Stellantis lanzará un proyecto único para sus 3 plantas que incluya dos plataformas

El plan de la firma para la segunda convocatoria del Perte pasa por una sola iniciativa tractora para instalar la “STLA Small” en Vigo y Figueruelas | Volverá a incluir a pymes

Trabajadores en las instalaciones de Stellantis en Vigo.

Trabajadores en las instalaciones de Stellantis en Vigo. / MARTA G. BREA

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El comisionado para el Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado), José María López, explicó a principios de semana que la esperada segunda convocatoria para acceder a parte de las ayudas se publicará “a finales de mes o después de Semana Santa”, si bien las propuestas individuales el plazo se alarga a “septiembre u octubre”. Una de las compañías que más pendiente esta de esta convocatoria es Stellantis, grupo con factoría en Vigo que aspira llevarse una buena parte del pastel para adjudicar las nuevas plataformas industriales y, por ende, los futuros vehículos eléctricos de la marca. La buena sintonía con el Gobierno tras las múltiples reuniones de los últimos meses –incluyendo una visita a París de la ministra de Industria, Reyes Maroto– hacen que la firma ya esté perfilando sus iniciativas para concurrir. Y, según pudo saber este periódico, los planes de la multinacional que dirige Carlos Tavares pasan por presentar un único proyecto tractor que englobe a sus tres plantas, para las que además –si nada cambia– tiene previsto adjudicar no una, sino dos de las plataformas STLA Small: una para Balaídos, con la que amarrar la siguiente generación del Peugeot 2008, y la otra para Figueruelas (Zaragoza), previsiblemente para la fabricación del renovado Lancia Ypsilon.

Como se encargó de recalcar la ministra Reyes Maroto tras la reunión del Consejo de Ministros de esta semana, la primera convocatoria del Perte VEC se resolvió con ayudas para una decena de proyectos por valor de 794 millones de euros, lo que dejó sin ejecutar una amplia partida de 2.181 millones de euros de los 2.975 millones con los que estaba dotado.

Una vez se conocieron las restricciones existentes para aquella primera convocatoria, criticadas también desde la propia empresa, Stellantis optó por presentar dos proyectos, haciendo que la planta de Balaídos concurriese con una iniciativa de mínimos de la mano de la planta de Villaverde (Madrid), mientras que la de Figueruelas fue por su cuenta con la idea de electrificar una de las plataformas para acoger la producción de la versión cero emisiones del Peugeot 208.

Así, las fábricas de Vigo y Madrid apostaron por el proyecto Aries (siglas para “Automoción Reciclable, Inteligente, Eléctrica y Sostenible”), cuyos principales objetivos eran la reutilización de agua industrial, la reducción del consumo de energía o la implantación de un nuevo taller de baterías en Balaídos. Si bien esta última acción no pudo recibir apoyos –aunque sigue adelante–, la iniciativa recibió una ayuda de 15,1 millones para una inversión total de 43 millones. Figueruelas, por su parte, fue receptora de una cuantía superior para ejecutar Tesis (Transformación hacia la Electromovilidad y Sostenibilidad Industrial), 52,2 millones para la inversión prevista de 223 millones.

El tira y afloja entre Stellantis y el Gobierno antes y después de la primera convocatoria derivó en un grupo de trabajo con las comunidades autónomas en las que está presente la empresa. El objetivo fue limar asperezas y lograr avances que posibilitaran sobre todo que la principal planta de España pudiese asegurar su futuro para los próximos diez años con las nuevas plataformas industriales.

El objetivo: amarrar el Peugeot 2008 para Balaídos y el Lancia Ypsilon para Zaragoza

La negociación dio sus frutos y la perspectiva no es solo que vaya a haber ayudas, que se dan por seguras, sino que las inversiones se podrán ejecutar hasta 2026, imprescindible para la planta olívica, e incluso durante dos años más. Aunque quedan temas pendientes –como posibles apoyos para aligerar la factura energética–, estos avances, unido a la llegada de la alta tensión a Balaídos gracias a la financiación europea, han hecho que el grupo se ponga manos a la obra.

Así, Stellantis optará por un plan global para sus tres factorías, parecido a lo que hizo Volkswagen con las plantas de Landaben (Navarra) y Martorell (Barcelona) y la gigafactoría de baterías de Sagunt. Será un proyecto único de carácter tractor, en el que volverán a figurar socios del sector como en Aries (fueron 25) y Tesis (25 entidades), figurando proveedoras de la automoción (incluidas pymes) y centros tecnológicos.

Con ello, el objetivo principal será dotar a dos de sus fábricas con una de las nuevas STLA, las plataformas sobre las que se desarrollarán los nuevos vehículos eléctricos del grupo. En concreto, tanto Vigo como Figueruelas pujan por las STLA Small, pensadas para vehículos urbanos con una autonomía de 500 kilómetros. En el caso de Vigo, para amarrar la siguiente generación del exitoso 2008, ahora en fase de restyling que incluirá una versión semihíbrida. En el de la planta aragonesa, para un modelo nuevo (Lancia Ypsilon, aunque no está confirmado) y para las futuras versiones de otros que ya fabrican, como el Opel Corsa.

La iniciativa incluirá también proyectos con afectación en la factoría madrileña, si bien no se estaría pensando en incluir ahora una de las plataformas, toda vez que el ritmo de producto allí es distinto (producen desde el año pasado el nuevo Citroën C4 X, además del C4).

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La lucha por hacerse con parte del mercado del vehículo eléctrico –o por no perder la cuota alcanzada hasta el momento– hace que la competencia crezca todavía más entre las distintas marcas. En especial, tras la creciente amenaza de no pocos vehículos chinos en suelo europeo. Aunque es difícil, la batalla lleva a marcas como Stellantis a buscar ofrecer el coche más barato y con las mejores prestaciones. Y según el jefe de diseño de Citroën, Pierre Leclercq, la idea de la marca es la de lanzar un vehículo con un “precio agresivo en el mercado” para hacer frente a sus competidores.

Según indicó al medio especializado Autocar, estos coches llegarán de aquí a 2025 y tendrán diseños “impresionantes”. “Creo que va a ser una enorme, enorme ventaja para una marca como Citroën”, comentó Pierre Leclercq, que aseguró que la marca tiene “un gran papel que desempeñar en la industria del automóvil en los próximos dos años”.

Las ayudas para abaratar el consumo de gas, a paso lento

La ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, compareció el pasado martes tras la reunión del Consejo de Ministros para evaluar las ayudas del Perte VEC y también para anunciar cambios en el paquete de ayudas de 450 millones aprobado a finales de 2022 para compensar a la industria gasintensiva por el “aumento excepcional” de los precios del gas natural, al que aspira Stellantis Vigo por el consumo en su taller de pintura. En concreto, la vallisoletana anunció una ampliación de los sectores que podrán percibir esta ayuda. La automoción, por el momento, sigue fuera.

Conscientes de que la fábrica de Balaídos no puede ser considerada como una industria gasintensiva en su conjunto, el planteamiento de la dirección –como avanzó este medio– es que sí deberían poder optar a parte de los fondos ante el abundante consumo de gas que se da en procesos imprescindibles para la fabricación de vehículos como son la preparación del aire en las cabinas de pintura o la generación de calor para los hornos de curado.

Sin embargo, por el momento las negociaciones con el Gobierno en la materia van a paso lento y las consultas no han fructificado. “Por el momento seguimos insistiendo”, informaron fuentes de Stellantis cercanas a las conversaciones, que recuerdan que la planta está “muy penalizada” en cuanto al consumo energético frente a las fábricas del grupo en otros países, en los que la empresa también está pidiendo a sus gobiernos que se impliquen. Sin ir más lejos, fabricar un coche en la planta de Kénitra (Marruecos) cuesta 50 euros menos que en Vigo en cuanto a gasto energético.

De lograr el apoyo se conseguiría una rebaja inmediata, tal y como reclama el CEO de la compañía, Carlos Tavares.

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