Italia incauta 134 coches "italianos" de Stellantis... por hacerlos en Marruecos

Stellantis y el Gobierno de Italia están en una guerra constante en las últimas semanas por las exigencias del Ejecutivo que lidera Giorgia Meloni, que demanda al fabricante que asigne más carga de trabajo al país. Una batalla que ahora se recrudece con un hecho un tanto surrealista que reportan varios medios italianos. Al parecer, los agentes aduaneros del puerto de Livorno incautaron un cargamento de 134 coches Fiat por inducir al error sobre un falso "made in Italy"... cuando en realidad son facturados en Marruecos.

En concreto, la Guardia di Finanza se habría hecho con unidades del modelo Fiat Topolino, el microcoche eléctrico que el grupo con planta en Vigo fabrica en Kénitra y que tiene como hermanos las versiones de Citroën (el Ami) y Opel (el Rocks-e).

Stellantis aviva la competencia entre Vigo y Marruecos, a la que califica como una de sus “fábricas insignia”

Según recogen medios como Il Tirreno o Domani, los agentes aduaneros y de la Agenzia delle Dogane e dei Monopoli llevan pegatinas con la bandera italiana en los laterales, lo que podría inducir al error sobre el origen del producto, marroquí, confundiendo a los consumidores por un "made in Italy".

Los mismos periódicos refieren que los agentes entienden esto como un "presunto delito es la venta de productos industriales con signos falsos". En concreto, se habrían incautado de 119 Fiat Topolino y otros 15 Fiat Topolino Dolcevitas, otra versión del microcoche eléctrico fabricado en Marruecos.

La defensa de Stellantis, que nunca ocultó la fabricación de este modelo en Kénitra, se basa en que la colocación de la bandera se hizo por simple homenaje al origen de Fiat.

Stellantis invierte 650 millones en un año en África con Vigo en fase de “stand by”

Una polémica similar sucedió recientemente entre el Gobierno italiano y Stellantis. Tras la presentación del Alfa Romeo Milano, el ministro italiano de Industria y Empresas, así como del Made in Italy, Adolfo Urso, critió que se utilizará el nombre de la ciudad para un modelo que no se iba a fabricar en el país, ya que el grupo que dirige Carlos Tavares habría optado por producirlo en Polonia.

Ante la polémica surgida, Stellantis decidió optar por cambiar el nombre al vehículo recién presentado, pasando a llamarlo Alfa Romeo Junior.