Mar de Frades, sin exclusividad de uso de la emblemática botella azul

Una sentencia del Tribunal de Marcas revoca una resolución anterior que consideraba que otra marca de vino albariño no podía usarla

Mercedes Gallego

“La botella azul cobalto considerada icónica y distintiva de la modalidad Rhin como envase estrechamente asociado a Mar de Frades en el momento en que se lanzó al mercado, en los años 1990, ha devenido en la actualidad en una forma de botella que ya no es excepcional en el envasado de botellas de vino, incluso de la misma Denominación de Origen Rías Baixas”. Con este argumento, el Tribunal de Marcas de la UE, con sede en Alicante, ha frustrado la pretensión de la gallega Mar de Frades SL de que no se le permitiera el uso de este envase a la mercantil de uno de sus exdirectivos. Así lo había sentenciado el juzgado de Marcas número 1 de Alicante en el pleito que esta empresa mantiene con su exdirector técnico Eladio Piñeiro Charlín, quien ahora, desde Frode de Carme SL comercializa un albariño bajo las marcas La Ola, La Ola Origen Azul y Eladio Piñeiro-La Ola con un envase igualmente azul cobalto.

Frente al criterio del juez, el tribunal considera que el demandado “no ha cometido un acto de deslealtad” ni con la utilización de esta botella ni con el dibujo en sus etiquetas de unas olas que la demandante entiende que están asociadas a la imagen de su marca, según recoge una resolución de la que ha sido ponente el magistrado Enrique García-Cervera y que ha sido recurrida ante el Supremo.

Para Mar de Frades SL “la forma de presentación del vino La Ola, en particular el color azul de la icónica botella y el mensaje contenido en la zona lateral de su etiqueta, induce al consumidor a creer que la botella de La Ola es una continuación del proyecto Mar de Frades (...) consiguiendo la transferencia de la imagen y reputación de este, en especial su color azul, de forma gratuita cuando habían obtenido un precio importante con la venta a la actora (Mar de Frades) de los activos inmateriales en el año 2003”.

El tribunal, del que también han formado parte los magistrados Luis Antonio Soler y Rafael Fuentes, sostiene que ambas partes están conformes en que la utilización de la botella de azul cobalto como envase de vidrio para el albariño Mar de Frades “fue introducida gracias a la creatividad e ingenio de Eladio Piñeiro” en los 90. Pero reitera que “en la actualidad ya no constituye una novedad ni puede considerarse un elemento de presentación icónico porque se ofrece una botella de ese color en los catálogos de los fabricantes de las botellas de vidrio (...) a disposición de cualquier bodega”.

Tampoco ve la sala objeto de controversia en el etiquetado con el dibujo de una ola que Mar de Frades mantiene que puede inducir a confusión. “La etiqueta frontal de Mar de Frades es sustancialmente distinta de la zona frontal de la etiqueta de La Ola” por lo que “no son confundibles, lo que igualmente percibirá el consumidor medio”, dice la sentencia. Y abunda en esta idea al afirmar que para el consumidor “la leyenda que se contiene en el parte lateral de la etiqueta de la botella de La Ola pasa desapercibida por su extensión y carácter informativo sin que se pueda inferir de su contenido la relación con la botella de Mar de Frades”.

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