El sistema fluvial Ulla-Deza, en buen estado pese a la presión ganadera, forestal y de ocio

El Ministerio para la Transición Ecológica indica que la vegetación de ribera de los cuatro tramos analizados presentan un grado de naturalidad “muy alto” | La Xunta retiró 16 azudes de las cuencas hace casi una década

Un grupo de caminantes, en la ribera del río Grovas, en primavera. |   // ÁNGEL UTRERA

Un grupo de caminantes, en la ribera del río Grovas, en primavera. | // ÁNGEL UTRERA / Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

El río Ulla, con un curso de casi 137 kilómetros de largo, no está entre los tres cauces más grandes de Galicia, pero su cuenca, con 2.764 kilómetros cuadrados, es la segunda en importancia, por detrás de la del Miño. Una cuenca es la superficie de terreno que vierte todas sus aguas, en este caso, al sistema fluvial del Ulla y a afluentes suyos como el Deza, el Pambre o el Sar.

El sistema fluvial Ulla-Deza es una de las 289 reservas hidrológicas catalogadas por el Ministerio para la Transición Ecológica por sus especiales características o por la necesidad de conservar su estado natural. El ministerio ha analizado cuatro tramos para determinar cómo está ese grado de conservación y a qué riesgos se enfrenta. Esos cuatro tramos son el río Grovas, la zona de O Candán, el río Asneiro y el cauce del Deza. El informe indica que se han escogido estos enclaves porque cada uno de ellos “constituye un ejemplo singular y representativo de los ríos cántabro-atlántico siliceos pertenecientes a la demarcación hidrográfica Galicia-Costa”.

Alisos y sauces

También en las cuatro áreas evaluadas la vegetación de ribera presenta un grado de naturalidad muy alto. Pero varía según la zona, del mismo modo que los usos del entorno también son diferentes. En la zona del río Grovas, en el entorno de la Serra do Candán, la vegetación se compone sobre todo de bosques de alisos y de sauces, mientas que en la fauna predominan la rana ibérica y la salamandra. “Las presiones por usos ganaderos y agrícolas no afectan al buen estado de conservación general de la reserva” indica el informe del ministerio.

La zona de O Candán saca mejor nota, con un “muy buen estado ecológico” pese a que en algunos tramos el cauce está muy encajonado por los muros de contención asociados también a labores agrícolas y ganaderas. Hay, igualmente, presiones derivadas del uso forestal y y el riesgo de incendios. Cabe recordar que en el otoño de 2017 un voraz incendio puso en jaque varias explotaciones y viviendas de Siador, Cortegada y Refoxos, al pie del Candán. En esta zona podemos ver también alisedas y saucedas, amén de plantaciones de pinos. El informe menciona como fauna predominante insectos odonatos y la trucha común.

En el cauce del Asneiro vive una especie amenazada, el desmán ibérico

Más arriba, en el río Asneiro, el riesgo de conservación viene de la mano de acciones humanas “como una zona de baño y varias zonas recreativas, que suponen alteraciones puntuales pero no afectan a su buen estado de conservación general”. Al pie del Asneiro podemos encontrar las áreas recreativas de Mouriscade y de Doade, y no debemos olvidar que este cauce padece, de vez en cuando, vertidos procedentes del polígono de Botos. Y conviene preservarlo, porque en su entorno vive el desmán ibérico, una especie amenazada. En cuanto a su vegetación, tiene más del 90% de especies autóctonas presentes.

Usuarios de la playa fluvial de A Carixa, en aguas del Deza.

Usuarios de la playa fluvial de A Carixa, en aguas del Deza. / BERNABE/JAVIER LALIN

El uso recreativo, sumado al forestal, es la principal presión sobre el Deza. “Sin embargo, la reserva presenta en general un muy buen estado ecológico” . Del Deza se sirve, por ejemplo, la playa fluvial de A Carixa, en Merza, y también la de Pozo do Boi, en Vilatuxe. Aquí, el bosque de ribera no presenta eucaliptos (sí los había en la zona de O Candán), y en sus aguas pueden verse también truchas y salamandras.

Aumento de viñedos

Mencionábamos antes vertidos en el Asneiro como uno de los riesgos para las aguas del sistema fluvial Ulla-Deza. Pero hay más: en el pantano de Portodemouros, la microcistina tiñe de verde las aguas del Ulla cada vez que pasan varias semanas sin llover. Y aguas abajo, ya en el municipio coruñés de Boqueixón, en primavera un colectivo ecologista alertaba del impacto de un viñedo de 14 hectáreas sobre el suelo (por el uso de plaguicidas) y, de forma indirecta, sobre las aguas del Ulla. En esta subzona de la D.O. Rías Baixas funcionan ya 11 bodegas, como casi 293 hectáreas de cultivo.

Restauración fluvial en Galicia Costa hasta 2030

Dentro de la Estrategia Nacional de Restauración de Ríos 2023-2030, están previstas varias intervenciones en la demarcación hidrográfica Galicia-Costa por un importe de 28.74 millones de euros. Los proyectos no concretan sobre qué cauces se va a intervenir, pero indican que habrá un programa de mejora de la continuidad del espacio fluvial, así como un estudio de la mejora hidromorfológica en tramos urbanos, la restauración de la vegetación de ribera o un plan de demolición de obstáculos.

En este sentido, la cuenca del río Ulla ya se sometió a la demolición de 18 presas y azudes tanto en este río como en varios de sus afluentes. En 2014 y al amparo del proyecto Life + Margal-Ulla, que se desarrolló entre 2010 y 2015, la Xunta presentaba una memoria en la que dejaba constancia de 26 obstáculos en los cauces de los ríos Oca, Riobó, Liñares, Deza, Arnego, Ulla y Pambre. Ocho de ellos ya pudieron ser eliminados tras una visita inicial. Su derribo obedecía a la finalidad de permitir la recuperación del mejillón de río y el remonte de toda la fauna piscícola. De los 18 restantes, había cuatro que aún tenían concesión en vigor, y otros tantos quedaron descartados de la demolición por los informes de Patrimonio y Medio Ambiente. Así pues, sí se pudieron retirar tres presas o azudes tanto sobre el río Oca como en aguas del Arnego; dos en el Deza (la Tosta García y Tosta Martínez), una en el Liñares y otra en el Ulla a su paso por Galegos. Sobre el azud en Ponte Touriz en el Arnego la memoria indica que se trata de un obstáculo natural.

Suscríbete para seguir leyendo