos nos que hai axudas públicas e non obrigan ao 50%, melloran as nosas oportunidades pero cando te vas ao sector privado, onde non hai intervención pública, a desigualdade é abrumadora, e a realidade sigue sendo igual de inxusta. O feito de que se demostre o talento de mulleres como Jaione o Carla Simón (Premio Nacional de Cinematografía 2023, directora de “Alcarrás”) respalda a loita. Elas chegan aí grazas ao traballo feito por outras, pero o seu éxito impulsa o traballo das seguintes.

– Eses sistemas de cuotas e reserva de créditos establecen que o reparto de postos e de financición pública sexa paritario por xéneros?

– Non, o das cuotas é só abrir algunha porta, non obriga a abrir a dirección ao 50% de mulleres. Ademáis hai outras profesionais non directoras carentes de oportunidades, como directoras de fotografía, montadoras, sonidistas, outros moitos departamentos onde a voz e as caras visibles son homes. No tema das reservas de créditos, a anterior directora do ICAA (Instituto de la Cinematografía y las Artes Visuales), Beatriz Novas, foi moi valente á hora de implantar certas demandas como reservar unha parte do orzamento total a proxectos dirixidos por mulleres. Aí é onde de repente entran mulleres que antes non conseguían entrar porque hai outros elementos en xogo, como cifras de taquillas anteriores ou empresas distribuidoras. O feito de que haxa unha reserva de crédito para películas dirixidas por mulleres fai que esas empresas decidan apostar a películas de mulleres, é todo unha cadea.

– En Galicia está mellor ou peor que no resto do estado?

– Está mellor en producción executiva. Logo hai algo moi curioso, que os postos de técnicos responden moito aos estereotipos de xénero sociais i en Galicia iso é peor: a brecha é máis grande, se no estado está no 80% por cento en postos feminizados como peluquería ou maquillaxe, en Galicia se rebasa ese porcentaxe con creces.

– Cales serán as seguintes batallas?

– Un tema moi recurrente do que falaremos moito nun futuro e vai influir en toda a maneira de traballar do sector é a conciliación, pensa que en cine fanse xornadas de 50 horas semanais. Outro tema a debate é que esta solicitude de conciliación existe só cando as mulleres se incorporan ao mercado laboral, é dunha inxustiza intrafamiliar terrible. As resistencias aí van ser tremendas porque vai ter que cambiar todo o sistema e iso é complicado.

– Como chegou a ser productora de cine?

– Formeime en Filoloxía Inglesa e metinme no mundo do cine por casualidade, porque me propuxeron participar nunha curta. Empecei no 2004, traballaba de camarera e iba media xornada a aprender a unha productora sin cobrar, hoxe se cobra. Tres anos despois empecei la producir cuartas e hai cinco anos creei Cósmica Produccións este ano acabamos de rodar a nosa primeira película longa de ficción, “As Neves”, que a dirixe a miña socia, Sonia Méndez.

– Fáleme desa producción.

– “As Neves” está recén rematada, agora empezamos o proxecto de enviar a festivais para poder estrenar. Ten un orzamento de 1,3 millóns e conta coa participación do AGADIC, do ICAA, da TVG e de TVE. É unha peli de adolescentes rodada na Fonsagrada, que trata sobre como se desenvolven rapaces nun ámbito rural e ao mesmo tempo cun móvil na man, que se crían nun ambiente moi particular con condicións de vida deste século.

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