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Como locos por las casas “low cost”

Arquitectos avisan del repunte de trabajo tras el confinamiento para construir chalés | Jóvenes urbanitas con presupuestos inferiores a 200.000 euros, nuevo perfil de cliente

Una vivienda de una planta,en construcción.

El COVID no solo cambió la vida de las personas; sus consecuencias también transformaron el orden de prioridades. Tres meses de confinamiento sirvieron para definir mejor las preferencias de muchos que años de existencia. Tres meses de encierro ayudaron para valorar mejor las casas espaciosas, con terraza y terreno. De hecho, surtió tal efecto que, al poco de finalizar el estado de alarma en junio, estudios de arquitectura en Galicia empezaron a recibir encargos para construir chalés en zonas menos colonizadas. Además, entre los nuevos clientes, perciben un perfil especialmente novedoso: jóvenes urbanitas que tenían pesando invertir sus ahorros en un piso en la ciudad, pero que ahora deciden encargar el proyecto de una vivienda unifamiliar más pequeña y barata de lo habitual, normalmente de una planta, a las afueras.

  • El Covid cambia el mercado inmobilario y se buscan más casas rurales y pisos con terraza

    La experiencia del confinamiento invita a muchos ciudadanos a orientar sus preferencias hacia viviendas de mayor tamaño en las que se demanda algún tipo de espacio al aire libre

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Que el mercado inmobiliario está cambiando es un hecho. La demanda de alquiler para vivir en las afueras se ha triplicado en poco tiempo en la comunidad. Pero también los hay que, en vez de arrendar, prefieren construir su propio hogar. Sin ir más lejos, el número de visados para edificar viviendas creció cerca de un 9% en Galicia en lo que va de 2020, marcando una tendencia totalmente contraria a la nacional, donde la obra nueva cayó un 21%. En cualquier caso, los primeros meses del año ablandan el incremento de trabajo que llega a los estudios de arquitectura desde el fin del confinamiento.

En lo que va de 2020, los visados en Galicia aumentaron casi un 9%

Según la decana del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia, Elena Ampudia, la subida en el visado de viviendas en los meses de verano se debe al mayor interés en la comunidad gallega por el levantamiento de chalés, y todo como consecuencia de “las necesidades surgidas de la pandemia”. Es decir, “de vivir en tu propia casa con jardín y con un espacio para poder estar”.

“A principio de año, las cosas no iban mal, pero con el confinamiento sí que hubo una parada de proyectos. No una cancelación, pero si un ‘vamos a esperar de momento’”

Elena Ampudia - Decana del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia

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Elena Ampudia - Decana del Colexio Oficial de Arquitectos de Galicia FdV

“A principio de año, las cosas no iban mal, pero con el confinamiento sí que hubo una parada de proyectos. No una cancelación, pero si un ‘vamos a esperar de momento’”, cuenta Ampudia, que, tras un primer momento de “cautela”, señala un “repunte” en la solicitud de proyectos con el fin de las restricciones, tanto para obra nueva como reforma de interiores. “Los compañeros dicen que están teniendo más encargos”, indica.

Cristian Martínez, arquitecto y socio de 360Studio, que principalmente opera en la provincia de Pontevedra, confirma este auge de trabajo: “Con el COVID, el incremento de trabajo ha sido muy potente”. De hecho, con respecto a los chalés, habla de “más del doble de trabajo en comparación con el año pasado; no fue un crecimiento paulatino, sino de cero a cien”. Un hecho que los ha llevado a “potenciar” las colaboraciones externas y a plantearse la contratación de más personal para poder atender la demanda. “Con el repunte de proyectos, una de las consecuencias es el aumento del empleo”, apunta Ampudia.

Bernabé / Javier Lalín Una vivienda de una planta en construcción

“Prácticamente, los días libres no existen. Y, cuando son libres, son para trabajar en casa”, ilustra un compañero de otro gabinete. Una circunstancia nueva para uno de los eslabones más perjudicados en la anterior recesión, la de la construcción en 2008, y de la que realmente todavía no se ha recuperado: si en 2005 y 2006, en pleno bum, se visaban entre 40.000 y 50.000 obras nuevas en la comunidad gallega, el año pasado difícilmente se superaron las 3.600.

Con la anterior crisis, el trabajo en los estudios de arquitectura se paró por completo. Sin embargo, en la actual, de momento, parecen estar saliendo beneficiados, al contrario que la otra vez:

“El cambio ha sido radical. Nunca había vivido una aceleración tan rápida del sector en los 15 años que llevo en él”.

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“Cuando reabrimos el estudio, en uno o dos meses captamos trabajo para todo un año”, expresa Martínez. “Hemos tenido picos, pero esto nunca nos había pasado”, insiste.

“La tendencia es ir hacia una vivienda más pequeña cerca de la ciudad”

Cristian Martínez - Arquitecto

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Entre las nuevas demandas, destaca la creación de vivienda unifamiliar “low cost”, que interesa, sobre todo, a clientela joven “cuya perspectiva sería más bien la adquisición de un piso o una promoción en núcleos urbanos”. Suele ser gente con “un presupuesto bastante reducido, por debajo de los 200.000 euros y busca hacerse su propia vivienda”, argumenta Martínez. Su objetivo son casas normalmente de planta baja y de “no una gran superficie”, inferior a los 250 o 300 metros cuadrados de un chalé ordinario, para las que, además, se emplean sistemas de construcción “menos costosos”. “La tendencia es ir hacia una vivienda más pequeña y en zonas muy cercanas a las ciudades”, expresa. De todas formas, las parejas jóvenes no son las únicas que se arrojan a hacer una casa. También lo hacen los urbanitas más adultos, “personas de mediana edad que dejan la ciudad para instalarse en una vivienda con espacios amplios”.

Ciertamente, a raíz de la pandemia, “se cuida mucho más la vida social dentro de la casa, cuando antes se buscaba una vida social fuera de ella”. Por eso, en los nuevos proyectos que surgen tras en confinamiento predominan los espacios abiertos como cocinas y salones, hay menos tabiques y más terrazas y porches. También piscinas.

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