Las comarcas perdieron cuarenta oficinas bancarias durante los últimos tres lustros

Hasta la crisis financiera operaban 62 y ahora solo Lalín, Silleda y A Estrada tienen más de una | Dozón es uno de los 54 ayuntamientos gallegos que carecen de este servicio

Los vecinos de Dozón disponen de un cajero para realizar gestiones desde hace seis años.

Los vecinos de Dozón disponen de un cajero para realizar gestiones desde hace seis años. / // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

alfonso loño

La posible fusión de las entidades financieras BBVA y Sabadell es la última operación de la banca española que podría reestructurar el mapa de las oficinas de ambas entidades, las dos con presencia en las comarcas. Hace ahora once años el Sabadell había adquirido el Banco Gallego, culminando en cierta medida un proceso que en el territorio nacional, pero también en el autonómico, supuso la desaparición de las antiguas cajas de ahorro.

Las decisiones que toman los grandes grupos financieros tienen sus repercusiones en los pequeños municipios y, sin ir más lejos, en los últimos quince años en las comarcas echaron el cierre 40 sucursales bancarias. Fue precisamente la crisis financiera de 2008 y el posterior rescate bancario el que marcó un punto de inflexión. En ese año los vecinos de las comarcas tenían a su disposición un total de 62 oficinas y los últimos datos del Banco de España, referidos a finales del pasado ejercicio, indican que se mantienen operativas 22. Hace tres lustros en Lalín funcionaban un total de 18 oficinas de entidades crediticias, mientras que en A Estrada eran 13. En Silleda operaban nueve, Vila de Cruces (5), Rodeiro (3), Agolada (2), Forcarei (8) y entre los núcleos de Cerdedo y Cotobade había cuatro. Dozón era entonces el único concello de Deza y Tabeirós sin este servicio. En solo cinco años se pasó a 48 sucursales en las comarcas, censo que cayó en una decena en 2016. A partir de entonces numerosos bajos en los que funcionaban oficinas en las que los ciudadanos realizaban sus gestiones cotidianas los cierres se mantuvieron, con menos de una treintena en 2019, hasta las 22 actuales. Lalín se mantiene como el municipio con más sucursales, con siete, mientras que en A Estrada y Silleda son cinco en cada caso. En los demás, exceptuando Dozón, que sigue sin ninguna y su oferta se limita a un cajero en la casa consistorial, solo existe una oficina por ayuntamiento. Forcarei representa cómo afectó la reestructuración bancaria, pasando de ocho despachos a uno.

Dozón, como indicamos con anterioridad, es el único concello del área sin oficinas, algo que acontece en otros 53 gallegos. Ourense es la provincia con más municipios sin este servicio pues hay una treintena sin despachos de entidades crediticias. En A Coruña son 13 y 8 en Lugo. En Pontevedra, además de Dozón, los territorios en los que sus ciudadanos tienen que desplazarse a otro término municipal para realizar una gestión en persona son Mondariz-Balneario y Campo Lameiro.

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