Cénsese, por favor

¿Qué población de jabalíes hay en A Estrada? Nadie lo sabe. Lo que sí es seguro es que este animal salvaje ya campa a sus anchas por el casco urbano, a cualquier hora del día

Una hembra y dos jabatos irrumpen en la Avenida de Santiago. Cerca ya del antiguo centro de salud, el ejemplar adulto se detiene, mira a la cámara y continúa el paseo. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Una hembra y dos jabatos irrumpen en la Avenida de Santiago. Cerca ya del antiguo centro de salud, el ejemplar adulto se detiene, mira a la cámara y continúa el paseo. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / Ana Cela

Ana Cela

Ana Cela

Cuando el jabalí era un problema del rural, cualquiera podía entender el desánimo y el mosqueo de quienes veían sus cosechas destrozadas y sus esfuerzos pisoteados. Era fácil empatizar con su enfado y hasta experimentar algo parecido a su sensación de impotencia... pero ponerse en los zapatos de otro no es exactamente lo mismo que estar en su piel. Ver a los jabalíes recorriendo calles y parques de algunas ciudades puede parecer algo meramente anecdótico, pero ya no lo es tanto. La presencia de este animal salvaje en entornos urbanos ha dejado de ser un hecho aislado, como demuestra la presencia, cada vez menos ajena, de algunos de estos ejemplares en la capital estradense. La estampa hace surgir la pregunta: si campan por las urbes y también por las aldeas, ¿de cuántos hablamos? Nadie tiene una respuesta que ofrecer, ni siquiera aproximada, porque no existe un censo que ayude a hacerse una idea de hasta qué punto la población de jabalí ha crecido.

Una hembra con dos jabatos se ha hecho casi viral en A Estrada en las últimas horas. Al filo de las 21.00 del martes, la mamá y sus crías se dejaron ver por la Rúa Cerdedo de A Estrada, llegando hasta el cruce de esta vía con la Avenida de Santiago. Se pasearon tranquilamente por la calzada, sorprendiendo a los vehículos y a los peatones que todavía avanzaban por la calle regresando de sus trabajos o dando las últimas puntadas a la jornada antes de retirarse a sus hogares. Los tres animales avanzaron hacia el antiguo centro de salud y tomaron la travesía que conduce a la Rúa Rosalía de Castro, perdiéndose calle abajo.

El antiguo campo de A Baiuca, destrozado por el jabalí, que dejó varias veces su huella en el césped de las piscinas municipales de A Estrada.

El antiguo campo de A Baiuca, destrozado por el jabalí, que dejó varias veces su huella en el césped de las piscinas municipales de A Estrada. / Ana Cela

Este paseo del jabalí por las calles de A Estrada no es, ni mucho menos, algo extraordinario. Ni que decir tiene que, aunque verlo invite a sacar el teléfono móvil para grabar un encuentro que no deja de ser sorprendente, pocos son los que desearían llevar esta relación de casi vecindad a las distancias cortas. Por lo que pueda pasar.

Cénsese, por favor

Cénsese, por favor / Ana Cela

Hace varias semanas este animal se vio también en la Avenida de Pontevedra, en el entorno de la nueva urbanización del Mercadona. En esta parte de la villa, uno de los ejemplares de esta fauna resultó atropellado por un vehículo que circulaba por la travesía urbana de la N-640. En esta ocasión, el grupo de jabalíes no aguardó tampoco a que los vecinos se fuesen a dormir. Alrededor de las 20.00 horas, una manada compuesta por siete ejemplares –adultos y jabatos– abandonó la oscuridad del monte y sorprendieron a un conductor, que no pudo evitar el impacto.

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Cénsese, por favor / Ana Cela

Meses atrás, otro céntrico enclave de la capital estradense sirvió también a estos animales –salvajes, no hay que olvidarlo– para darse un garbeo. En este caso fue un paseo nocturno por la Praza da Feira, como también captaron varios teléfonos móviles y difundieron las redes sociales, sin poder precisar si se acercaron también a la zona peatonal.

Las piscinas municipales vienen siendo otro de los espacios escogidos por los jabalíes para disfrutar de A Estrada, dejándose ver también por la Zona Deportiva o por la Avenida da Cultura. En las citadas instalaciones deportivas, estos animales llegaron a hacer un agujero en la alambrada perimetral para retozar por el césped, levantándolo a su paso. Esta huella recuerda a la dejada ya por esta especie cinegética en el antiguo estadio municipal de A Baiuca, donde el terreno de juego se vio en varias ocasiones afectado por la acción de quienes no estaban ni convocados ni invitados a las bancadas.

Cénsese, por favor

Cénsese, por favor / Ana Cela

Por tanto, la presencia del jabalí en el espacio urbano, aunque todavía sorprenda, ya es algo frecuente. Lo deseable sería que existiese algún censo que permita saber cuántos esperan en la sombra. Y, ya puestos a desear, si van a usar el espacio público, ojalá pudiesen censarse en sentido amplio, que al padrón de municipios como A Estrada le vendría de fábula.