Final feliz para el cruceiro de Ouzamerxe

Derribado en el año 2015, fue objeto de debate político hasta someterse a una rehabilitación que acaba de terminar

El alcalde Gonzalo Louzao posa con los responsables de la rehabilitación ante el cruceiro. |

El alcalde Gonzalo Louzao posa con los responsables de la rehabilitación ante el cruceiro. |

El cruceiro de Ouzamerxe es uno de los más conocidos del Concello de A Estrada, al menos si se tiene en cuenta las veces que salió en los medios de comunicación locales en la última década. Este elemento patrimonial ubicado en la parroquia de Lagartóns fue derribado en torno al año 2015, quedando su parte superior guardada en casa de un vecino. Finalmente, el gobierno local consiguió una ayuda de la Deputación para rehabilitarlo, unos trabajos que finalizaron en los últimos días para dar a este cruceiro el final feliz que merecía.

La parte superior de este cruceiro se desprendió en su día, por causas que se desconocen, y algunos vecinos la dieron por desaparecida. Sin embargo, un residente de la zona informó al Concello de que la pieza en cuestión estaba en su domicilio, en un gesto de buena voluntad y para intentar preservar este elemento patrimonial para evitar que continuase deteriorándose.

Desde el Bloque se reconoció siempre esta buena intención pero se insistió en que un domicilio particular no era el lugar más idóneo para la custodia de una pieza así, abogando por que el Concello asumiese esta responsabilidad y trasladase esta parte del crucero a dependencias municipales –como las del museo, por ejemplo– antes de proceder a la reparación. Ante esta situación fueron muchos los plenos en los que los nacionalistas pusieron sobre la mesa el asunto, siempre sin encontrar la respuesta aguardaba.

Así fue hasta febrero de 2020, cuando, tras plantear la repetida preguntar sobre el cruceiro de Ouzamerxe, el concejal de Cultura, Juan Constenla, mostró a la edil del BNG, Susana Camba, los restos de este elemento, ya en poder del Concello. En ese momento se adelantó la intención de ponerse en contacto con Patrimonio para conocer cómo debían actuar para poder reconstruír este cruceiro. De esta manera surgió un proyecto necesitado de financiación. Esta terminó obteniéndose por parte de la Deputación de Pontevedra, quien en 2023 otorgó a A Estrada una ayuda de 10.000 euros para recuperar el crucero.

A partir de ahí comenzó un largo proceso administrativo y técnico, siempre supervisado de cerca por el servicio de Patriminio. En ese proceso se adjudicaron los trabajos a la empresa Marta Becerro Manso, por un montante de 10.030 euros. La adjudicataria contó con un plazo de dos meses para llevar a cabo los trabajos de rehalitación, una labor que finalizó en los últimos días para devolver su imagen original al conocido cruceiro de Ouzamerxe.

El alcalde de A Estrada, Gonzalo Louzao, visitó el cruceiro en la última jornada de trabajos para ver en persona el resultado final. El regidor local destacó el valor de este elemento patrimonial, encabezado por una imagen de la Virxe da Piedade pero que también muestra la tradición Xacobea del municipio. En su parte baja se puede ver una imagen de San Esteban, patrón de Lagartóns, pero también un Santiago Peregrino.

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