Galicia tiene 1.900 empresas menos que en prepandemia y 43.000 trabajadores más

La pérdida de negocios en las provincias de interior alcanza el 4% | El conjunto del país ronda ya los niveles anteriores al COVID-19 | Las firmas tecnológicas e I+D se disparan

Mujer trabaja en una empresa de programación e informática,  uno de los sectores que más empleo han generado tras la pandemia

Mujer trabaja en una empresa de programación e informática, uno de los sectores que más empleo han generado tras la pandemia / FdV

Julio Pérez

Julio Pérez

El tejido productivo de un territorio es un organismo vivo donde las empresas, como las células, nacen, crecen, se pueden reproducir y, tarde o temprano, mueren. Sus funciones vitales dependen mucho de condicionantes internos –qué fabrican o venden, la gestión del talento, el saldo de la tesorería o el relevo generacional en el caso de las compañías familiares– y de la capacidad para adaptarse a los cambios externos mediante una financiación ventajosa, la innovación y la diversificación territorial de los mercados.

Toda resiliencia supo a poco cuando estalló la pandemia. Un cortocircuito sin precedentes y muy intenso que puso en jaque la oferta y también la demanda casi de la noche a la mañana. Tradicionalmente, cerca del 80% de las empresas en Galicia logra mantenerse en pie un mínimo de un año desde su constitución. Pero llegó el coronavirus y la tasa de supervivencia en el primer ejercicio de vida se desplomó al 61% en 2020 y a solo el 50% en 2021.

La batería de ayudas públicas para blindar las plantillas y dar liquidez a las compañías impulsó una rápida recuperación, alimentada, además, del refuerzo de los sectores esenciales y la aparición de nichos de negocio vinculados a la apuesta por la transición energética y digital. Hay claramente una economía pos-COVID, caracterizada, entre otras transformaciones, por empresas de mayor tamaño. Lo que ha provocado que ahora mismo en la comunidad existan 1.900 empresas menos que en 2019 y, sin embargo, los asalariados aumentasen en más de 43.000.

Cepyme, la patronal española de las pequeñas y medianas empresas, anunció hace unos días que España había conseguido, por fin, recuperar el número de empresas previo a la pandemia. Con datos de la Seguridad Social al cierre del abril, eran 1,338 millones. Costó tres años. “No obstante, la recuperación del tejido productivo es dispar, tanto por tamaño de empresa como por sector”, señala la entidad, que señala a las firmas que superan los 250 empleados como el grupo de “mayor resistencia” tanto a los efectos económicos del COVID-19 como a la sacudida de la inflación.

La reactivación es también desigual por comunidades. El estudio de Cepyme no desvela los lugares, pero la estadística oficial de las empresas inscritas en la Seguridad Social sí lo hace y ya está actualizada a 31 de mayo. La cifra de compañías con personal en nómina –no cuenta, por tanto, los negocios unipersonales sin trabajadores– bajó ligeramente en comparación con el mes precedente, hasta las 1,336 millones, aunque respecto a mayo de 2019 prácticamente apenas hay variación: una caída del 0,6%, con 7.552 firmas menos.

¿Cuáles son las autonomías donde se superaron los niveles de empresas operativas de 2019? Madrid, con un alza del 2,2% (4.207 nuevas); Baleares, donde se incrementaron un 1,5% (659); un 0,9% subieron en Comunidad Valenciana (1.439); el 0,8% en Murcia (363 de diferencia); el 0,3% en Andalucía (841); y el 0,06% en Cantabria (11). El resto de comunidades están en números rojos. La Rioja acumula un descenso del 4,4% (500 empresas menos) en comparación con mayo de 2019; la merma en Castilla y León fue del 3% (2.090); del 2,6% en Asturias (751) y Aragón (1.090); del 2,3% en Galicia (1.877); y el 2,2% en País Vasco (1.341).

El ejemplo de las conserveras: 30 firmas menos y 425 empleos más en Pontevedra

A pesar de que el retroceso en Galicia afecta a las cuatro provincias, las de Ourense y Lugo se llevan la peor parte: 4,4% y 3,9% de bajada, respectivamente. Ambas arrastran todavía una pérdida por encima de las 400 empresas respecto a las que tenían en 2019. El saldo en A Coruña alcanza las 450 compañías (1,3% de caída) y 313 en Pontevedra (1%).

Solo la construcción tiene en la actualidad más empresas en Galicia que hace cuatro años: 13. En el sector primario funcionan 137 menos; 339 en la construcción; y 1.414 en los servicios. El total de trabajadores en ellas roza los 755.000 tras un ascenso del 2,7% respecto a mayo de 2022 (19.900) y del 6,4% sobre los niveles prepandemia (45.300).

Los últimos números de empresas y trabajadores en alta en la Seguridad Social en Galicia por tipo de actividad más en detalle son de marzo y ahondan en esa misma idea de mayor tamaño empresarial. Por ejemplo, en la provincia pontevedresa hay cinco empresas menos de procesado de crustáceos que a finales de 2019, pero 407 empleados más, un crecimiento del 18,4%. Sucede lo mismo en la industria farmacéutica. Las firmas especializadas disminuyeron un 23% (6 menos), pero los efectivos aumentaron un 31% (245).

El gran salto viene en toda Galicia de las firmas tecnológicas y de I+D. Las actividades de programación e informática elevaron más de un 40% sus plantillas. Las consultoras crecieron un 20% y el volumen de empleados por encima del 18%. Un 55% el personal ligado a gestión de recursos informáticos y el 26% en otros servicios tecnológicos. La construcción también se expande con fuertes incrementos en edificación y, sobre todo, actividades especializadas;_al igual que los servicios técnicos de ingeniería. Sobresalen también los negocios de hoteles y similares. Un alza del 4,7% en empresas (12 nuevas) y del 21% en empleos (500) en Pontevedra; y del 54% (45 sociedades más que en 2019) y el 40% (186 trabajadores) en A Coruña. e en 2019) y el 40% (186 trabajadores) en A Coruña.

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