Una mirada al pasado para preservar el futuro

Proteger el hábitat de los caballos de Sabucedo –idéntico al de un documental de 1968– exige a los vecinos ‘aloitar’ fuera del curro

Un frame del documental sobre la Rapa das Bestas procedente del archivo de RTVE

Un frame del documental sobre la Rapa das Bestas procedente del archivo de RTVE

Ana Cela

Ana Cela

Estamos en Sabucedo, La Estrada, en la provincia de Pontevedra. Allí se celebra cada domingo de Pentecostés la Rapa da Bestas. Póngale a esta presentación la mítica voz del NO-DO –el noticiario cinematográfico que se proyectaba en los cines españoles antes de la película entre 1942 y 1981– para envolverse en el ambiente sonoro y visual de un documental emitido en marzo de 1968, dentro del programa Testimonio, dedicado a las tradiciones y costumbres de distintos enclaves de España. La pieza puede rescatarse del archivo del ente público Radio Televisión Española (RTVE). Circula estos días por las redes sociales, ofreciendo un recuerdo en blanco y negro de cómo era –hace más de medio siglo– esta parroquia de A Estrada y de cómo se vivía un día de Rapa.

Lo fantástico del documento es que está lleno de vida. No es algo extraño encontrar imágenes de la internacional Rapa das Bestas en blanco y negro. Fotografías antiguas llenas de fuerza, evocadoras del arraigo de esta ancestral tradición. Sin embargo, convertirse en espectador televisivo para zambullirse en la historia es, cuanto menos, enriquecedor.

La voz en off se afana en explicar a los espectadores las distintas partes de esta fiesta. La primera es la baixa o la bajada de las yeguas, que viven libres en los montes en manadas, según una tradición del lugar que se remonta probablemente al siglo XVI, asevera. Esta bajada la llevan a cabo los mozos que van a buscar las manadas al monte, a distancias muchas veces superiores a los 40 kilómetros, conduciéndolas hacia Sabucedo con gran pericia y habilidad.

La cinta muestra a un Sabucedo muy distinto del actual, con unas callejuelas que evidencian cómo la Rapa das Bestas no era tan multitudinaria como hoy se la conoce. Hombre y caballo se encuentran en el monte y en la arena del curro, en este caso el antiguo, situado junto a la iglesia parroquial. Llama poderosamente la atención que, aunque los vecinos estén igual de volcados con la Rapa como lo están hoy en día y se perciba cómo hombres, mujeres y niños de la parroquia celebran con júbilo este día de fiesta, el número de personas se percibe muy reducido frente a los muchos caballos que tratan de reunir en los montes o que se llevan al curro.

Estas manadas van conducidas por un viejo macho llamado griñón que no permite que ningún caballo de otra manada se acerque a las yeguas, continúa la voz en off, aludiendo a las “feroces luchas” que pueden verse en la pantalla en la que los machos dominantes de las manadas se enfrentan entre sí con los dientes, levantándose sobre sus patas traseras.

Mismo hábitat para la tradición

En estas estampas tan bucólicas, la Rapa das Bestas no pierde un ápice de la fuerza que transmite en color o que se palpa como espectador en vivo y en directo. Pero, además, observando a los caballos correr libres por los montes mientras los mozos tratan de reunirlos para bajarlos a la aldea, se aprecia como su hábitat se ha conservado con respecto al que hoy recorren cientos de personas para participar en el día de la “baixa”. Aunque el entorno se haya preservado todo este tiempo –como lo ha hecho la propia tradición de la Rapa das Bestas–, que entre estas imágenes de 1968 y las futuras no exista una gigantesca diferencia, dependerá de si se concretan en estos parajes naturales los parques de aerogeneradores programados para el aprovechamiento de la energía eólica.

Encontro Burla Verde

Mañana sábado, desde Quireza, A Estrada y Campo Lameiro, un elevado número de personas se sumarán a la Subida á Conla, una actividad enmarcada en el programa de eventos con los que Encontro Burla Verde protesta este mes de abril contra la pretendida colonización de estos montes por parte de la industria eólica. Todos ellos salen en busca de un hábitat completamente natural y libre para los Fillos do Vento, con la intención de reivindicar que se quede así, que siga siendo fiel a esas imágenes de 1968, solo que a todo color.

El 29 de abril esta reivindicación se trasladará al curro del Campo do Medio. Mounqup, O Rabelo, Sonoro Maxin, Garcia Mc, Toma de Terra, O Leo de Matamá, Maria Lado y Lucía Aldao, Guadi Galego, Xoan Curiel, Uxía Senlle, Xurxo Souto, Jásper, Isabel Risco, NOGA, Aloumiños do Bosque, Peter Punl y Anxo Moure figuran entre los artistas confirmados. En Sabucedo se aloitará con música en un atemporal primer curro de la temporada.

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