El lado más inmersivo de Navalia: pilotar un caza de combate, lanzar misiles o manejar un enorme pesquero

CT Ingenieros presenta dos simuladores para impulsar el adiestramiento militar

CT Ingenieros presentan en Navalia su simulador

Pedro Fernández

La Feria Internacional de la Industria Naval (Navalia) cerró este jueves su novena edición, tras tres intensos días de actividad, y además de servir al naval gallego para seguir dándose a conocer en el resto del mundo fue una oportunidad para probar los simuladores más punteros del mercado. Experiencias inmersivas como la de la empresa CT Ingenieros, que presentó dos sistemas para sumergirse en un caza de combate F-18 y un lanzamisiles Mistral bajo un ejercicio conjunto en el mismo escenario.

Santiago Ferrer, director de proyectos de la compañía, explica a FARO que las tecnologías que expusieron operan en servidores distintos pero se integran en una plataforma común, de tal manera que funcionan al unísono "sin ningún tipo de latencia". Son capaces de simular cualquier tipo de medio, "ya sean vehículos terrestres, aéreos o navales", abunda.

Expositor de Anexus con el simulador de un barco en la feria de Navalia.

Expositor de Anexus con el simulador de un barco en la feria de Navalia. / Marta G. Brea

Ambos simuladores, que pudieron probarse en varios pases a lo largo del evento, permiten recopiar datos sobre el vuelo y así evaluar a los militares, primerizos que llevan a cabo adiestramientos prácticos, con el objetivo de analizar los aspectos que deben mejorar. “Es el primer paso de un entrenamiento de primer nivel para los cadetes que tienen su primer contacto aeronáutico”, dice. Y lo tienen a través de una experiencia "completamente inmersiva" con realidad virtual: "Sería muy arriesgado montarles en un avion real".

Estos aparatos no fueron los únicos del congreso. En otros stands, como el de Anexus, los visitantes pudieron probar en primera persona lo que es hacerse con el puente de mando de una gran embarcación pesquera. Con timón, cinco monitores y tres grandes pantallas que mostraban el mar y la costa, a lo lejos, tampoco pasó desapercibido.