UN INCISO

Políticas en pañales

El pleno de A Estrada protagoniza un debate estéril sobre el fomento de la natalidad: los ciudadanos no necesitamos una “indemnización” por ser padres, sino una sociedad que le permita serlo y disfrutarlo

Debate durante el pleno 
del jueves.   | //BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Debate durante el pleno del jueves. | //BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ana Cela Neira

Ana Cela Neira

Tener un hijo, siempre que no se presente por sorpresa, es la decisión más importante que una toma en su vida. Y, si no lo es, debería serlo. Porque un hijo te cambia la vida por completo. Quien diga que vive como antes…o bien delegó su cuidado en otros o, directamente, falta a la verdad. Su llegada pone toda tu existencia del revés y, desde el día en el que nacen, vives tratando de recomponer una realidad que ya nunca recuperarás, mientras cuidas de que ellos avancen por la suya con los menores tropiezos posibles. La maternidad y la paternidad son algo muy serio, que exige un nivel de compromiso mayúsculo y perpetuo. Está claro que una hipoteca te ata y condiciona, pero te libera tan pronto terminas de pagar todas sus letras, aunque ya peines canas cuando lo hagas. Ser mamá o papá es para siempre. Y claro que tiene muchas recompensas, pero también es seguro que estamos construyendo una sociedad que está más preparada para que seas hipotecado que progenitor.

El primer pleno de Gonzalo Louzao como nuevo alcalde de A Estrada estuvo protagonizado en gran medida por un debate sobre cuáles deben ser las medidas que han de implementarse desde la administración municipal para fomentar la natalidad e incrementar la población. El tema es lógico, teniendo en cuenta la sangría demográfica que afecta desde hace años a este municipio, pero no deja de resultar hasta chocante escuchar a cuatro portavoces de otros tantos partidos lanzándose consejos y reproches desde la tribuna política sobre la importancia de aumentar los nacimientos cuando se da la casualidad de que ninguno de ellos tiene hijos, ya sea por decisión personal o por circunstancias de la vida.

Desde la bancada del PSOE se propuso una ayuda de 1.500 euros en cuatro años a los estradenses que tengan descendencia, encaminado esta aportación municipal a su inversión en la red de establecimientos comerciales del municipio. Desde el gobierno del PP se estimó el desembolso de esta medida en medio millón de euros, considerando que este esfuerzo no repercutiría verdaderamente en un incremento poblacional y opinando que estos fondos estarían mejor invertidos en otro tipo de soluciones. El líder socialista, Luis López, consideró poco sólida la argumentación ofrecida por el edil de Reto Demográfico, Manuel Magariños. “Si prevén resolver esta crisis con 100 euros, les deseo suerte”, dijo el líder del PSOE. Fue entonces cuando el PP rebatió que la tarjeta que propone el principal grupo de la oposición se solaparía con la de Benvida que ofrece la Xunta y recuerda a una propuesta del Gobierno de Zapatero que terminó siendo retirada por su imposible sostén presupuestario.

Quienes siguieron el pleno en directo o quienes lo hicieron desde sus casas, aprovechado la retransmisión telemática, pudieron escuchar muchas cifras. Saldos vegetativos negativos, valores de natalidad del todo insuficientes para compensar las defunciones y un contador de vecinos que hace peligrar la categoría municipal del Concello de A Estrada cada vez que la cuenta atrás se va acercado a la barrera de los 20.000 habitantes. Móvete y BNG se sumaron también al debate acusando esta realidad, de hecho, los nacionalistas salieron de la sesión con su batería de propuestas contra la sangría poblacional rechazada, tal y como sucedió con la del PSOE, aunque con un alcalde asegurando que la recién inaugurada Comisión do Reto Demográfico será un foro para acercar posturas ante un problema común. Pero se ve que este jueves no era el día.

Como periodista, una se plantea cumplir con su cometido de ir, ver y contar; como ciudadana y madre, una se muerde la lengua ante el poco peso del debate. Evidentemente, toda ayuda es bien recibida y 1.500 euros son más que 100, aquí y en la China. Pero ni la Baby Box del PP ni la tarjeta del PSOE pueden animar absolutamente a nadie a dar el paso de tener un hijo. Y pensar que sí es demostrar que no se entienden las necesidades reales de los padres.

Nadie quiere ni necesita una suerte de “indemnización” , un pago o un regalo por tener un hijo, sino que lo que precisamos es vivir en una sociedad en la que tener un hijo no sea “obstáculo” para absolutamente nada; en la que elegir tener descendencia implique que puedas seguir trabajando sin renuciar a disfrutar de tus pequeños; sin dejarte la piel en ganar un sueldo con el que pagar a otros para que los cuiden por ti o en vivir cada día tan apurada que solo desees que llegue el momento de tirarte en la cama solo cinco minutos después de que suene el despertador.

Con luces de neón

Desde mi punto de vista, alguien tenía que encender todas las bombillas de un cartel luminoso en el que la clase política pueda leer una sola palabra: CONCILIACIÓN. Desde la administración municipal hasta la europea. Una detrás de otra. Plazas de guardería con un horario que se adapte a las necesidades reales de madres y padres que trabajan, que no ceden el disfrute de sus hijos por capricho, sino por obligación; plazas de programas de conciliación que se entiendan para todo tipo de horarios, porque no todos somos funcionarios, algunos también necesitamos conciliar en horario de tarde durante el verano, las vacaciones de Navidad, las de Semana Santa y hasta en fiestas de guardar. Para ver esta realidad no hace falta ser periodista, puede leerse en la piel de cualquier comerciante, por citar un sector que emplea a muchísimos vecinos de A Estrada.

Un parque que no parezca un hormiguero y en el que no tengas que pedir cita para ir al columpio puede ser otra medida que ayude a que tener hijos sea algo más fácil en A Estrada o pensar en favorecer opciones estables de ocio infantil para los días en los que no para de llover, que son muchos, y no solo en los meses de invierno.

Que las administraciones ayuden cuando nace un bebé es bien recibido, pero ¿es tan difícil ver que las necesidades no desaparecen cuando se dejan de comprar pañales? Con un recién nacido puede que te falten horas de sueño y manos para llegar a todo....pero después la cosa no hace más que complicarse. Ahí es donde tienen que estar las administraciones para fomentar la natalidad, complementándose, no duplicando y concentrando esfuerzos al principio, para marcharse todas justo cuando se retiran las visitas que han ido a conocer al nuevo miembro de la familia.

El BNG centró su propuesta en múltiples puntos –hasta 30, para ser exactos– pensando en favorecer el asentamiento de vecinos en el municipio, si bien es cierto que pasan de puntillas por las bajas cifras de natalidad y sitúan la conciliación en la recta final de su batería de sugerencias.

Igual para ver algunas de las necesidades hace falta ser padre o madre, no lo sé. Sé que cualquier persona que tenga hijos tiene muchas posibilidades de creer próximo al absurdo el debate de este jueves en el pleno de A Estrada, tanto desde el gobierno como desde la oposición. Es fácil entender que para atraer y fijar población en el municipio el empleo y la vivienda son dos pilares imprescindibles, sin los que nada más encuentra sustento. Lo mismo para favorecer la natalidad. Un plan de bienvenida se cae por su propio peso si no hay nada a medio-largo plazo que ayude a sostenerlo. Son, sencillamente, políticas en pañales.