Bugallo, en condiciones de repetir como alcalde en Santiago pero con menos apoyos

El próximo 28 de mayo Santiago de Compostela pondrá fin en las urnas a su tendencia de cambiar de alcalde en los comicios locales –como así ha sucedido en los tres últimos–, ya que el socialista Xosé Antonio Sánchez Bugallo repetiría al frente del Gobierno de la capital de Galicia, según se desprende de los datos del barómetro elaborado por DYM Market Research. Si en 2011 el regidor actual fue sorpresivamente descabalgado del poder por el candidato del PP, Gerardo Conde Roa, en 2015 Martiño Noriega al frente de Compostela Aberta desalojó a los populares aprovechando el fuerte empuje de las mareas, y en 2019 regresó Sánchez Bugallo, en estas elecciones esta tendencia variable se cumplirá sólo en el número de votos. El PP de Borja Verea le dará la vuelta a los resultados y se convertirá en la primera fuerza –superando al PSOE–, pero su victoria no le llegará para obtener el bastón de mando, ya que se quedará lejos de la mayoría absoluta.

Los populares, que hace cuatro años ocuparon la segunda posición, subirían más de cinco puntos porcentuales hasta hacerse con el triunfo, elevando entre dos y tres el número de sus concejales, que se quedará en 10 o 11. El PP obtendría una victoria poniendo como cabeza de cartel a un diputado autonómico que no tiene acta de concejal y que preside la agrupación local desde hace un año, momento en el que decidió relevar al portavoz municipal. Además, el que iba a competir con él por liderar el partido en la ciudad, abandonó el PP y ahora es el candidato de VOX.

Al segundo puesto en la corporación municipal compostelana bajará el PSOE de Bugallo, que perderá siete puntos y entre dos y tres ediles. Como se ve, populares y socialistas intercambian sus posiciones, sin que este vuelco llegue a plasmarse en la investidura de un alcalde distinto, ya que a diferencia del PSOE, el PP no tiene con quien pactar, dado que toda las formaciones, salvo los populares, son de izquierdas.

Entre los otros dos partidos que obtendrán representación en la corporación compostelana, BNG y Compostela Aberta, se produce un fenómeno similar al que se da entre PP y PSOE, permutan sus puestos y su cantidad de concejales. Así, mientras los nacionalistas que lidera Goretti Sanmartín suben de dos a cinco ediles y pasan de la cuarta a la tercera posición en Raxoi, la candidatura que en su día aupó a Noriega a la alcaldía, ahora con María Rozas como cabeza de cartel, experimenta un bajón proporcionalmente inverso, al descender al último lugar, y de los actuales cinco concejales sólo logrará retener dos.

El panorama que dibuja este barómetro es de dos compartimentos estancos: uno lo ocuparían los dos partidos tradicionales del bipartidismo español, que se disputan con peor o mejor suerte el mismo electorado, de la misma manera que, en el segundo, son las otras dos formaciones, las que representan las opciones más rupturistas, las que se reparten el mismo caladero. Los que se encontraban arriba en cada grupo pierden su hegemonía en favor de sus inmediatos perseguidores, que el 28 de mayo conseguirían dar el sorpasso.

La incógnita que queda es si PSOE y BNG sumarán entre ambos los 13 concejales de la mayoría absoluta (la encuesta apunta 12 o 13) o si necesitarán también a Compostela Aberta. Y, tanto en un caso como en otro, si tras la negociación habría bipartito, tripartito o gobierno en solitario.

En todo caso, los actores municipales son los mismos con presencia en la corporación en el último mandato.

El regidor, el más conocido, y la candidata del Bloque, la mejor valorada

Las alcaldables progresistas que se presentan en el espacio a la izquierda del PSOE, Goretti Sanmartín (BNG) y María Rozas (Compostela Aberta) son las candidatas mejor valoradas por los electores santiagueses, que en este capítulo puntúan a ambas con una nota de 5,4 sobre 10. Por su parte, los otros dos candidatos principales en estas elecciones, Sánchez Bugallo (PSOE) y Borja Verea (PP) obtienen un 4,8 y un 4,3, respectivamente. Frente a ellos, del resto de aspirantes a los que esta encuesta no les otorga posibilidades de conseguir representación, destaca el idéntico 5,3 con el que califican a Luis Emilio Batallán (CxG) y Beatriz Estévez (PG) y el 5,1 de Ángel Jiménez (Por e Para Santiago), mientras que la peor valoración es para el cabeza de lista de Vox, Fernando Mayo, con un 4,0.

En el apartado de notoriedad, el actual alcalde socialista, Sánchez Bugallo, destaca de manera clara sobre todos sus contrincantes, al lograr un 72,3% de conocimiento, muy por encima del resto de candidatos. Borja Verea le sigue con un 48,3%, mientras que Goretti Sanmartín se sitúa tercera con un 47,2% y María Rozas es la cuarta de este grupo con 31,4%. En el análisis de estos datos, llama la atención que más de la mitad de la población compostelana afirma no conocer a tres de los cuatro alcaldables entre los que se jugarán el Gobierno municipal (Verea, Sanmartín y Rozas).

En términos generales, los santiagueses tienen una mejor consideración de la gestión que realiza el Gobierno popular de la Xunta que de la política que se lleva a cabo desde el Ejecutivo de alcalde socialista de Raxoi. Sobre la labor de la administración autonómica, el 21,8% de los compostelanos cree que es buena o muy buena, mientras solo el 14,9% califica de buena o muy buena la local. En el apartado contrario, la diferencia se estrecha, aunque el Gobierno de Raxoi mejora levemente: el 32,8% cree que la dirección de Raxoi es mala o muy mala, frente al 35,2% que define así el trabajo de San Caetano. La mitad de la población santiaguesa, un 49,7%, juzga como regular la legislatura de Sánchez Bugallo.

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