La congestión de la red por las renovables en Galicia costó 100 millones en cinco meses

Es la zona con mayores restricciones técnicas tras el freno del consumo

Dos aerogeneradores de un parque eólico en Galicia.

Dos aerogeneradores de un parque eólico en Galicia. / Marta G. Brea

Julio Pérez

Julio Pérez

El esqueleto eléctrico funciona como un sistema de vasos comunicantes. Producción y consumo deben estar siempre acompasados para evitar, entre otros riesgos, los temidos apagones. El fuerte despliegue de las tecnologías renovables en los últimos años permite dar un paso de gigante en la descarbonización de la economía en España, una de los líderes mundiales en el mix verde, pero a la vez supone un desafío para el operador del transporte, Red Eléctrica, obligado a mantener ese constante equilibrio con fuentes de generación que son mucho menos previsibles. En las centrales nucleares o los ciclos combinados basta con apretar un botón para acelerar la actividad. En eólica, hidroeléctrica o fotovoltaica, el músculo es tan variable como la meteorología. No es extraño, además, que el viento sople con más fuerza en momentos de baja demanda, como durante la noche.

La cosa se complica todavía más porque en paralelo a la expansión de las plantas renovables se está frenando el consumo de hogares e industrias. “En los últimos meses la contención de la demanda está suponiendo un incremento sustancial del uso del mecanismo de solución de restricciones técnicas y del piloto de control de tensión con un importante impacto en los costes para el sistema”, desvela el informe técnico de Red Eléctrica que acompaña la revisión extraordinaria del Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica 2021-2026. Hay muchos más momentos de exceso de producción que antes, obligando incluso a los promotores a apagar parques eólicos.

La revisión de la planificación prevé mejoras en tres subestaciones

Detrás de la moderación del consumo están, según la empresa transportista, el COVID, los efectos de la guerra en Ucrania y el crecimiento del autoconsumo. En Galicia, donde hay que añadir también la hibernación de Alcoa –la empresa electrointensiva por excelencia en el país– se mantiene un 20% por debajo de los niveles prepandemia. Y es el noroeste, precisamente, el epicentro de las “mayores necesidades de control de tensión”. La propia Red Eléctrica habla de costes “sustanciales”. “A título de ejemplo, el control de tensión en la zona gallega ha supuesto más de 100 millones de euros en los primeros cinco meses de 2023”, señala.

Para intentar aliviar la congestión, la revisión extraordinaria de la planificación incluye la incorporación de cuatro nuevas reactancias en la subestaciones de Abegondo, Silleda, Beariz y Olmedo (Valladolid) con una inversión total de 4,6 millones de euros. La actuación está prevista para 2026.

Suscríbete para seguir leyendo