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El pago al contado de viviendas en Galicia resiste al virus: más de 3.200 el año pasado

Tres mil gallegos pagaron su nueva casa en mano el año de la peor crisis

Los gallegos prefieren el dinero contante y sonante. Hacerse con una casa sin un crédito bancario de por medio sigue siendo una práctica habitual en Galicia, pese al impacto económico de la pandemia, que ha dejado un agujero en el bolsillo de muchos hogares. En la práctica, algo más de dos de cada diez compraventas de viviendas que se realizaron en 2020 fueron al contado.

El 22% de las compraventas se realizaron sin financiación hipotecaria | El ejercicio se saldó con una caída del 12,9% en el número de operaciones, hasta las 14.907

El pasado año, se contabilizaron hasta 3.268 operaciones que se financiaron sin un crédito hipotecario. El año de la pandemia no resultó ser el mejor para el sector inmobiliario, tampoco en Galicia. La compra de casas descendió un 12,9% con respecto al año anterior, y se registraron 14.907 transacciones. En paralelo, se solicitaron 11.639 hipotecas para viviendas, según los datos de la Federación Gallega de Empresas Inmobiliarias (Fegein).

En resumidas cuentas, el 22% de las compras de viviendas se realizaron al contado el pasado año. La tasa no deja de resultar, cuanto menos, llamativa en un ejercicio marcado por la pandemia, en el que los ERTE, las restricciones sectoriales o los despidos han dejado en vilo la solvencia de muchas familias. En un contexto marcado por unas perspectivas económicas poco halagüeñas y en el que la temporalidad de la incertidumbre laboral está abriendo paso a los ERE, muchos gallegos compran sus viviendas sin firmar una hipoteca.

“En Galicia somos de las que más pagamos al contado. Aunque no la región que más”

Benito Iglesias - Presidente de Fegein

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Galicia es, de hecho, una de las comunidades en las que más habitual es esta práctica. “Somos de las que más pagamos al contado, aunque no la que más”, reconoce Benito Iglesias, presidente de Fegein. “Es verdad que en el territorio hay más operaciones de este tipo en comparación con el resto del Estado”, complementa Carlos Debasa, presidente de la Asociación Gallega de Inmobiliarias (Agalin).

“El ladrillo siempre es un valor estable. No hay otro producto con tanto retorno”

Jacobo Blanco - Tesorero Agalin

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El motivo se encuentra en la elevada capacidad de ahorro de los ciudadanos y la percepción del producto inmobiliario como un valor refugio que confiere alta rentabilidad. “Muchos han tenido la posibilidad de captar ahorro durante la pandemia”, explica Jacobo Blanco, secretario general de la Asociación Gallega de Inmobiliarias (Agalin).

Tanto es así que Galicia rozó los 71.000 millones de euros de ahorro a cierre de junio, según los datos de Banco de España, la mayor cifra de la historia, tal y como avanzó FARO. Los hogares y empresas gallegos ahorraron 3.339 millones de euros en el segundo trimestre, lo que supone un repunte del 5,2%.

El ladrillo, por otro lado, “siempre fue un valor estable. No hay otro producto de inversión con tanto retorno”, justifica Blanco, que advierte de un volumen elevado de compra de vivienda como inversión en 2020.

Un hombre revisando las ofertas de venta de pisos en una inmoiliaria

Para comprender los motivos, “hay que remontarse al efecto de las preferentes”, matiza Iglesias. Propició que “la inmensa mayoría de los gallegos, que tenían sus ahorros depositados en estos productos bancarios, los quitaron de ahí. Generó mucha desconfianza”

Así es que en los últimos años los pequeños ahorradores gallegos han destinado su dinero a hacerse con una vivienda en propiedad o con un local comercial. Es ese matrimonio del pueblo que tenía 90.000 euros ahorrados y que cambió su estrategia de inversión hacia la vivienda porque le confería mayor rentabilidad el mercado del alquiler, más que cualquier otro producto financiero. “Todo esto hizo crecer las compras al contado. Este perfil de comprador, de 50 o 60 años, no necesita financiación”, argumenta el presidente de Fegein.

Estas más de 3.200 adquisiciones al contado, representan una cifra inferior a la de años anteriores. “La pandemia ha ralentizado estas operaciones y ha aumentado el número de préstamos hipotecarios”, explica Iglesias. El experto señala que, pese a que la cifra de pagos al contado sigue siendo elevada, la tendencia de los últimos dos años se ha frenado en 2020.

El motivo de tal cambio es el nuevo perfil del comprador. Un matrimonio que ronda los 40 años, ambos con empleos estables, y que pide una hipoteca para adquirir una vivienda. “Aunque no necesita una financiación del 80% de la transacción, sí necesita el 50% o el 40%. Buscan mudarse de un piso de alquiler a una casa”, apunta Iglesias.

Los más codiciados: casas con finca y pisos con terraza

El confinamiento del pasado marzo no ha dejado a nadie indiferente. El que más y el que menos se plantea un cambio de aires. No en vano, el 2020 ha atestiguado un cambio en el perfil de comprador de viviendas. Son jóvenes, a menudo un matrimonio, rondan los 40 años y tienen trabajos estables. El encierro evidenció los males de vivir en un piso pequeño y de alquiler. Ahora buscan más espacio. “Han optado por comprar una casa o una vivienda más grande”, explica el presidente de Fegein. “Piden luminosidad y un jardín”. Coincide, en el análisis, el tesorero de Agalin, Jacobo Blanco. “Desde el confinamiento hay una progresión hacia chalés y viviendas con finca o terraza que hacía muchísimo que no movíamos. Queremos seguir teniendo calidad de vida”. La compraventa de casas unifamiliares experimentó un crecimiento sin precedentes en los últimos tres meses del año pasado, con un aumento de 2,1 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior, según los datos del Colegio de Registradores de España de octubre a diciembre de 2020. Además, los datos muestran que los pisos de reciente adquisición tienen más metros cuadrados que antes de la pandemia.

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