Bermés pide segregar O Carrio del Tecor de Lalín para ceder la gestión cinegética a una empresa

La Xunta tendría que asumir el control de jabalí y corzo, y los integrantes de la sociedad de caza quedarían fuera del colectivo de forma automática | La entidad decide aplazar el inicio del adiestramiento para favorecer al conejo

La Sociedade de Caza e Pesca de Lalín celebró ayer sus asambleas en el auditorio.

La Sociedade de Caza e Pesca de Lalín celebró ayer sus asambleas en el auditorio. / | // BERNABÉ/ JAVIER LALÍN

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

En sus más de 70 años gestionando la caza de los montes, la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín se enfrenta por primera vez a una segregación, ya que en noviembre, hace tres meses, recibió una comunicación de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural en la que se comunicaba el inicio del expediente de separación de la parcela de O Carrio, a solicitud de los comuneros de Bermés.

La directiva trasladó ayer en una asamblea extraordinaria esta petición, e indicó que ya presentó las alegaciones en enero. Los comuneros de Bermés, igual que los de Busto, Madriñán, Méixome o Val do Carrio, tienen derecho a disponer de sus montes. En este caso, la intención es vender los derechos cinegéticos por un periodo de 10 años a la empresa Técnicos en Sanidad y Gestión Cinegética de Galicia, Tecsagés SL, que gestiona ya varias fincas en Ourense y Lugo para caza, senderismo o 4x4, como indica en su sitio web. El presidente de los cazadores, José Luis Montoto, explicó ayer que precisamente O Carrio es una de las mejores zonas de conejo, y que además esta segregación implica, según los estatutos de la Sociedad de Caza, que los integrantes de la misma que vivan en el área de O Carrio quedarán excluidos de forma automática del colectivo.

Zona sin alambrar

La venta de esos derechos cinegéticos implica solo a la caza menor. ¿Qué ocurre con la mayor? Pues que, al ser un terreno que ya no gestiona la Sociedade de Caza e Pesca, tendrá que ser controlada por la administración autonómica. Y resultará también difícil evitar por ejemplo la propagación de enfermedades entre la caza menor que siembre esa empresa y el Tecor, o viceversa, ya que el monte a segregar ocupa menos de 500 hectáreas y por tanto no tiene que ser vallado. Sobre el jabalí, por ejemplo, tendrá que ser la administración quien organice batidas si algún vecino alerta de daños de este animal en sus cultivos, ya que la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín ya no podrá entrar ahí.

“Vamos a defender nuestros derechos, aunque sepamos que son pocos porque las comunidades de montes pueden hacer esto”, reconoce José Luis Montoto, “pero la sociedad de caza va a intentar paralizar el proceso”, adelanta. La directiva contó ayer para esto con el apoyo de los asistentes en esa asamblea extraordinaria, que tuvo lugar tras la asamblea ordinaria en la que se aprobaron las cuentas. Así, la directiva podrá, por ejemplo, abrir un proceso judicial contra esa solicitud de segregación, “ya que dicha segregación va a tener una rentabilidad mínima y va a generar un problema”, añade Montoto.

Más de 6.000 euros de seguro

El presidente de los cazadores recalca la labor de control de caza que realiza esta entidad sobre una superficie global de 32.000 hectáreas, lo que convierte al lalinense en el segundo Tecor más grande de Galicia. La primera acta de la esta sociedad de caza data de 1952, es decir, de hace 72 años y se refería a labores de caza controlada. en un principio sobre tierras de Silleda, Dozón y Agolada, además de sobre Lalín, primero con labores de caza controlada y después como Tecor.

Asistentes a la asamblea.

Asistentes a la asamblea. / BERNABE/JAVIER LALIN

Al margen de la polémica con la comunidad de Montes de Bermés, la asamblea respaldó la propuesta de retrasar en septiembre la época de adiestramiento, para favorecer que los conejos sembrados dispongan de más tiempo para adaptarse. Sobre la caza mayor y, en concreto, de nuevo el jabalí, Montoto recuerda que hasta la fecha todos los juicios por accidentes de tráfico después de una batida han salido favorables a la sociedad. El colectivo paga un seguro de nada menos que 6.600 euros, ya que por los terrenos del Tecor discurre una carretera nacional y varias comarcales, con notable circulación. Eso sí, para tener derecho a una compensación por un choque contra un jabalí este tiene que haberse producido dentro de las 12 horas posteriores a la batida. A esos 6.600 euros hay que sumar, por ejemplo, los otros 3.500 de tasas que ingresa a la Xunta por funcionar como un Tecor.

Un presupuesto de 130.000 euros para este año

Antes de la sesión extraordinaria para acordar qué pasos dar ante la propuesta de segregación del monte Carrio, la Sociedade de Caza e Pesca de Lalín sometió a aprobación las cuentas de 2023 y el presupuesto de 2024. Sobre las cuentas de 2023, queda un saldo de 27.948 euros.

El presidente, José Luis Montoto, indica que los ingresos fueron de 149.350 euros, entre las cuotas (150 euros por cada socio), las tarjetas de pesca y las ayudas de la administración. Aclara, sin embargo, que los 150 euros que paga cada uno de los 510 socios ya incluyen el cupo de pesca. “Por eso necesitamos convenios con el Concello y con Medio Ambiente” para afrontar a lo largo del año los gastos en siembras y desbroces, pero también en cuestiones como la guardería. Los gastos en 2023 se movieron en torno a los 122.000 euros. Subió el precio tanto del conejo como de la perdiz para repoblar, hasta el punto de que si antaño cada ejemplar de conejo costaba 9 ó 10 euros, ahora se coloca ya en los 14.

A este encarecimiento se suma el gasto posterior en pienso para su alimentación en el parque. “Intentamos que los conejos estén el menor tiempo posible en los parques de adaptación, para evitar que se contagien posibles enfermedades”, explica Montoto. Para este 2024, el colectivo dispondrá de unos 130.000 euros, entre las tasas de los socios y las ayudas de la administración. Montoto incide en la necesidad de que la Xunta aporte dinero para poder preservar la caza menor.

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