La comisión considera que la toponimia autóctona es un importante bien patrimonial inmaterial, que además corre riesgo de desaparecer. Por eso esta será un recurso fundamental entre los criterios para el nombramiento de nuevas rúas. Destaca así a tener en cuenta que la modificación del territorio por parte de organismos públicos debe llevar consigo el registro de las denominaciones tradicionales, que a veces solo se transmitieron oralmente. Otro criterio es que a la hora de nombrar una nueva realidad geográfica, fruto de la alteración del paisaje, siempre será de referencia una denominación tradicional a la fórmula de nueva invención. Cuando el número de denominaciones tradicionales sea superior a las necesarias para llamar a las nuevas realidades se escogerá entre los topónimos de mayor interés histórico, arqueológico o filológico. El recurso de topónimos honoríficos (personas, instituciones o hechos históricos) se limitará lo máximo posible y solo en casos en los que no se sepulten los tradicionales. No obstante, pone como ejemplo un caso de posible y futura (rúa do Carballo da Manteiga, dedicada á honra de Castelao). Las personas con estos méritos deberán tener una relación estrecha con el Concello o un papel significativo en el ámbito sociocultural. Para conmemorar hechos, deberán haber transcurrido 20 años.