Una trampa entre las dunas de O Vao

Vecinos denuncian el mal estado del paseo de madera tras registrarse varias caídas

Vecinos denuncian el mal estado del paseo de O Vao / Ricardo Grobas

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

Caminar por algunos de los paseos mejor ubicados o deseados de Vigo se ha convertido en un deporte de riesgo. Si hasta hace unas semanas eran las losetas de pizarra entre el Muelle de Trasatlánticos y Cánovas del Castillo las que importunaban a vecinos y cruceristas, ahora el foco se traslada a uno de los puntos turísticos más queridos del litoral: el paseo de O Vao.

La senda de madera que conecta la playa más popular de Coruxo con el arenal nudista de Fontaíña cuenta con decenas de tablones levantados, astillados o directamente rotos “desde hace varios años”. Así lo denuncian los vecinos de la parroquia y otros vigueses que acuden a disfrutar de la misma en cuanto el buen tiempo lo permite y que ya han sufrido varios accidentes. Es el caso de María Dolores González, quien el pasado 24 de marzo acabó con la fractura de dos costillas al saltarle una de las tablas del mismo. “Se me puso delante una viga de 1,5 metros y salté por los aires” relata sobre un percance que le dejó también negrones por toda la pierna, rascazos en los brazos así como “confusión y dolor” que le impidió cumplir su principal objetivo: dejar constancia mediante un atestado a la Policía para que no se repitiera.

Una trampa entre las dunas de O Vao

Una trampa entre las dunas de O Vao / Víctor P. Currás

Lo cierto es que el accidente no le pilló ni mucho menos por sorpresa. “Se cae gente todos los días” explica sobre este tramo de poco más de 200 metros entre el aparcamiento que hay ante la capilla del Carmen y las playas de Baluarte y Fontaíña. En aquel paseo dominical ya advirtió en su viaje de ida cómo una señora que caminaba por delante de ella tropezó con una de las tablas, aunque al ir agarrada de su marido impidió un mal mayor. Pero en la vuelta, y aunque iba “mirando al suelo”, una de las tablas le traicionó ya que “aparentemente estaba podrida por abajo”. Las incesantes lluvias de los últimos meses han hecho mella en este camino, que si bien permitió recuperar todo el ecosistema dunar de O Vao, no ha gozado del mantenimiento adecuado.

Cinco semanas después de la caída todavía tendrá que guardar reposo durante al menos otro mes más. “Lleva un tiempo así y hasta que pase una desgracia, sea un niño con una silla o una señora mayor....” lamenta esta vecina que normalmente opta por caminar por la propia arena ante el riesgo.

Por el momento se desconoce si el paseo contará con una rehabilitación íntegra antes de la temporada alta del verano, ya que hasta la fecha solo se han ido cambiando algunos tablones rotos. Su situación recuerda a otros casos similares en la ciudad en los últimos casos, como el ya citado paseo junto al Centro Comercial A Laxe, los de Bouzas o el de As Avenidas, famoso tras el accidente sufrido en O Marisquiño en agosto de 2018.