El aprovechamiento del edificio como un complejo de baño semejante al del municipio lucense de Antas de Ulla tiene en el precio del proyecto su principal handicap. Técnicos de la empresa Tysgal, contratada para la gestión de todo el proceso participativo, estimaron que solo la retirada del la cubierta de este inmueble podría costar en torno a 600.000 euros. En consecuencia, habilitar una zona de baño descubierta para ser utilizada en verano tendría un coste muy superior al millón de euros, o incluso cerca de dos. La alternativa que quedó en segunda posición sería una de las más asequibles económicamente.