Trío de ases

Las gemelas Katia y Shania Porto y Fernando Sanmartín son amigos desde Infantil. Ahora son también juntos matrícula de honor

Las gemelas Katia y Shania Porto Coto y Fernando Sanmartín Sangiao, ayer.   | // BERNABÉ/LUCÍA ABELEDO

Las gemelas Katia y Shania Porto Coto y Fernando Sanmartín Sangiao, ayer. | // BERNABÉ/LUCÍA ABELEDO / Ana cela

Ana Cela

Ana Cela

Se conocen desde que llevaban mandilón de cuadros y todo su mundo académico podía pintarse con ceras de colores. Ellas son dos gotas de agua, en sentido amplio; él, su amigo de mente matemática al que le apasiona la música. Después de crecer juntos, primero en las aulas del colegio Pérez Viondi y, después, en las del IES Manuel García Barros de A Estrada, se convierten ahora en un trío de ases. Los tres amigos inseparables acaban de recibir sendas matrículas de honor como reconocimiento a su brillante expediente en Bachillerato.

Katia y Shania Porto Couto tienen esa unión difícil de explicar que solo entienden aquellos que conocen a su hermano desde el vientre materno. Estas gemelas han sido toda la vida compañeras de pupitre. Katia obtuvo una media de 10 en segundo de Bachillerato, completando el ciclo con 9.94. Shania alcanzó el 9,89 y el 9,83. Las dos se decantaron por las Ciencias, orientándose hacia la rama de la Salud, con Biología y Química como asignaturas optativas. Fernando Sanmartín Sangiao tiene una media de 9,8. Siempre fue compañero y amigo de estas hermanas gemelas, si bien su pasión por las Matemáticas le llevó a tomar un camino diferente en Bachillerato, escogiendo Matemáticas y Física como opciones.

Para los tres este ha sido un curso muy estresante y exigente. Con la alegría de la matrícula de honor que acaban de recibir, los tres amigos asumían ayer que le queda todavía un último y temido esfuerzo antes de poder continuar el camino universitario por el que tanto han trabajado. Ellas lo tienen claro: Odontología. Él también sabe lo que quiere: Matemáticas y, si la nota no fuese suficiente, Física.

A ninguno de los tres les han regalado nada. Ni son, tampoco, de los que aseguran que estas notas les llegaron estudiando poco o hincando el codo la noche anterior. Ni muchísimo menos. Aunque han crecido estudiando juntos, las gemelas se tenían la una a la otra en las horas de tarea en casa. Aseguran que ello tiene cosas buenas y otras menos favorables. Pero, a mayores, este trío estradense de ases completaba su larga jornada encima del libro combinándola con toda la entrega y compromiso que les era posible a su otra pasión: la natación para ellas, la música para él.

Decir que Katia y Shania son dos gotas de agua es ser literal, porque, además de ser gemelas, las dos llevan más de siete años entregadas al Clube de Natación e Salvamento (CNS) de A Estrada. Explican que este año tuvieron que bajar el ritmo y, aun así, entrenaban tres días a la semana, una hora y media por jornada. Por su parte, Fernando compaginó el segundo curso de Bachillerato con el sexto curso del grado profesional del Conservatorio. Ello supuso tres días a la semana, con sesiones de hasta tres horas al día.

Evidentemente, con estos horarios y el esfuerzo que hay detrás de sus notas, no quedaba mucho espacio para el ocio. Algún respiro con los amigos, algún partido del Celta o de la NBA y poco más. En todo caso, el reconocimiento que acaban de recibir es la primera constatación de que implicarse al máximo para conseguir los sueños que se persiguen siempre acaba teniendo su recompensa.